23° Domingo después de Pentecostés 2018

Fiesta de Cristo Rey, El Liberalismo y el Comunismo, Prédica 1.

(Domingo 28 de octubre de 2018) P. Altamira.

(Introducción) 

Queridos fieles: 

 Hoy, último domingo de octubre, es la Fiesta de CRISTO REY. Esta fiesta fue introducida en la Liturgia Católica por el Papa Pío XI, en la  primera mitad del Siglo XX, a través de su Encíclica “QUAS PRIMAS” (año 1925). 

 En dicha encíclica, el Papa insistió con justicia en verdades eternas, perennes: El dominio total y absoluto de Dios Nuestro Señor Jesucristo  sobre toda la Creación, y, de allí, la realeza también “social” de Cristo, es decir: Él debe ser Rey y Señor de todos los Estados, países y  naciones. Y decimos que el Papa Pío XI insistió “con justicia”, porque dichas realidades y verdades eran y “son” dejadas de lado de más en más por los políticos modernos y sus ideologías políticas, a través de toda la influencia social de aquellos 2 grandes sistemas enemigos de  Dios Nuestro Señor Jesucristo y de su Santa Religión Católica, y a través de todas las diferentes variantes de ambos. 

(Cuerpo 1: Dios y la Verdad, Dios y su Catolicismo, frente a los Estados) 

 En cuanto a aquellas verdades eternas, que hacen a la realidad, y refieren a lo que las cosas son, y sobre las cuales el Papa Pío XI, y todos  los Papas en realidad, han tenido a bien insistir, encontramos: 

-Dios es Dios, y se le debe reconocer como Amo y Señor en todos los ámbitos del ser humano, lo cual lleva por supuesto el ámbito social o de los  Estados y países; Dios es la Santísima Trinidad; Nuestro Señor Jesucristo es Dios (Segunda Persona de la Trinidad Santa); Dios tiene una sola  Religión, dicha Religión es la fundada por Él mismo y por sus Apóstoles: la Católica Apostólica y Romana; los Estados o países no pueden ser  indiferentes en materia religiosa o profesar una religión falsa, a los Estados les compete y están obligados –como personas morales que son- a lo  mismo que la persona individual y concreta, es decir: Los Estados están obligados a rendir culto al único y verdadero Dios: la Santísima Trinidad,  y a hacerlo a través de su única religión: la Religión Católica Apostólica y Romana

-Por supuesto que al hablar de Catolicismo, no incluimos allí esta falsificación que han creado con el Concilio Vaticano II, la llamada Religión  Moderna o Modernista (o Religión del Hombre, o Religión Humanista, o Religión del Gobierno Mundial), pues sin duda que eso no es la Religión  Católica, con el Concilio Vaticano II “ellos han creado otra cosa que no es la Religión Católica”

-Pero volviendo a las naciones y países, lo expresado implica –entre muchas cosas- que el Catolicismo debe ser la única religión oficial del Estado (la confesionalidad católica del Estado), y que todas sus leyes, costumbres, vida social, vida política, instituciones, magistraturas, la educación toda (en todos sus niveles), los funcionarios, los días feriados (o festivos), las fiestas nacionales, el arte, etc, en definitiva “todo” lo del Estado debe (o debería) estar gobernado según Dios y según su Catolicismo, que es lo mismo que decir: debe estar gobernado según la Verdad. -Por otro lado, decíamos hace unos momentos: “Dios es Dios”, ¡y claro que lo es!, y por ello Él es Dueño y Señor de todo lo creado: Todo lo creado  le debe rendir culto y pleitesía. Y en lo que estamos hablando: Nación por nación debe hacerlo. Colombia, Argentina, Europa toda, toda el Asia (Arabia Saudita, Irán, Japón, la India, la China), toda el África, Oceanía, etc, etc,: todas esas naciones y países deben rendir culto al Verdadero Dios  y en su única Religión; así como deben hacerlo todos y cada uno de los individuos concretos. Porque Dios es dueño de todo, de todos y cada uno  de nosotros, de todos y cada uno de los países, ¡y hasta de la última piedra perdida en Saturno! “¿Padre: eso incluye los países musulmanes, los  países budistas, los comunistas? Por supuesto que sí; y si ellos no lo hacen (tampoco lo hacen nuestros países, otrora católicos), esto es una  cuestión de “hecho” (un mal de hecho), pero que no quita lo que las cosas son y deberían ser, no quita los principios, la Verdad. Y este “hecho” (el  rechazo de Dios Nuestro Señor Jesucristo por los países) tampoco quita lo que las cosas van a terminar siendo cuando Cristo reine, cuando Él  venga con su Parusía, en gloria y majestad. 

