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7° Domingo después de Pentecostés 2017

Fiesta de la Santísima Trinidad, Prima Pars Santo Tomás, Sermón 3 parte 1.

(Domingo 23 de julio de 2017) P. Altamira.

(Introducción)

Queridos fieles:

Hace algo más de un mes atrás, comenzábamos a predicar sobre la Santísima Trinidad, la realidad, la Verdad y el misterio más grande de nuestro Catolicismo, de la única religión verdadera. Tema difícil; los sacerdotes casi no predicamos de Ella, y ello no puede ser así, porque es lo más importante de todo.
Santo Tomás de Aquino aborda el tema en la Prima Pars de la Suma: Cuestiones 27 a 43. En nuestro plan de prédicas, íbamos a hacer tres, las cuales correspondían a las tres primeras cuestiones.
Primero, predicamos de la cuestión 27: “De origine, sive de processione: Sobre el origen, o sobre la procesión”.
Segundo, predicamos de la cuestión 28: “De relationibus divinis: Sobre las relaciones divinas” (o relaciones de origen).
Está pendiente predicar de la cuestión 29: “De Personis divinis: Sobre las personas divinas”, es una cuestión teológica y metafísica, no espiritual, y usamos la palabra metafísica según la filosofía de siempre (no según esas lecturas y libros modernos de metafísica –no sé si esotéricos-, que de metafísica no tienen nada).
Así y todo, hay que entender que esto es tan sólo el comienzo, sólo 3 cuestiones dentro de 17 que son en total.
Pero volviendo a nuestro plan de prédicas, como ha pasado un mes, ésta será “una prédica de repaso”, para retomar y recordar el tema, y para que –Dios mediante- el domingo próximo podamos acabarlo, por lo menos para este año 2017.

(Cuerpo: Repaso de lo anterior)

Primero, la cuestión 27: “Sobre el origen o procesión”.
A) La Sagrada Escritura habla de “procesión”, Cristo dice “Yo he procedido del Padre: Ego ex Patre processi” (Juan 8,42). Santo Tomás nos enseña cómo es esa procedencia o procesión u origen:

B) Hay dos tipos de procesiones:
(1) Una procesión que es “ad extra” (hacia afuera), como la causa que produce un efecto; esta procesión no corresponde en la Trinidad.
(2) Pero hay otro tipo de procesión que es “ad intra”, que permanece y PROCEDE dentro del mismo sujeto que obra.
(2 bis) De este último tipo, en una naturaleza intelectual, como es el hombre, hay solamente dos: a) En nuestra inteligencia que tiene una procesión (o acción) interna que produce un concepto de la cosa conocida o “verbo” (palabra que también significa concepto). Y: b) En nuestra voluntad, la cual tiene una procesión o acción interna, llamada “procesión de la voluntad” (también llamada “procesión del amor”), la cual produce “algo” que no tiene un nombre tan específico, y que se ha dado en llamar “Spíritus”, pues es una palabra que expresa cierto impulso (ya que por la voluntad o el amor alguien es empujado o movido, y se produce un “impulso”).
(3) Ésta es la semejanza que se utiliza para Dios, pues Dios también es una naturaleza intelectual. Las procesiones en Dios, en este tema de la Trinidad, son ad intra (internas), y solamente pueden ser esas dos: La procesión de la inteligencia, y la procesión de la voluntad o del amor.

C) Estas procesiones recién mencionadas son en la misma naturaleza de Dios, porque en Dios es lo mismo su entender (o su querer) que su esencia o que su ser (su esse).

Segundo, repasemos la cuestión 28: “Sobre las relaciones divinas” (o “relaciones de origen”).
Y en primer lugar, damos esos conceptos básicos de la filosofía que ya habíamos mencionado:

1. Sustancia: La sustancia es aquella realidad a cuya esencia le compete ser en sí, y no en otro sujeto (por ejemplo: hombre)1.

