Octava de Navidad, año nuevo 2018

Liturgia católica en Navidad.

(Lunes 1 de enero de 2018) P. Altamira.

(Introducción)

Queridos fieles:

En este día, 1º de Enero, Primero de Año, mucha gente no sabe por qué es un día de precepto, fiesta de guardar. “Será por el Año Nuevo”. Y no; o por lo menos no en cuanto al motivo principal. El motivo principal es que el Primero de Año es el Día de la Octava de Navidad. En las fiestas litúrgicas importantes, aquéllas que tienen octava, “su” octava significa celebrar de nuevo dicha fiesta.
El día de hoy es celebrar de nuevo LA NAVIDAD.
Deseábamos seguir haciendo algunos comentarios sobre la esplendorosa Liturgia Católica.

(Cuerpo: Comentarios de algunos pasajes litúrgicos)

Hagamos notar algunas particularidades de la Misa de hoy, llamada Misa de la Octava de Navidad.
(a) El introito es el mismo que aquél de la Tercera Misa de Navidad, la Misa del Día: Es el introito Puer natus est.
(b) La epístola (Tito 2,11-15) es la misma que aquélla de la Primera Misa de Navidad, de la Misa de Gallo: “Carissime: Apparuit gratia Dei Salvatoris nostri: Carísimo: Apareció la gracia de Dios Salvador nuestro… sobrie, et iuste, et pie, vivamus in hoc saeculo, exspectantes beatam spem et adventum gloriae magni Dei et Salvatoris nostri Iesu Christi: sobria, santa y píamente vivamos en este siglo, esperando la bienaventurada esperanza y la Venida de Gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo”. Es decir que la Iglesia Católica en esta Octava festeja la Primera Venida, la Navidad, haciendo otra vez alusión a la Segunda Venida, a la Venida de Gloria “del gran” Dios y Salvador Nuestro Jesucristo.
(c) El Evangelio es el de la Circuncisión (San Lucas 2,21ss), que se repite mañana, día 2 de enero, por la Fiesta del Santo Nombre de Jesús.

La oración de esta Misa, poética, más hermosa imposible: Está dedicada y es –me permito decir- un piropo a la Santísima Virgen:

Deus, qui salutis aeternae, beatae Maríae virginitate fecunda, humano géneri praemia praestitísti: Dios, que has otorgado al género humano los beneficios de la salvación eterna a través de la –escuchen esta expresión- fecunda virginidad de la bienaventurada Virgen María [María Santísima tiene una virginidad que es “fecunda”, y es la máximamente fecunda: dio a luz a Dios], tribue, quaesumus: ut ipsam pro nobis intercédere sentiamus, per quam meruimus auctorem vitae suscipere, Dominum nostrum Iesum Christum Filium tuum: danos, te pedimos, que sintamos que Ella intercede por nosotros [deseamos sentir que María nos cuida, sentir que nos protege, que Ella intercede, vela por nosotros, y nos tiene en cuenta], por la cual merecimos recibir al autor de la vida, tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo.

La salvación eterna, el rogar para alcanzar nuestra salvación: Ello siempre está en todas las Misas de la Santa Iglesia Católica, sea en forma explícita, sea implícitamente. Dirígite –decíamos un tiempo atrás- les gritaba (y nos grita) San Juan Bautista: Ordenad vuestras vidas, DIRÍGITE, enderezad vuestras vidas, cumplid con Dios, tened a Dios en vuestras inteligencias y en vuestra conducta (en vuestro obrar).

En este orden de cosas, para exhortarlos, queríamos traerles a colación la Epístola de hoy, que ya dijimos es la misma que aquélla de la Misa de Gallo. Recién leímos unas palabras; ahora repetimos y agregamos:
Caríssime: Apparuit gratia Dei Salvatoris nostri omnibus homínibus: Carísimo: Ha aparecido la gracia de Dios Salvador nuestro a todos los hombres, erudiens nos, ut abnegantes impietatem, et saecularia desideria, sobrie et iuste et pie vivamus in hoc saeculo, exspectantes beatam spem, et adventum gloriae magni Dei et Salvatoris nostri Iesu Christi: enseñándonos que, renunciando a la impiedad [a la vida sin Dios, a la vida como si Dios no existiese; ya dijimos: eso es la impiedad], renunciando a la impiedad y a los deseos del siglo (a la mundanidad, a la vida mundana), sobria, santa y píamente vivamos en este siglo (in hoc saeculo), esperando la bienaventurada esperanza y la Vendida de Gloria del gran Dios y Salvador Nuestro Jesucristo… San Pablo termina: Haec lóquere et exhortare: Estas cosas habla y exhorta.
Esperar la Segunda Venida de Cristo, eso tiene que ser nuestra bienaventurada esperanza. También se nos pide vivir santamente, dejar el pecado, dejar la impiedad, los deseos del siglo.

(Conclusión)

Terminamos con lo mismo que estamos diciendo: Ayer domingo, Misa del Domingo Infraoctava, estaba la misma insistencia en abundar en buenas obras, y llevar nuestras vidas santamente, nuestras acciones en conformidad con Dios Nuestro Señor Jesucristo. La oración decía:

Omnipotens sempiterne Deus, dirige actus nostros IN BENEPLÁCITO TUO: Omnipotente y eterno Dios, dirige nuestras acciones (otra vez el verbo “dirígere”), Dios ordena nuestras acciones IN BENEPLÁCITO TUO, ordena nuestras acciones según tu beneplácito (según lo que Tú quieres, haz que cumplamos contigo): ut in nómine dilecti Filii tui: para que en honor (in nómine) de tu amado Hijo, mereamur bonis opéribus abundare: merezcamos abundar en buenas obras [no que hagamos alguna que otra obra buena; muchísimas obras buenas; “abundar”]. Hermosa oración.

Todo relacionado con todo, como el Ciclo del Adviento y el de la Navidad están entrelazados y unidos, y puesto que tanto nos ha gustado una epístola del Adviento, ella será nuestras palabras finales. Es la Epístola del Tercer Domingo de Adviento (Filipenses 4,4-7). Queremos insistir en los frutos tan hermosos de estar bien con Dios: PAZ, ALEGRÍA. La conversión, estado de gracia, Confesión, traen eso: Paz y alegría.
Fratres: Gaudete in Domino semper : iterum dico gaudete: Hermanos: Alegraos siempre en el Señor; otra vez os digo: Alegraos [estar bien con Dios produce alegría]. Modestia vestra nota sit omnibus hominibus: vuestra modestia sea manifiesta a todos los hombres: DOMINUS PROPE EST: EL SEÑOR ESTÁ CERCA…1 ET PAX DEI: Y LA PAZ DE DIOS, QUÆ EXUPERAT OMNEM SENSUM: QUE SUPERA TODO PENSAMIENTO, custodiat corda vestra, et intelligentias vestras in Christo Jesu: custodie vuestros corazones y vuestras inteligencias en Cristo Jesús.
ESTAR BIEN CON DIOS: PAZ Y ALEGRÍA ESPIRITUAL. LA ÚNICA ALEGRÍA Y LA ÚNICA PAZ.

AVE MARÍA PURÍSIMA.

1 El versículo 6 continuaba así: Nihil solliciti sitis : sed in omni oratione, et obsecratione, cum gratiarum actione petitiones vestræ innotescant apud Deum.