2° Domingo de Adviento 2018

La Mujer del Apocalipsis.

(Domingo 9 de diciembre de 2018) P. Altamira.

(Introducción)

Queridos hijos:

Ayer fue la Fiesta de la Inmaculada Concepción, dimos algunas breves explicaciones –entre otras cosas- del Capítulo 12 del Apocalipsis que es utilizado para la Santísima Virgen, sea en la Liturgia Católica, sea en la iconografía de pinturas y estatuas. También explicamos que esa aplicación que se hace a la Santísima Virgen, si bien muy legítima, se basa en el llamado sentido figurativo, acomodaticio o traslaticio de la Sagrada Escritura, aclarando que SU SENTIDO LITERAL Y PROPIO, en esta visión-profecía, LA MUJER DEL APOCALIPSIS o LA MUJER PARTURIENTA, está referida a otra cosa, y no a la Virgen Santa.
El domingo de hoy trae, en su Evangelio, la figura de San Juan Bautista. Este mismo santo es relacionado por Dios Nuestro Señor Jesucristo con los eventos y profecías finales, pues Él lo compara con Elías, el cual “ciertamente vendrá y lo restaurará todo”, dice Cristo. Por otro lado, a Elías, muchos padres antiguos y exégetas le atribuyen el rol de lograr y ser el instrumento de la anunciada “CONVERSIÓN DE LOS JUDÍOS”, que es el tema que escogimos para la prédica de hoy.
Siendo así las cosas, y siguiendo el hilo de las profecías finales contenidas en la Biblia, y puesto que ayer decíamos de seguir explicando lo del Capítulo 12, LA CONVERSIÓN DE LOS JUDÍOS, dejaremos algo de lado –tal vez hasta la semana que viene- la figura de San Juan Bautista y su relación con Elías en la Segunda Venida de Cristo, para explicar más sobre el mencionado capítulo del Apocalipsis y “LA MUJER”. Nos basaremos en el segundo libro que escribió el Padre Leonardo Castellani sobre estos temas, “El Apokalypsis de San Juan”, cuya primera edición fue en el año 1963.

(Cuerpo)

(1) Una de las referencias para saber que en sentido literal y propio, AQUÍ NO SE HABLA DE LA VIRGEN, es el versículo 2, en el cual se nos habla de los dolores de parto de esta misteriosa mujer, cosa que en Nuestra Señora no se dio. Allí leemos de ella que: “estaba encinta, clamaba teniendo dolores de parto, y era atormentada –padecía- para dar a luz”.

(2) El Padre Castellani comienza su explicación diciendo que: “ESTA MUJER es símbolo de Israel, y alude a la conversión de los judíos -o de una parte de ellos- [hacia el Catolicismo] en los últimos tiempos, profetizada por San Pablo”, y el Padre hace alusión –en esta interpretación- a San Hipólito, San Victorino, San Agustín, San Beda y al español Beato de Liébana; esto lo dijimos ayer.

(3) Ayer también decíamos que LOS DOLORES DE PARTO de esta MUJER, el pueblo judío, bien se entienden, pues –leemos nuestra propia cita-: “el pueblo judío en su conversión hacia Cristo, para darlo a luz, para dar a luz a Cristo, para convertirse a Dios Nuestro Jesucristo, cuánto dolor, cuánto sufrimiento ha costado y costará al mencionado pueblo; cuánto tiempo ha llevado: dos mil años vagando fuera del Redentor, sin reconocerlo, sin convertirse a Dios, con todos los acontecimientos y circunstancias y castigos vividos durante esa extensión, y los nuevos sufrimientos que tal vez padecerá para que finalmente se dé su anunciada conversión…, e incluso tal vez otros sufrimientos que parece tendrá de parte del Anticristo con motivo de su entrada a la Iglesia Católica”.

(4) Sigamos con la explicación del Padre Castellani: EL HIJO VARÓN QUE NACE es sin duda Cristo. Dios Nuestro Señor Jesucristo es dado a luz por el pueblo judío en su conversión. Y no es el Cristo del Pesebre o del Calvario, sino el Cristo Glorioso, en su Parusía, con majestad y poder, pues –dice allí la profecía- “ha de reinar sobre todas las naciones con vara de hierro”. El diablo intenta “DEVORARLO AL NACER”, pues intenta frustrar el nacimiento de Cristo en el pueblo judío, frustrar su conversión.

