1er Domingo después de Epifanía 2018

Fiesta de las Sagrada Familia, Familia realmente Católica, 1a parte.

(Domingo 7 de enero de 2018) P. Altamira.

Queridos fieles:

Este Primer Domingo después de Epifanía, la Santa Iglesia Católica ha colocado LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA: Jesús, María y José.

Esta fiesta es la oportunidad, y casi la obligación, de todos nosotros los sacerdotes para predicar y enseñar tantos temas sobre lo que realmente es una familia ante Dios, LA FAMILIA CATÓLICA; y tantísimo que fallamos los católicos en estos temas de la familia.

Lamentablemente, aquí en Hispanoamérica, esta fiesta siempre cae durante las vacaciones, en el mes de enero. Esto hace que un cierto número de fieles no escuchen estas enseñanzas (pues no están presentes). Hay que volver sobre estos temas durante el año.

En este 2018, es nuestra intención hacer 3 prédicas seguidas sobre estos temas de la familia. Veremos, Dios mediante, si Él nos da licencia. Los temas serían: Primera prédica: Sobre el Matrimonio. Segunda prédica: También sobre el Matrimonio. Tercera prédica: Sobre la Educación de los hijos. No sabemos si hacer una cuarta prédica sobre la fecundación in vitro y sobre la donación de órganos (sobre todo por la Ley inicua que hay en Colombia sobre este asunto). Pero veamos entonces los temas de familia.

(Cuerpo)

¿Qué es el Matrimonio? Comencemos dando una definición del Matrimonio, definición que está tomada casi literalmente de las leyes de la Iglesia Católica, de su Código de Derecho Canónico. Serán dos definiciones, y dicen así:

(1) Considerado “in factum esse”, es decir, considerado el Matrimonio habiendo sido ya dado el consentimiento: “El Sacramento del Matrimonio es el vínculo por el cual se da la unión permanente, perpetua [aquí está la indisolubilidad], y exclusiva [aquí está la fidelidad], de una varón y de una mujer, para engendrar hijos, para engendrar la prole, y educarlos [aquí está el fin principal del matrimonio]”. Estos conceptos están tomados o inspirados en el canon 1082 del Código de Derecho Canónico.

(2) Considerado “in fieri”, es decir, considerado en la celebración o en el acto de dar el consentimiento: “El Matrimonio es el Sacramento por el cual un varón y una mujer, jurídicamente hábiles, se dan y entregan legítimamente del derecho mutuo [en estos conceptos está el débito conyugal], perpetuo [allí está la indisolubilidad], y exclusivo [allí está la fidelidad], sobre sus cuerpos [esto hace al objeto], en orden a los actos de suyo aptos para la generación y educación de los hijos [aquí está el fin principal]”. Estos conceptos se inspiran en el canon 1081.1

El Sacramento del Matrimonio fue creado por Dios Nuestro Señor Jesucristo. Algunos dicen que Nuestro Señor lo creó en las Bodas de Caná; otros dicen que este sacramento fue creado por Él luego de la Resurrección, en esos 40 días que todavía estuvo con sus discípulos.

Antes de Dios Nuestro Señor Jesucristo, las personas contraían legítimo Matrimonio por la Ley Natural, era un contrato de Ley Natural. Este régimen sigue vigente para los no católicos. Pero para los bautizados, o más perfectamente para los católicos, al contrato de Ley Natural, Dios Nuestro Señor Jesucristo agregó el ser Sacramento, y por disposición divina éste es el único Matrimonio válido para nosotros los católicos, “casarse por la Iglesia” -como se dice comúnmente-. No aclaramos todo, para no extendernos, pero la Iglesia Católica no urge con la forma canónica en el caso de algunos herejes. Mas el concepto es: Para un católico, “lo único que vale es casarse por la Iglesia”. El llamado “matrimonio civil” no vale nada ante Dios entre nosotros (sería lo mismo que el concubinato o la unión libre que dicen aquí).

-Y el mundo moderno dice y hace lo contrario de lo que Dios quiere. Así, cada vez hay menos Matrimonios, y cada vez hay más concubinatos, o “unión libre”, o irse a vivir con la novia. El mundo moderno dice “no es necesario casarse por la Iglesia, es chévere irse a vivir en unión libre”.

