4° Domingo de Adviento 2018

Adviento y Parusía.

(Domingo 23 de diciembre) P. Altamira.

(Introducción)

Queridos hijos:

Habíamos dicho que en el ADVIENTO, la época que mira a la Navidad por la Primera Venida de Dios Nuestro Señor Jesucristo, la Santa Iglesia Católica tiene –sin embargo- una LITURGIA llena, “plena”, de alusiones a LA PARUSÍA, a la Segunda Venida de Cristo.
En esta prédica: Primero queríamos darles ejemplos de lo que acabamos de decir. En segundo lugar, como habíamos anunciado la semana pasada, darles textos de la Sagrada Escritura sobre Elías y Enoch, fuera de lo que ya dijimos del Apocalipsis.

(Cuerpo)

Primero, ejemplos de la LITURGIA DE ADVIENTO, en donde en vez de hablar de la Primera Venida, se habla de la Segunda o PARUSÍA.
Veamos LAS MISAS DE ADVIENTO, y esto no en forma exhaustiva, porque sería muy extenso:

(1) Por empezar, la Misa con que se inaugura el Adviento, Primer Domingo, lleva en su Evangelio según San Lucas (21,25ss) las propias palabras de Dios Nuestro Señor Jesucristo sobre la consumación de los tiempos, “de consummatione saeculi”, profecías del fin de los tiempos y en relación a la Parusía. El Evangelio dice: “Et tunc videbunt Filium hóminis venientem in nube cum potestate magna, et maiestate: Y entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y majestad. His autem fieri incipiéntibus, respícite, et levate cápita vestra quoniam appropinquat redemptio vestra: Cuando comiencen a realizarse [todas] estas cosas, mirad y levantad vuestras cabezas porque se acerca la redención vuestra”.1

(2) Este Miércoles de Témporas, en la primera lectura, tuvimos algo de Isaías (2,2ss) que está pendiente de cumplimiento, y que compete tanto a las “gentes”: las naciones no judías, como a los mismos judíos: “Erit in novíssimis diebus, SERÁ EN LOS ÚLTIMOS DÍAS, praeparatus MONS DOMUS DÓMINI in vértice montium, EL MONTE DE LA CASA DE DIOS (será) preparado en el vértice de los montes, et elevábitur super colles, y se elevará sobre los collados, et fluent ad eum OMNES GENTES, y afluirán a él TODAS LAS GENTES (las naciones no judías)… Et iudicabit gentes, et arguet pópulos multos: Y Él juzgará (también significa: reinará) a las gentes, a las naciones no judías, y reprenderá a muchos pueblos… [Y más adelante agrega:] DOMUS IACOB, VENÍTE, ET AMBULÉMUS IN LÚMINE DOMINI DEI NOSTRI: Casa de Jacob, venid –Pueblo Judío, venid-, y ambulemos en la luz del Señor Dios nuestro”.
Todo lo aquí dicho nunca ha ocurrido aún, jamás han acudido a Él todas las naciones, y los judíos todavía jamás han caminado en la luz de Dios, pues hace 2000 años que lo vienen rechazando.2

(3) Tercer ejemplo: Ayer, Sábado de Témporas3, teníamos una de las dos cartas de San Pablo a los Tesalonicenses, ambas hablan de la Segunda Venida de Cristo. En la Misa de ayer se utilizó la segunda de ellas (II 2,1ss), en un fragmento muy-muy famoso sobre la aparición y los hechos del Anticristo, evento que pertenece totalmente a los avatares de la Segunda Venida, y no de la Primera, como es esta época de Adviento hacia la Navidad.
Escuchemos una parte de dicha epístola: “…dies Dómini. Ne quis vos seducat ullo modo: El Día del Señor. Nadie os engañe de ningún modo [sobre cuándo vendrá]: quoniam nisi vénerit DISCESSIO [en griego: αποστασία] primum, puesto que si no viniera primero LA APOSTASÍA, et revelatus fuerit homo peccati, filius perditionis: y fuese revelado el Hombre de Pecado, el Hijo de la Perdición, qui adversatur, et extóllitur supra omne quod dicitur Deus, aut quod colitur: el cual está opuesto y se levanta contra todo lo que se llama Dios o que se adora, ita ut in templo Dei sedeat ostendens se tamquam sit Deus: de modo que se siente en el Templo de Dios mostrándose a sí mismo como si fuese Dios…”. Y sigue allí el famoso texto del “katéjon”, el obstáculo que impide la aparición del Anticristo; dice San Pablo: QUID DETÍNEAT scitis: vosotros sabéis LO QUE (LE) DETIENE, LO QUE (LE) ESTORBA (el verbo en griego es: ϰατ-έχω, que significa detener; el participio presente neutro es “to katéjon”: lo que detiene: «“eso” que le detiene, vosotros tesalonicenses, lo sabéis»; creo que San Agustín exclamaba por este motivo algo así: ellos lo saben pero nosotros no, por qué San Pablo no lo dijo o escribió allí en dicho texto), [repetimos: vosotros sabéis lo que le detiene] ut reveletur in suo tempore: para que sea revelado a su tiempo. Nam mysterium iam operatur iniquitatis: Pues el misterio de iniquidad ya está obrando; tantum ut QUI TENET nunc, teneat, donec DE MEDIO FÍAT: solamente que EL QUE (LE) DETIENE ahora, (le) detenga, hasta que SEA QUITADO DE EN MEDIO (aquí está el mismo verbo griego, pero en participio presente masculino: el que detiene o estorba, el que es un obstáculo). [Y cuandosea quitado de en medio:) Et tunc revelábitur ille iníquus: Y entonces se manifestará aquel inicuo, quem Dóminus Iesus interficiet spíritu oris sui: al cual el Señor Jesús matará con el espíritu (o aliento) de su boca, et destruet illustratione adventus sui [eum]: y lo destruirá con el resplandor de su venida”. En la Biblia, San Pablo sigue dando datos sobre el accionar del Anticristo, pero hasta aquí llega dicha Misa4.