(Cuerpo 2: Dios y la Verdad, Dios y su Catolicismo, frente a sus 2 grandes enemigos en política) 

 En cuanto a los 2 grandes sistemas políticos enemigos de Dios y de su Catolicismo, ellos son el Liberalismo y el Comunismo, y en esos 2  sistemas debemos incluir a todas las interminables variantes mezcladas o derivadas de ellos: Los partidos que no se llaman liberales pero  que en el fondo sí lo son, todos los distintos tipos de Socialismo, y cientos de variantes más. 

-Comencemos haciendo notar que ambos sistemas son malos, y que tanto el Liberalismo como el Comunismo han sido condenados en repetidas  oportunidades por los Papas en los documentos y encíclicas de la Santa Iglesia Católica. 

-Otro punto a hacer notar desde el comienzo, es que frente a gente buena y bien intencionada pero sin verdadera formación, se utiliza UNA FALSA  DILÉCTICA, y así se engañan buenas voluntades, y se malogran y neutralizan esfuerzos e intentos de hacer algo por la Patria (pensamos en los  argentinos que han estado viniendo a Colombia tan seguido últimamente: Nicolás Márquez y Agustín Laje; al primero de ellos lo conocí en una  conferencia en Mendoza y al día siguiente –cosas de la Providencia- coincidimos inesperadamente en un viaje de algunas horas y algo pudimos  hablar allí). Esa mencionada FALSA DIALÉCTICA consiste en presentar y pretender mostrar o hacer creer a la gente que el Liberalismo está opuesto  al Comunismo. Esto es totalmente falso, o al menos –expresado así- muestra una gran superficialidad, y, como dijimos, tanto uno como otro (con  sus innumerables variantes) son malos y condenados por la Iglesia (ya veremos más). 

-“Pero usted nos está enseñando política, y los sacerdotes no se deben meter en política”. Falso: A todo sacerdote católico le compete dar la  Verdad, y la Verdad abarca todos los ámbitos del ser humano, incluyendo la política. Y tan falso es decir algo así, que basta ver la cantidad enorme  de documentos y encíclicas que los Papas han escrito para dar luz y Verdad en “política”. La política es la actividad humana más elevada e  importante, y Dios y la Verdad fluyen en todo el quehacer humano incluyendo el más importante: El gobierno de la Polis. No hay ámbito de la  actividad humana que no deba ser gobernado por Dios, por la Verdad. Decir lo contrario “es insultar a Dios”, pues significa decir que a Él le  compete tan sólo una parte de nuestras vidas pero no todos los ámbitos de ella (y algunos “políticos” dicen: “ninguna parte de nuestras vidas”). La  Santa Iglesia Católica, en todas las épocas, en la Edad Antigua, en la Edad Media, en nuestra Edad Moderna, ha enseñado la Verdad sobre todos  temas, incluyendo sin duda “la política”, y lo ha hecho principalmente a través de los vicarios de Dios Nuestro Señor Jesucristo, a través de los  documentos y encíclicas, a través de los Papas. En todos nuestros países, otrora católicos, ha habido enormes cantidades de colecciones de  documentos de los Papas sobre política. Por nombrar tan sólo dos, de nuestra amada Madre Patria España, y que impresionan por su  voluminosidad: La primera, “Doctrina Pontificia. Documentos Políticos” (BAC, Madrid, año 1958) tiene apenas 1073 páginas, y eso que esta colección  comienza tan sólo en el año 1846 con el Papa Pío IX. La segunda, “Doctrina Pontificia. Documentos Sociales” (BAC, Madrid, año 1959) tiene apenas 1235  páginas y comienza prácticamente en 1831 con el Papa Gregorio XVI (aunque se toma también algo de otro Papa anterior). También podemos  mencionar una breve, pero muy bien seleccionada, colección de documentos de los Papas, realizada en Argentina, bajo el título de “LA IGLESIA Y EL  LIBERALISMO” (Editorial Iction, Buenos Aires, año 1985), y en este caso los documentos comienzan en el año 1775, con el Papa Pío VI (Siglo XVIII), el cual es el Papa que gobernaba la Iglesia Católica cuando la Revolución Francesa y que por supuesto condenó sus enseñanzas; en dicha colección, los  documentos políticos continúan hasta bien entrado el Siglo XX; nombremos los Papas que allí están reseñados por sus enseñanzas políticas en  contra del Liberalismo: El Papa Pío VI; el siguiente: el Papa Pío VII; los siguientes: el Papa Gregorio XVI, el Papa Pío IX, el Papa León XIII, el Papa San  Pío X, el Papa Benedicto XV (no confundir con Benedicto XVI que todavía está vivo y es un liberal que está dentro de la falsa Iglesia Moderna);  sigamos: el Papa Pío XI, del Papa Pío XII; hasta ponen algo de Juan XXIII, que si bien era un liberal (el liberal es un contradictorio), tiene también  “algo” en contra del Liberalismo. En conclusión: A la Iglesia Católica y a sus sacerdotes nos compete hablar no de la “politiquería” de hoy, sino de  la “Alta Política”, de “la Política de Dios Nuestro Señor Jesucristo”, que es “la Política de la Verdad”, la cual construyó Europa y la Cristiandad  Europea, la cual construyó la verdadera Civilización Occidental, que agoniza hoy, y sobrevive en lo poco de bueno que le va quedando al Viejo  Mundo, el cual periclita y muere, está muriendo (y más rápido –creo- que nosotros, Hispanoamérica). 