-Hablemos claro: La unión libre es un pecado mortal, y si alguien muere estando o habiendo estado en unión libre, sin arrepentimiento (o eventualmente sin la Confesión), se hace reo de la condenación eterna en el Infierno. Cada uno escoja͙

Nos salteamos la etapa previa al Matrimonio: El Noviazgo. El noviazgo es la etapa para conocer si tal o cual persona es la adecuada para casarse. Enseñaremos sobre lo que es el noviazgo, sobre las cualidades del novio o novia, sobre la duración, sobre la edad conveniente para estar de novios, sobre lo que es un noviazgo puro, en la tercera prédica, en la prédica sobre la educación de los hijos.

Sobre  LA  VIRGINIDAD  adelantamos que es una vergüenza que los padres de familia, el papá y la mamá, ya no enseñen, como Dios manda, sobre LA VIRGINIDAD HASTA EL MATRIMONIO, que los hijos lleguen puros y castos hasta el Matrimonio. Es una vergüenza que un papá y una mamá no enseñen a sus hijos que no pueden tener relaciones con la novia (o novio) antes del Matrimonio. Ya nadie, o casi nadie, enseña que se debe llegar virgen hasta el Matrimonio, y no sólo la mujer (como -perdón por la expresión- estúpidamente dicen los liberales), sino también el hombre, por supuesto: Ambos deben llegar vírgenes hasta el Matrimonio.

Volviendo al Matrimonio, hablemos ahora de: EL FIN DEL MATRIMONIO. Tiene dos fines.

-Uno que es el más importante, llamado “EL FIN PRIMARIO Y PRINCIPAL DEL MATRIMONIO”, el cual es tener niños, engendrar niños, la procreación, y la educación de esos niños, la educación católica de la prole.

-Y otro que es el llamado “fin secundario”: la mutua ayuda de los esposos y el remedio (o mejor: sedación) de la concupiscencia.

-El más importante de los dos es el primero, tener niños (o si quieren, intentar tenerlos, porque a veces hay problemas de esterilidad), y la educación católica de ellos. Sobre la educación, Dios mediante, hablaremos en la tercera prédica. Ahora diremos sobre la procreación.

Este fin de la procreación o generación de los niños es tan importante, que si se le excluyen positivamente, es decir, si dos novios quieren excluir el fin del Matrimonio, si dos novios tienen una intención contra el fin del Matrimonio (no quieren tener hijos): Ello produciría la invalidez del Matrimonio, DICHO MATRIMONIO ES INVÁLIDO.

Escuchemos esto mismo en palabras de un teólogo: “Este fin [la procreación o generación de los hijos] es tan necesario y tan esencial que, si se le excluye positivamente, NO PUEDE HABER MATRIMONIO VÁLIDO, pues a él se ordena el Matrimonio por su misma naturaleza”2.

Evidentemente que lo que hace inválido el Matrimonio es tener una intención contra el fin primario, una intención contra la procreación de los niños. Pero LA ESTERILIDAD no invalida el Matrimonio, pues no es lo mismo no querer tener niños, que no poder tener niños (esto último es la esterilidad y ello no hace inválido el Matrimonio pues en ese caso sí se desea y se quiere tener niños).

1  Damos otra definición clásica de Matrimonio, que está tomada de un medieval, que era un punto común de los estudios medievales, por lo menos en el Siglo de Oro de la Edad Media (el mismo Santo Tomás estudió de este autor y su obra); nos referimos a Pedro Lombardo, “El Maestro de las Sentencias”, y su definición dice así: “Es la unión marital de un varón y una mujer, formando comunidad indivisa de vida”.

2 Padre  Antonio Royo Marín OP, “Teología Moral para seglares”, Tomo 2, Naturaleza del Matrimonio, Capítulo 1: El Matrimonio en general, punto “E”: Fin. Nota: Referenciamos esta obra en su edición anterior al Concilio Vaticano II.

Siendo así las cosas, siendo que el fin más importante es la procreación de los hijos, de allí que LA FAMILIA NUMEROSA siempre ha sido la gloria del Catolicismo, una gloria y un “pundonor” entre nosotros los católicos. Pero hoy, la familia numerosa está casi extinguida, y ello no puede ser así. Debemos volver a la familia numerosa, como era antes y como debe volver a ser hoy. Así eran nuestros abuelos o nuestros bisabuelos, con diez o doce niños, con los niños que Dios mande.