Si continuamos con EL OFICIO DIVINO de esta época de Adviento, el Breviario que rezamos los sacerdotes, tenemos también una enorme cantidad de alusiones a la Segunda Venida o PARUSÍA. Si traemos todo ello, esta prédica sería muy larga, y faltan aun los textos de la Sagrada Escritura sobre Los Dos Testigos. Esta vez, sobre EL OFICIO DIVINO, un solo ejemplo:
Es una alusión a la Parusía o Segunda Venida que se encuentra en Laudes y en Tercia de este lunes pasado [lunes antes de la Vigilia de Navidad]. Es una antífona muy clara y explícita, y dice así: “CUM VÉNERIT FILIUS HÓMINIS: CUANDO VENGA EL HIJO DEL HOMBRE, ¿PIENSAS INVÉNIET FIDEM SUPER TERRAM: PIENSAS ENCONTRARÁ FE SOBRE LA TIERRA?”. Demasiado clara es esta alusión a los tiempos finales, es el famoso texto de San Lucas 18,8; y la Iglesia Católica lo pone en la época litúrgica de la Primera Venida y Navidad.

Vayamos ahora al tema de LOS DOS TESTIGOS y las citas de la Sagrada Escritura, fuera del Apocalipsis que ya vimos la semana pasada:
Entre los Santos Padres, nos permitimos decir que la interpretación más común ha sido afirmar que Los Dos Testigos serían Elías y Enoch, quienes darán testimonio de Dios Nuestro Señor Jesucristo, durante 3 años y medio, en la época previa o en los comienzos del Anticristo.

(1) El Patriarca Enoch fue contemporáneo de Adán. Enoch vivió 600 años después de la creación de Adán, pero fue su contemporáneo pues recuerden que Dios dio a los Patriarcas una gran longevidad (Adán vivió 930 años). Enoch fue el padre del famosísimo Matusalén, el hombre que más vivió sobre la tierra: Matusalén vivió 969 años; de allí –siempre lo decimos- ese dicho para las personas muy ancianas “éste es más viejo que Matusalén”.

(2) Entre los datos de la Tradición y de la Sagrada Escritura, se ha guardado que tanto Elías como Enoch no habrían muerto, y que Dios los tendría reservados “vivos”, desde siglos, en algún lugar (ese lugar parece ser el Paraíso Terrenal; hay datos de la misma Biblia al respecto).

(3) En cuanto a Enoch, a la fecha, debe tener unos 5400 años de edad. Cuando aparezca, podremos preguntarle cómo era Adán, ¿se imaginan?, poder preguntarle cómo era el primer hombre que vivió sobre la tierra. Veamos una cita del Génesis sobre Enoch (5,21-24): “Enoch tenía 65 años cuando engendró a Matusalén… y fueron todos los días de Enoch 365 años. Y anduvo con Dios (ambulavitque cum Deo), y no apareció (et non apparuit), porque Dios lo arrebató (quia tulit eum Deus)”.

(4) En cuanto al Profeta Elías, él ha de tener a la fecha unos 2900 años de edad5.