(Cuerpo 3: Liberalismo y Comunismo, y ejemplos de condenas en su contra) 

 Podemos definir el Liberalismo como aquella doctrina pseudo-religiosa, filosófica, política y social, que establece la plena autonomía del  ser humano frente a Dios, pues el hombre es ley de sí mismo, el hombre se da su propia ley (es autónomo), al hombre se le debe reconocer  y dar libertad de hacer lo que quiera, libertad omnímoda o casi omnímoda, o libertad –cuanto mucho- con “algunos” límites pero  establecidos por el hombre mismo y no según por el ser y naturaleza de las cosas, y no por la naturaleza de las conductas humanas, sino  según puro y propio criterio humano, en definitiva con prescindencia de Dios: EL HOMBRE SE VUELVE DIOS, estamos dentro del humanismo y del naturalismo. En esta definición tipo-descriptiva del Liberalismo, comenzamos haciendo alusión a su aspecto pseudo-religioso porque EL  LIBERALISMO SE PRESENTA COMO UN FALSO MESIANISMO: “LA SALVACIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE MISMO”, y porque el Liberalismo es una  herejía, y la máxima herejía, como bien lo demuestra ese gran sacerdote español del Siglo XIX, Don Félix Sardá y Salvany, en su magistral  libro “EL LIBERALISMO ES PECADO”

-Muchos ejemplos se podrían dar de condenas al Liberalismo hechas por los Papas. Tan sólo a modo de ejemplo, escuchemos esta vez sólo al Papa  León XIII: “Estas doctrina [las doctrinas del Liberalismo]… que repercuten poderosísimamente en el orden de la sociedad civil, han sido siempre condenadas por los Romanos Pontífices, nuestros predecesores, plenamente conscientes de la responsabilidad de su cargo apostólico”, Encíclica  “Immortale Dei” (año 1885). Otra cita: “Son ya muchos los que, imitando a Lucifer, del cual es aquella criminal expresión: no serviré, entienden por  libertad lo que es una pura y absurda licencia. Tales son los partidarios de ese sistema tan extendido y poderoso, y que, tomando el nombre de la  misma libertad, se llaman a sí mismos liberales”, Encíclica “Libertas” (año 1888); en esta encíclica (tal vez de las más famosas) el Papa también se  expresa sobre los distintos tipos de liberales: los que toman las doctrinas liberales en forma más radical y los liberales moderados o  conservadores, y condena o censura por supuesto a ambos, pues ambos son malos y reprobables; de estas palabras del Papa León XIII se dio lo  que luego se convirtió en una clasificación “clásica” de Liberalismo y de los liberales dentro de la enseñanza política católica: EL LIBERALISMO Y LOS  LIBERALES DE PRIMER GRADO, DE SEGUNDO GRADO Y DE TERCER GRADO. Escuchemos otras palabras de esta Encíclica “Libertas”: “es totalmente  inconcebible una libertad humana que no esté sumisa a Dios y sujeta a su Voluntad. Negar a Dios este dominio supremo… no es libertad sino  abuso de la libertad y rebelión contra Dios. Es ésta precisamente la disposición de espíritu que origina y constituye el mal fundamental del  Liberalismo…”. 