“Padre, pero eso de tener muchos niños es muy sacrificado y cuesta dinero”. Sí, pero es muy hermoso, y es lo que corresponde. Si una persona se casa, está muy bien y mis respetos, pero esa persona debe dar a Dios lo que Dios espera de los casados: antes que nada NIÑOS, pues para eso ha creado Dios el Matrimonio, y eso hace al fin principal del mismo.

“Padre, pero eso ya nadie lo hace, ya nadie tiene muchos niños”. Tal vez, pero eso no justifica nada. El fin principal del Matrimonio está en la procreación de los niños, eso es lo correcto. Y la familia numerosa santifica mucho a los esposos, y también al resto de los hijos o hermanitos, les ayuda sin duda para llegar al Cielo. A todos nos sirve la vida sacrificada, y a ustedes: una hermosa familia numerosa.

-La anticoncepción, la plantificación, la contracepción, o como quieran llamarla, es un pecado mortal y eso lleva a la condenación eterna.

“Padre, ya no existen las familias numerosas”. Falso: Sí que existen. En Argentina, los sacerdotes de Mons. Lefebvre -me permito decir- “tenemos el honor” de haber conseguido que haya muchas familias numerosas, y el lugar de Argentina donde más familias numerosas hay es en Mendoza: Allí hay familias de 13 niños, de 11 niños, de 10 niños, etc; en el caso de uno de ellas, en una familia, entre 7 hermanos casados, han tenido 63 niños. En Mendoza, entre nuestros feligreses, la familia numerosa tenía un reinado absoluto. Y aquí en Colombia debe ser también así. Lo triste es que aquí en Colombia la obra de Mons. Lefebvre llegó hace 25 años o más, y no hay familias numerosas.

-Voy a contar algo real: Hace ya más de 7 años, cuando yo llegué a Colombia (creo que fue un martes) y días después fue mi primer domingo “en mi nuevo destino”, llegó el momento de dar mi primera prédica, mi primer sermón, mi primer vistazo ante la feligresía en pleno. Se acaba el Evangelio de la Misa, y cuando levanto la vista por primera vez ante todos los fieles reunidos, quedé impresionado: Veo la asamblea de los fieles, y me dije para mis adentros “qué pasa aquí: no hay niños”. Imagínense: yo venía de Mendoza: lleno allí de niños. También me dije “esto no puede ser, con la gracia de Dios: vamos a hacer algo”. Y desde entonces, ustedes son testigos, durante estos 7 años hemos insistido en las prédicas, en los escritos, en los Retiros Espirituales, en los cursos matrimoniales, en las conversaciones… SOBRE EL TEMA DE TENER NIÑOS Y LA FAMILIA NUMEROSA. Y hemos tenido la alegría de que los niños han empezado a llegar en un cierto número, los matrimonios empiezan con sus niños: Dos matrimonios jóvenes, de mis primeros fieles colombianos, ya tienen 6 niños cada uno; hay otro matrimonio o dos que creo van por el quinto niño.

-También ustedes saben que en los Retiros Espirituales mostramos fotos, “a colores”, de las familias numerosas de Argentina, de nuestros fieles de allá. Pero venimos diciendo, y seguiremos haciéndolo: “Nosotros no queremos mostrar más fotos de familias numerosas de Argentina, queremos mostrar familias numerosas co-lom-bia-nas”. UNA ANÉCDOTA GRACIOSA: Después de una conferencia así, en unos Retiros de Hombres, se me acerca uno de los caballeros y me pregunta: “Padre, ͎a partir de cuántos hijos uno clasifica para la foto?”. “Mínimo seis”, le respondí͙; hace tiempo no lo veo, no sé cómo andará “la producción”. Y así espero entonces, “espero”, que nuestros fieles tengan muchos niños, y que prontamente se puedan mostrar fotos de familias numerosas colombianas, para sonrisa de Dios en el Cielo, y para gloria de la Patria en la tierra.