(5) LA CONVERSIÓN DE LOS JUDÍOS: En el Apocalipsis hay tres alusiones a la conversión de los judíos y ésta es la principal. Santiago, en el Primer Concilio, el Concilio de Jerusalén, indica “Las Dos Venidas de Cristo”, “los gentiles” en la Primera y la restauración de Israel en la Segunda (Actas 15,14); dice él: “Varones, hermanos, escuchadme: Simón nos ha narrado cómo Dios nos visitó primeramente para sacar de entre los gentiles un pueblo para su Nombre… Después de esto RETORNARÉ Y REEDIFICARÉ EL TABERNÁCULO DE DAVID”, tabernáculo, casa, tienda, trono de David, son uno de los tantos nombres del pueblo judío. También Cristo dijo el Domingo de Ramos a los judíos: “En verdad os digo que ya no me veréis más, hasta que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor”, lo cual no puede sino referirse a la Parusía. Otros, el Prof. Zacarías, también hablan de la conversión de los judíos (Zac. 12,10).

(5 bis) EL TIEMPO O MOMENTO DE LA CONVERSIÓN: ¿cuándo será ese tiempo, antes o después de la manifestación del Anticristo? Los Santos Padres están divididos.

(1) ¿Qué es LA BATALLA que está allí narrada, entre Mikael y sus ángeles contra Satanás y sus ángeles? Algunos lo quieren atribuir a la caída en la creación de los ángeles. Todo muestra que ello es un error pues aquí estamos en los eventos finales, no iniciales, la Parusía. Lo que está allí narrado se muestra como una lucha misteriosa, entre ángeles, en los últimos tiempos.

(2) Satanás, el Diablo, condenado y vencido, conserva un poder grande, desconocido, porque no perdió el poder de su naturaleza angélica a pesar de su pecado y castigo eterno. El Diablo parece tener gran poder sobre la creación sensible, o al menos sobre la tierra, ya que el mismo Cristo lo llamó “el príncipe de este mundo”.

(3) Pero su gran poder parece cesar con la Parusía, “SU LUGAR NO FUE HALLADO MÁS EN EL CIELO”, lo cual concuerda con el encadenamiento de Satanás profetizado en el Capítulo XX del Apocalipsis. (4) Pero antes de esto, su furor, EN EL MUNDO SENSIBLE (“TIERRA Y MAR”), se redobla, “DESCENDIÓ TENIENDO UNA GRAN IRA”, porque sabe que “LE QUEDA POCO TIEMPO”. De hecho, en la vida del Papa León XIII (que murió en el año 1903), él compuso la oración de exorcismo de San Miguel Arcángel (que está en el Ritual, y muy abreviadamente al final de las Misas), se dice vio al Diablo, en su trabajo de maldad e intento de destrucción de la Iglesia, el cual –si recordamos bien- tenía 100 años para hacer su mala obra: “Le queda poco tiempo”.

(1) Si LA MUJER es un símbolo de la conversión de los judíos, si ella es el pueblo judío que “da a luz a Cristo”, se convierte a Él y a su Catolicismo, se entienden también así estas peripecias que les toca sufrir, pues el Dragón los perseguirá, EL DRAGÓN “PERSIGUIÓ A LA MUJER”. A los judíos les espera una gran persecución luego de su conversión.

(2) ¿Qué son “LAS DOS ALAS DEL ÁGUILA GRANDE” que le son dadas a este pueblo “para que volara hacia el desierto hacia su lugar”? Andrés de Cesarea dice que son “los Dos Testamentos”, según Primasius son “los Dos Testigos”, pero puede ser también otro el sentido.

(3) “EL DESIERTO” hacia donde vuela, “HACIA SU LUGAR”. Ya en el versículo 6, la profecía decía algo similar: “y la mujer huyó hacia La Soledad, e inmediatamente agrega “donde tenía un lugar preparado por Dios”. Pero ¿qué es EL DESIERTO nombrado en esta parte? Dice el Padre Castellani: Puede significar el abandono y desprecio proveniente de esa parte de los judíos que no se convierten; o el desprecio del mundo apóstata hacia esos judíos-nuevos-católicos (en realidad, el mundo desprecia a todo católico verdadero). También puede ser el lugar de un desierto “ut sic”, quizás el desierto de Moab aludido en Isaías (cap. 16): “esconde a los fugitivos y a los vagantes no descubras. Habitarán contigo mis prófugos. Moab, sé tú su escondite ante la faz del devastador” (traducción del Padre Castellani, desde la Vulgata).