2. Accidentes: Los accidentes son aquellas realidades a cuya esencia le compete ser en otro, el cual es su sujeto (el color es un accidente, el cual “es en otro”: se da, es, en el hombre –por ejemplo-).

2 bis. Los accidentes son 9. Uno de ellos es la relación, que es el que más nos interesa para la Santísima Trinidad. Entonces:

3. Relación: La relación es el accidente a cuya esencia le compete la referencia (u ordenación) de una cosa hacia otra. La relación siempre conlleva dos extremos opuestos o contrapuestos entre sí (por ejemplo: en la relación paternidad, uno tiene en un extremo al padre, y en el otro extremo al hijo).

3 bis. *Aclaremos un punto, el cual nos interesa a causa de la Santísima Trinidad: De toda procesión o procedencia (cuando algo procede de otro) surgen dos relaciones (cada una marcada por cada uno de los dos extremos):
a) La RELACIÓN del que procede (v.gr. “la relación del hijo”: porque el hijo procede del padre); y
b) la RELACIÓN de aquello desde lo cual procede (v.gr. “la relación del padre:” porque el padre es aquello desde lo cual o a partir de lo cual procede el hijo).

3 ter. *Un último punto, dentro de las relaciones, el cual también nos interesa por la Santísima Trinidad. Las relaciones pueden ser reales o de razón.
a) LAS RELACIONES REALES son aquellas que existen en la realidad y además son del mismo orden o de la misma naturaleza (por ejemplo: la relación de un hijo con respecto a su padre); también son relaciones reales aquéllas que se dan por la dependencia de una cosa hacia otra.
b) LAS RELACIONES DE RAZÓN son aquellas que se dan por la acción de nuestra inteligencia que compara cosas independientes entre sí, y/o de distinta naturaleza, y/o de distinto orden (por ejemplo: comparar el hombre con el animal como la especie con el género); etc2.

1 También se distingue entre sustancia 1ª que es el subsistente, y sustancia 2ª que es la esencia.
2 Las relaciones de razón también se dan cuando la inteligencia compara cosas que no existen en la realidad.

Vamos ahora a la Suma Teológica sobre “LAS RELACIONES” en este tema de la Santísima Trinidad.
A) Lo primero que se enseña Santo Tomás es que en Dios hay relaciones “REALES (art 1).Y explica (resumen):
Aquellas cosas que son llamadas “relación”, tienen, en cuanto a su esencia, la sola referencia a otro u a otra cosa.

(1) Esta referencia a otro a veces está en la misma naturaleza de las cosas, es el caso de cosas que están ordenadas entre sí según su misma naturaleza, como un hijo con respecto a su padre; y en este caso se trata de relaciones REALES.

(2) Pero a veces la referencia a otro está solamente en la acción de nuestra inteligencia que compara una cosa con otra, aunque sean de distinto orden o naturaleza, y entonces se trata de una relación solamente de RAZÓN.

(1 bis) Volvamos al primer caso, a las relaciones REALES: Cuando algo procede de un principio de la misma naturaleza, como el hijo que procede de su padre, uno y otro, a saber “el que procede” y “aquel a partir del cual procede”, tienen la misma naturaleza. Por lo tanto, puesto que las PROCESIONES en Dios son en la misma naturaleza, como se mostró en la cuestión anterior, es necesario que las RELACIONES, que surgen de esas procesiones, sean relaciones REALES (por ser de la misma naturaleza).

B) Segundo, Santo Tomás se pregunta si “la relación” en Dios es lo mismo que “la esencia de Dios” (art 2). Leemos:
(1) La “relación”, si se la considera según su esencia, tiene un esse ad (un ser hacia), pues hace referencia a otro o hacia otro, y ese otro se encuentra fuera del sujeto en el cual ella está.3

(2) Pero la “relación”, si se la considera según que es uno de los 9 accidentes, tiene un esse (un ser) accidental, que consiste en “ser en otro”.