Y el mundo moderno, al contrario, dice: “No tengas hijos, o ten sólo uno, o cuanto mucho dos -la famosa parejita colombiana-; o si te enloqueces, si te vuelves loco: ten como ultra-máximo tres”.

Respondemos: NO, NO Y NO. La anticoncepción, la contracepción, la planificación, o como quieran llamarla, es un pecado mortal, eso manda al Infierno, la condenación eterna. Va contra el ideal hermoso y santo de la familia numerosa.
¡El mundo moderno!: En una prédica no se pueden decir o explicar todas las cosas, pero al menos hagamos una enumeración de los pecados del Matrimonio que van contra el fin principal de tener niños, y que son un pecado mortal (aunque, repetimos, no será todo, ni se puede explicar todo), mas cada uno sabrá si escoge la condenación eterna.

(1) El uso de los preservativos: Usarlo es un pecado mortal, no admite ninguna excepción.

(2) El uso de las píldoras, pastillas anticonceptivas, o pastas (como dicen aquí en Bogotá). También las inyecciones anticonceptivas, o el Yadel en el brazo (que está muy de moda), o las vendas anticonceptivas. Usar estas cosas, además de ser un pecado mortal, tiene efectos abortivos. “Padre, solamente las píldoras del día después o anticonceptivos de emergencia tienen efectos abortivos”; no dama o caballero: los anticonceptivos comunes también tienen efectos abortivos, y eso los hace peores antes Dios.

(3) El uso de la T de cobre (u otras T con hormonas), el dispositivo, el DIU (dicen en mi país): Esto es otro pecado mortal, y estas cosas son más abortivas todavía que las píldoras. Y hay mujeres que saben que dichos dispositivos, o las T, son abortivas y no les importa, no les importa llegar a matar un niñito propio: Qué responsabilidad tan grande ante Dios. Evidentemente que para poder obtener el perdón de Dios, una mujer se tiene que quitar eso.

(4) También están las operaciones para no tener hijos. En las mujeres, cortarse las trompas o Pomeroy, o la ligadura de trompas. En los hombres, la vasectomía. Es una vergüenza que una persona esté dispuesta a cortarse una parte de su propio cuerpo (que Dios le dio sana) para no tener hijos, eso una mutilación y eso va contra la dignidad de los seres humanos. Obviamente que es un pecado mortal. En principio, aunque no podemos aclarar todo, hay que volverse a operar para arreglarse el propio cuerpo, esto es necesario para que Dios perdone ese pecado (es la famosa reparación del daño causado); el problema es que aquí en Colombia es totalmente gratis para cortarse, y hay que pagar “particular” (pagar del propio bolsillo) para volver a unirse lo cortado3 (cualquier duda: preguntar al sacerdote).

(5) Dentro del Matrimonio, los pecados más aberrantes son LA CONTRANATURALEZA. Por pudor no se pueden explicar, pero sí enumerar; al menos 4: Onanismo, sodomía (son 2 tipos de sodomía), y lo que la Teología llama el pecado de impureza solos entre esposos.

Fuera de todo lo anterior (es otra clasificación), finalmente debemos hablar o al menos nombrar “EL RITMO O LOS DÍAS DE INFERTILIDAD DE LA MUJER”. Hay gente que cree que eso se puede usar con total libertad. Eso es falso. Se trata de un voluntario indirecto. No se puede explicar todo, pero digamos al menos que si no hay causa grave proporcionada que justifique ante Dios el estar pendiente de ello, también es pecado “el ritmo”: Así lo enseñó el Papa Pío XII (y hasta Paulo VI habla de ello). Ejemplos que justifican: “grave” peligro para la salud (v.gr. riesgo de muerte para la mamá), o “grave” penuria económica (v.gr. no tener para comer, etc). Hay que terminar con la mentalidad anticonceptiva, y hay que entender de una vez que el Matrimonio es para tener niños: POR LA SANTIDAD DE LA VIDA CATÓLICA, POR LA SANTIDAD DEL MATRIMONIO.

Seguiremos, Dios mediante, la semana que viene.                        

AVE MARÍA PURÍSIMA.

3 El pago “particular” para volver a unirse lo cortado (por Pomeroy, cortarse las trompas, vasectomía) es caro, pero no es “tan” caro: Tiene un costo aproximado de (pesos colombianos) $ 4.500.000.