(4) LOS TRES AÑOS Y MEDIO. La Sagrada Escritura dice que allí es alimentada durante un tiempo y tiempos y la mitad de un tiempo, fuera de la vista de la serpiente”. Un tiempo, tiempos (dos tiempos, se dice aquí), y la mitad de un tiempo: un tiempo: un año; tiempos o dos tiempos: dos años; y la mitad de un tiempo: medio año; todo esto da los famosos tres años y medio. Por otro lado, si volvemos al recién mencionado vers. 6, allí dice: “la mujer huyó hacia La Soledad, donde tenía un lugar preparado por Dios, para que allí la apacienten durante 1260 días”, los cuales son tres años y medio (calculando cada año 360 días), casi el mismo texto que el ver. 14 de esta última parte de la profecía. Y el que Dios mismo parezca encargarse del sustento de ella, muestra quizás la penuria y pobreza de estos judíos convertidos y de todo católico bajo el Anticristo.

(4 bis) El Dragón, el Diablo, y su representante en la tierra: el Anticristo, no le pierden el ojo a esta MUJER, a los judíos convertidos. El río que el Diablo arroja desde su boca para arrastrar a la mujer son tal vez las persecuciones utilizando los gobiernos, desde el mundo de la política y los Estados (el agua, el mar, el río mencionado: es el mundo de la política y los gobiernos o gobernantes de los países), el aparato estatal persiguiendo a estos nuevos católicos, a los judíos convertidos.

(4 ter) “Pero LA TIERRA ayudó a LA MUJER y se tragó el río”. Algo ocurrirá que ayudará a los judíos-nuevos-católicos (y tal vez evite su destrucción). Quizá sea algo religioso, algo proveniente de Dios, pues “LA TIERRA” en los símbolos de las profecías es el mundo religioso por oposición al agua o mar (que es el mundo de la política, en constante movimiento, cambiante y fluctuante como el agua de un río o del mar).

(5) Después de que LA TIERRA protegió a la mujer, “se enfureció el dragón, y se fue a hacer la guerra contra EL RESTO (LAS RELIQUIAS) del linaje de ella”. El resto de los hijos de la Mujer, tal vez sean los católicos no judíos, nosotros, los pueblos gentiles. Tal vez el demonio, al no poder seguir y llevar a término la persecución contra los judíos convertidos, se va buscando la destrucción de “el resto”, “los otros”, “las reliquias”, “lo que queda”, “el remanente”: los católicos de raza no judía, nosotros los gentiles, los goy o goyim (ya saben que aquí “gentiles” significa los de raza no judía, y que ojalá también podamos ser “amables o gentiles”); dice el Padre Castellani que Andrés de Cesarea, San Alberto Magno y todos los medievales así interpretan.

(6) Culmina el texto de este capítulo diciendo que el Dragón se para o “se puso de pie” sobre la arena del mar. ¿Por qué? Parece porque allí está esperando; ¿qué cosa?: el surgimiento del Anticristo, LA BESTIA DEL MAR, que es el texto inmediatamente siguiente (es el capítulo 13), y dice que surge del Mar (el mundo político). Pero la arena del mar, la playa, es el límite entre la tierra (la tierra firme) y el agua (el mar), porque el Diablo también esperará el surgimiento de “otra” Bestia, LA BESTIA DE LA TIERRA, o un máximo líder del mundo religioso, el cual servirá al Anticristo, y es llamado “El Falso Profeta”; los hemos dicho muchas veces: tal vez a Francisco le quepa este rol y el cumplimiento de esta profecía.

(Conclusión)

Terminamos con estas palabras este largo comentario y prédica: Los importantísimos e interesantísimos temas de las profecías finales y sus épocas; ¡y con mayor razón, pues se muestran o parecen nuestras épocas! Hablando de la conversión de los judíos, no sabemos si el próximo domingo, entonces, hablar del Profeta Elías, el cual parece será el instrumento de Dios en esta conversión (Elías volverá); y Cristo lo compara con San Juan Bautista. Pero ahora, dejamos aquí.

AVE MARÍA PURÍSIMA.