1 (*) La palabras gens, gentes del latín, goy, goyim dicen los judíos, hacen alusión a las naciones o pueblos que no son de raza judía, nosotros. De dichas naciones, algunas se convirtieron a Dios Nuestro Señor Jesucristo, la Cristiandad Europea y sus hijos (nosotros en Hispanoamérica); y otras naciones nunca lo han hecho aún: en líneas generales -y sobre todo- el Oriente; a las cuales hay que incluir hoy en día la apostasía del Occidente (los antiguos y primeros hijos, nuestras naciones han renegado de Él). Hecha esta aclaración, el Segundo Domingo de Adviento, en su Epístola de San Pablo (Romanos 15,4ss) trae una profecía pendiente de cumplimiento con alusión al Profeta Isaías (11,10), la cual hace alusión al Triunfo de Cristo, su Segunda Venida: “Erit radix Iesse, et qui exsúrget régere gentes, in eum gentes sperabunt: Será la raíz de Jesé, y el que se levantará para regir a las naciones, en Él esperarán las naciones” 1 . Esto nunca ha ocurrido aún y está pendiente.

2 En su Evangelio, el de la Anunciación, tenemos también cosas pendientes de cumplimiento (San Lucas 1,26ss): “dabit illi Dóminus Deus sedem David patris eius: et regnabit in domo Iacob in aeternum, et regni eius non erit finis: El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y reinará en la casa de Jacob –el pueblo judío- para siempre, y su reino no tendrá fin”; pues bien nunca, todavía, ha reinado Dios Nuestro Señor Jesucristo en la casa de Jacob; veremos, esto será parte de su Triunfo Final. En el segundo Gradual, el psalmo 144,21: “benedicat omnis caro nomen sanctum eius: bendiga toda carne –todo hombre- el nombre santo de Él”; nunca ha ocurrido aún.

3 (*) Y el Viernes de Témporas, en la Epístola, Isaías (11,1ss) dice lo siguiente: “spíritu labiorum suorum interficiet IMPIUM: matará AL IMPÍO con el soplo de su boca, con el espíritu de su boca”; la cual también parece se puede aplicar al fin que tendrá el Anticristo, el Impío. En el texto de la antífona de Comunión, leemos del Profeta Zacarías (14,5-6)
algo que está pendiente y es de la Parusía: “Ecce Dóminus veniet, et omnes sacti eius cum eo: et erit in díe illa lux magna: He aquí que el Señor vendrá, y todos sus santos con Él, y una gran luz será en aquel día”.

4 La Sagrada Escritura, esta Epístola continua así: «8 Et tunc revelabitur ille iniquus, quem Dominus Jesus interficiet spiritu oris sui, et destruet illustratione adventus sui eum: 9 cujus est adventus secundum operationem Satanæ in omni virtute, et signis, et prodigiis mendacibus, 10 et in omni seductione iniquitatis iis qui pereunt : eo quod caritatem veritatis non receperunt ut salvi fierent. 11 Ideo mittet illis Deus operationem erroris ut credant mendacio, 12 ut judicentur omnes qui non crediderunt veritati, sed consenserunt iniquitati” . Y si pasamos a otra Misa, tenemos: (*) En la Vigilia de Navidad (la solemos rezar el 24 por la mañana; a la noche ya es la Misa de Gallo), leemos en la oración de la Misa: “Deus, qui nos redemptionis nostrae annua explectatione laetíficas: Oh Dios, que nos alegras con la expectación anual de nuestra Redención [por el Nacimiento de Dios]: praesta; ut Unigénitum tuum, quem Redemptorem laeti suscípimus: danos, que a tu Unigénito, que como Redentor recibimos alegres [en la Primera Venida], venientem quoque IÚDICEM securi videamos: viniendo también COMO JUEZ veamos seguros (tranquilos) [tranquilos en la Parusía del gran Juez]”. En esta Misa de la Vigilia, en la Antífona de Comunión, hay una cita de Isaías (40,5) que parece pendiente de cumplimiento: “Revelábitur gloria Dómini: et videbit omnis caro salutare Dei nostri: Será revelada la gloria del Señor, y verá toda carne (todo hombre) la salvación de nuestro Dios”. Hasta ahora, jamás “toda carne”, todo hombre, ha visto la salvación de Dios.

5 Es un poco posterior al Rey David, aproximadamente 100 años después. El Rey David vivió mil antes de Nuestro Señor, por eso, calculamos que el Profeta Elías tiene unos 2900 años a la fecha.