 Vamos ahora al Comunismo. Podemos definirlo como aquella doctrina igualmente pseudo-religiosa, filosófica, política y social, que  defiende una organización de la sociedad con total o casi total prescindencia de Dios y de su única Religión (“la religión es el opio de los  pueblos”), poniendo todo en manos del Estado, y accionando –por supuesto, y al igual que el Liberalismo- con criterios puramente humanos  y humanistas (naturalistas), pero con tan sólo UNA DIFERENCIA DE MÉTODO O DE FORMA DE TRABAJO con respecto al Liberalismo, pues el  Comunismo propugna que todos los medios económicos y la propiedad privada, en realidad todo tipo de actividad social, estén en manos  del Estado (y con estos malos principios), y el Liberalismo pone esto en forma principal en los particulares. 

-Fíjense que ambos, Liberalismo y Comunismo, son proyectos o sistemas políticos de UN FALSO MESIANISMO, “del hombre por el hombre mismo”,  SISTEMAS PSEUDO-RELIGIOSOS, la “salvación” (materialista) conseguida por sólo el hombre, “el intento del Paraíso en la tierra con prescindencia  de Dios”, y éste será el mismo planteo del Anticristo y de su Falso Profeta. En definitiva, Liberalismo y Comunismo trabajan para el mismo  “Patrón”, que por supuesto no es Dios sino “el mono de Dios” y “la ciudad del hombre y de Satanás”, ambos trabajan para el Gobierno Mundial, para la Globalización. Y la “FALSA DIALÉCTICA” que se presenta entre ellos (se pelean entre ellos), es por cuestiones de método o de forma de  trabajo, pero no por su médula más íntima. También hagamos notar que, con ser ambos tan malos y tan –en última instancia- contra Dios, y con  tener ellos gente muy inteligente “que sabe lo que hace” (Masonería y otras “yerbas”), en ambos puede haber gente buena (y creo que la hay) engañada y sin verdadera formación, que al no conocer ni discernir estas cosas, es “usada” y “utilizada”. 

-Ya vimos ejemplos de condenas contra el Liberalismo, veamos ahora una condena contra el Comunismo, pero muy tajante. Es el Papa Pío XI, en su  Encíclica “Divini Redemptoris” (año 1937): “Procurad, venerables hermanos, con sumo cuidado que los fieles no se dejen engañar. EL COMUNISMO  ES INTRÍNSECAMENTE MALO, y no se puede admitir que colaboren con el Comunismo, EN TERRENO ALGUNO, los que quieren salvar de la ruina a  la civilización cristiana. Y si algunos, inducidos al error, cooperasen al establecimiento del Comunismo en sus propios países, SERÁN LOS  PRIMEROS EN PAGAR EL CASTIGO DE SU ERROR…” (apartado 60 de dicha encíclica). 

(Conclusión) 

 Los temas son muy bastos, las prédicas se alargan… Pero la necesidad de enseñar, de enseñar la Verdad, y de dar luz, es enorme y es  imperiosa. Por ello, en honor de Dios Nuestro Señor Jesucristo, y PARA QUE ÉL REINE, para Cristo Rey, y para su Santa Religión Católica,  intentaremos seguir con estas enseñanzas el domingo siguiente. Y hacemos simplemente una invocación para terminar: Señor, Dios Nuestro Señor Jesucristo, danos la gracia de recuperarte Colombia, danos la gracia de recuperarte la Argentina, la Patria, nuestras  Patrias. Y aunque creemos que esto ya sólo será posible con tu Venida Gloriosa, con tu triunfante Parusía, danos igualmente el poder luchar,  enseñar, y poner “nuestro pobre grano de arena” en defensa de tu causa, la única causa por la que vale la pena vivir, luchar y morir.

AVE MARÍA PURÍSIMA.