(3) En la Trinidad, debemos que considerar que el esse (el ser) accidental de todo accidente (la relación es uno de ellos), cuando es transferido a Dios tiene un esse (un ser) sustancial: pues nada es en Dios (dentro de Dios) como un accidente, sino que cualquier cosa que es en Dios ES SU MISMA ESENCIA, y tiene el esse (el ser) de la misma esencia divina: un esse (un ser) sustancial (y no accidental).
De allí que, cualquier cosa que es en Dios, es algo totalmente idéntico a la esencia divina, y por lo tanto, la relación es lo mismo que la esencia divina.

3 Por ejemplo, si alguien tiene la relación llamada “filiación”, esta relación hace referencia a algo que se encuentra fuera del hijo, fuera del que tiene dicha relación: y es la referencia a un padre.

C) Luego se preguntará “si las relaciones que hay en Dios, se distinguen realmente entre sí” (art 3). Damos un resumen:
(1) Dijimos que la esencia de la “relación” hace que haya una referencia DE UNA COSA hacia otra. Esta misma referencia hace que una cosa esté “OPUESTA” a la otra (o contrapuesta), como ocurre en toda relación (por ejemplo: “engendrador” está opuesto o contrapuesto a “engendrado”; “padre” está opuesto o contrapuesto a “hijo”).

(2) En una “relación REAL”, la oposición (que toda relación conlleva) es también “real”, y esto incluye entonces una distinciónreal” de los extremos de la oposición (hay distinción real entre engendrador y engendrado; hay distinción real entre padre e hijo).

(3) En Dios la relación es real (lo vimos hace unos momentos), la oposición –por lo tanto- es real, y –también por lo tanto- es real la distinción entre los opuestos, no según la esencia divina (con respecto a la cual estos elementos son idénticos y hay suma unidad), sino según cada uno de los opuestos entre sí [según cada uno de los extremos, como entre engendrador y engendrado, o como entre padre e hijo].

D) La última enseñanza (art 4):
(1) DE TODA Y “CADA” PROCESIÓN (cuando algo procede de otro) surgen DOS RELACIONES:
a) La relación del que procede (por ejemplo: la relación del engendrado, la relación del hijo, “filiación”), y
b) la relación del principio desde el cual procede (por ejemplo: la relación del engendrador, la relación del padre, “paternidad”).

(2) Santo Tomás, en la primera cuestión (la primera prédica), nos ha enseñado que en Dios solamente hay DOS PROCESIONES INTERNAS (la de la inteligencia y la de la voluntad), y por lo tanto habrá DOS RELACIONES por cada una de ellas; siendo cuatro relaciones en total.

(3 a) Y así: La PROCESIÓN del intelecto es llamada “generación”. De ella surgen, como de toda procesión, DOS RELACIONES:
a) La RELACIÓN del principio desde el cual uno procede, la cual se llama “paternidad”. Y:
b) La RELACIÓN del que procede de ello, la cual se llama “filiación”.

(3 b) Y la PROCESIÓN de la voluntad (o procesión del amor), la cual no es llamada con un nombre propio porque no lo tiene. Como ocurre con toda procesión, de ella surgen DOS RELACIONES, pero estas dos, por lo mismo anterior, tampoco tienen un nombre propio. Mas sin embargo:
a) La RELACIÓN del principio desde el cual uno procede, se dio en llamar “espiración”. Y:
b) La RELACIÓN del que procede de ello, se dio en llamar “procesión”.
Aunque estos dos nombres sean de la misma procesión y no de las relaciones.

(Conclusión)

Con esto, Dios mediante, dejamos allanado el camino, para concluir el domingo próximo con lo que queríamos predicar este año.
El domingo próximo serán conceptos de teología y de metafísica sobre las Personas Divinas. No hablaremos desde el punto de vista espiritual.

AVE MARÍA PURÍSIMA.