Veamos algunas citas de la Sagrada Escritura sobre Enoch (ya alguna vez las dimos):
(1) Hay una cita del Eclesiástico (44,16) que nos dice de ese posible estar vivo y reservado EN EL PARAÍSO TERRENAL (Dios se encarga de que este lugar no sea encontrado), y que él convertirá hacia Dios a las “géntibus”, a las naciones no judías. Dice así: “Enoch placuit Deo: Enoch agradó a Dios: et translatus est IN PARADISUM: y fue trasladado AL PARAÍSO, ut det gentibus poenitentiam: para que dé a las naciones –no judías– la penitencia”.

(2) Otra cita del Eclesiástico sobre Enoch (49,16): “Nemo natus est in terra qualis Henoch: No nació hombre en la tierra como Enoch, nam et ipse receptus est a terra: pues incluso él fue arrebatado de la tierra”.

(3) San Judas Tadeo, en su Epístola (la cual poco es leída), habla de una profecía de Enoch para el final de los tiempos (versículo 14ss). Primero se refiere a los pecadores y a las personas que son hipócritas y pura apariencia, y las llama: “nubes sin agua (nubes sine aqua), lascivos, árboles sin fruto”. Y luego agrega: “sobre los que ya profetizó Enoch, el séptimo desde Adán, diciendo: He aquí que ha venido el Señor con las miríadas de sus santos, a hacer juicio contra todos y redargüir a todos los impíos de todas las obras inicuas que consintió su impiedad, y de todo lo duro que ellos, impíos pecadores, profirieron contra Dios”.

(4) San Pablo, en su Carta a los Hebreos, habla de Enoch; dice entre otras cosas de su gran Fe y que no murió. Comenzamos con la famosísima definición de San Pablo sobre la Fe (Hebreos, cap 11,1ss): “Est autem FIDES sperandarum substantia rerum, argumentum non apparentium: La FE es la sustancia de las cosas que se esperan, el argumento de las cosas que no se ven”. Pone como ejemplos de Fe a Abel, a Enoch, a Noé. Y de Enoch dice que por la Fe fue arrebatado y que no murió: “(11,5) Fide Henoch translatus est NE VIDERET MORTEM: Por la Fe Enoch fue trasladado –arrebatado- PARA QUE NO VIESE LA MUERTE , et non inveniebatur: y no fue hallado –encontrado-, quia transtullit illum Deum: porque Dios le trasladó –arrebató-, ante translationem enim: pues antes de su traslación, testimonium habuit placuisse Deo: recibió el testimonio de que él agradaba a Dios”. El texto sigue con otra frase famosísima que no es de Enoch pero que la queremos poner: “(11,6) SINE FIDE autem impossibile est placere Deo: SIN LA FE es imposible agradar a Dios [sin la Fe, sin la Fe Católica, sin mantener y guardar la Fe Católica: es imposible agradar a Dios; otro motivo por el cual debemos rechazar la Religión Moderna, falsificación de nuestro Catolicismo, realizada con el Concilio Vaticano II, cambiando y adulterando la Fe Católica de siempre]”.6

El encargado de los judíos, tal vez de la conversión de ellos hacia el Catolicismo, parece ser Elías; él vendrá antes de la Parusía:
(1) En la Sagrada Escritura al narrar la vida de Elías se nos dice (IV Reyes 2, 1ss): “Factum est autem cum LEVARE vellet Dominus Eliam PER TURBINEM IN CÆLUM: Cuando quiso Dios ARREBATAR a Elías MEDIANTE UN TORBELLINO AL CIELO, ibant Elias et Eliseus de Galgalis: partieron Elías y Eliseo desde Gálgala… Bajaron pues a Betel. Los hijos de los profetas que había en Betel salieron al encuentro de Eliseo y le dijeron: Numquid nosti quia hodie Dominus TOLLET dominum tuum a te?: ¿Acaso tú sabes que hoy el Señor ARREBATARÁ de ti a tu señor [Elías]? QUI RESPONDIT: ET EGO NOVI: SILETE: EL CUAL RESPONDIÓ: YO TAMBIÉN LO SÉ, CALLAOS [estaba con bastante mal genio el gran profeta Eliseo porque él también sabía que ese día le tocaba ser separado de Elías, el cual sería arrebatado por Dios]. Siguen hacia Jericó; les salen nuevamente los hijos de los profetas que estaban allí, le dicen lo mismo a Eliseo: “¿sabes que hoy Dios arrebatará de ti a Elías?”, y otra vez, con bastante mal genio, Eliseo les responderá lo mismo: “Yo también lo sé, callaos”. Después se fueron ambos hacia el Río Jordán. (vers 7) “Et quinquaginta viri de filiis prophetarum secuti sunt eos, qui et steterunt e contra, longe: illi autem ambo stabant super Jordanem: Y cincuenta hombres de los hijos de los profetas los siguieron, los cuales estuvieron de pie en frente [a ellos], de lejos. Pero ellos estaban ambos sobre [la orilla] del Jordán. 8 Tulitque Elias pallium suum, et involvit illud, et percussit aquas : quæ divisæ sunt in utramque partem, et transierunt ambo per siccum: Y tomó Elías su palio, y lo arrolló, y golpeó [con él] las aguas, las cuales se dividieron hacia uno y otro lado, y ellos atravesaron ambos por lo seco. 9 Cumque transissent, Elias dixit ad Eliseum: Postula quod vis ut faciam tibi, ANTEQUAM TOLLAR a te: Y cuando hubieron atravesado [el río], Elías dijo a Eliseo: Pide lo que tú quieres que yo haga por ti, antes de que YO SEA ARREBATADO de tu lado… 11 Cumque pergerent, et incedentes sermocinarentur, ECCE CURRUS IGNEUS, ET EQUI IGNEI DIVISERUNT UTRUMQUE: ET ASCENDIT ELIAS PER TURBINEM IN CÆLUM: Y cuando continuaron, y avanzando hablaban, HE AQUÍ [QUE APARECIÓ] UNA CARROZA DE FUEGO, Y LOS CABALLOS DE FUEGO DIVIDIERON A UNO DEL OTRO: Y SUBIÓ ELLÍAS A TRAVÉS DE UN TORBELLINO HACIA EL CIELO”. En la nota al vers. 11, Mons Juan Straubinger dice: “[Elías es] el Segundo Moisés. Elías volverá para predicar penitencia y preparar los corazones para la Segunda Venida de Cristo (véase Mal. 4,5; Apo 11,3)… Ecli 48,1-12 y I Mac 2,58”.

(2) En el Eclesiástico, se dice lo siguiente de Elías (48,9ss): “fuiste arrebatado en un torbellino de fuego, sobre una carroza tirada de caballos de fuego. [Tú, Elías,] el cual estás escrito EN LOS JUICIOS DE LOS TIEMPOS (qui scriptus es IN IUDICIIS TEMPORUM), para aplacar la ira del Señor (lenire iracundiam Domini), reconcilar el corazón del padre con el hijo (conciliare cor patris ad filium), Y PARA RESTABLECER LAS TRIBUS DE JACOB: ET RESTITÚERE TRIBUS IACOB”, probablemente aquí está aludida la conversión de los judíos al Catolicismo, no precisamente a la falsa Religión del Concilio Vaticano II.

(3) Una profecía de Malaquías dice: (cap 4,5ss): “Ecce ego mittam vobis Eliam prophetam, antequam veniat dies Domini magnus et horribilis: He aquí que Yo os enviaré a Elías, antes de que venga el día grande y tremendo del Señor. Et convertet cor patrum ad filios, et cor filiorum ad patres eorum: Y él convertirá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos hacia sus padres; ne forte veniam, et percutiam terram anathemate: no sea que Yo venga y golpee la tierra con el anatema”.

(Conclusión)

Ya estamos a un paso de la Navidad: dos días. En estas semanas de Adviento, hemos demostrado, hasta el cansancio, que la Santa Iglesia Católica quiere, con motivo del Nacimiento y de la Primera Venida de Cristo, que PENSEMOS EN LA SEGUNDA, que PENSEMOS EN LA PARUSÍA O EL TRIUNFO GLORIOSO DE DIOS NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO; máxime en las circunstancias del mundo y de la Iglesia que nos toca vivir. Por eso “decimos”, por eso “gritamos”, MARAN ATHA IOSHUÁ: VEN SEÑOR JESÚS (Apo 22,20). Con esa frase termina el Apocalipsis, ¡y toda la Biblia termina con eso!: Es el anteúltimo versículo de toda la Sagrada Escritura. Y rogamos que Él venga por esta realidad tan dura. Y que sus Dos Testigos vengan de una vez: El uno –según parece- para la conversión de los judíos; el otro para levantarnos a nosotros, las gentes del latín (goyim dicen los judíos). Si Dios así lo tuviera dispuesto, cómo deseamos, y qué honor, y qué asombro, sería el poder conocerlos a ellos.
Todas estas cosas deseamos y pedimos en esta Navidad, para ayuda nuestra, para nuestro socorro, porque estamos cansados.

AVE MARÍA PURÍSIMA.

6 San Pablo sigue con aquello famoso: “(6) Sin la fe es imposible agradar (a Dios) porque es preciso que el que se llega a Dios, crea su ser (que existe) y que es remunerador de los que le buscan”