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4° Domingo de Cuaresma 2022

Rito sacerdotes modernos, Prédica 2.

(Domingo 27 de marzo de 2022) P. Altamira.

«Todo en María y por María»

Queridos fieles:

Vimos el último domingo las enseñanzas del Papa León XIII, en su documento “Apostólicae curae” (año 1896) sobre la invalidez del rito del sacerdocio de los anglicanos.
En esta oportunidad, nos queríamos ocupar de ver si LAS CAUSAS de invalidez explicadas por León XIII con respecto a los anglicano, también se dan en el rito moderno, para sacerdotes modernos, creado por Paulo VI en 1968.
-El problema es gravísimo. Porque si el rito moderno es inválido, entonces el sacerdote moderno no es sacerdote, su sacerdocio es inválido.
-“No, Padre; nosotros hemos conseguido un sacerdote moderno, pero que reza la Misa Tridentina en latín como usted, que da la Confesión-absolución como usted, que da la Extremaunción como usted, las bendiciones en latín como usted”. Respuesta: Si el sacerdote moderno es inválido, entonces sus Misas son inválidas, sus Confesiones-absoluciones son inválidas, su Extremaunción es inválida, el cumplimiento del precepto de cada domingo es inválido, la Semana Santa que se avecina es inválida. El problema es gravísimo, apocalíptico. -Y la situación se empeora más, si dicho sacerdote moderno dice que sí se puede ir a la “misa moderna”; y que Benedicto es el verdadero Papa; etc. Vamos directamente al tema de los ritos y el sacramento del sacerdocio.

(Cuerpo)

-Adelantemos, y repitamos, para que puedan entender mejor nuestra prédica-estudio, que para la validez de TODO Sacramento (el sacerdocio incluido), tres elementos son necesarios: materia, forma e intención. Quitado o dañado sustancialmente cualquiera de ellos, se producen la INVALIDEZ del Sacramento. En el tema que nos trae aquí existen daños en dos de ellos: en LA FORMA y en LA INTENCIÓN. Veremos qué implicancias tiene ello en el rito moderno, de ordenación de sacerdotes modernos.

-Reseñemos lo enseñado por el Papa León XIII en “Apostólicae curae”1 sobre el caso de los anglicanos, y apliquemos esos conceptos al rito de sacerdotes modernos.

UN PRINCIPIO GENERAL IMPORTANTÍSIMO. Este principio es de toda la teología sobre los Sacramentos, ello incluye el sacerdocio. Dice el Papa León XIII:
“todos saben que los sacramentos del Nuevo Testamento, en cuanto signos sensibles y en cuanto que producen la gracia (utpote signa sensibilia atque gratiae invisibilis efficientia), deben SIGNIFICAR la gracia que producen”. (debere gratiam et significare quam efficiunt)…”.
Atención: Este principio es importantísimo, pues si un supuesto sacramento, aquí el sacerdocio, NO SIGNIFICA la gracia que produce, dicho sacramento ES INVÁLIDO.
-Continúa el Papa León XIII: “Esta SIGNIFICACIÓN, si bien debe darse en todo el rito esencial, a saber en la materia y en la forma, sin embargo pertenece principalmente (praecipue) a LA FORMA…”.2
El Papa León XIII presentará tres supuestos de invalidez por defecto.
-El primero: Invalidez por defecto de la Forma, ante la imposibilidad de significar.
-El segundo: Invalidez por defecto de la Forma, ante significación distinta que en el rito católico, a pesar de que la pura literalidad de las palabras de la Forma pudieran ser correctas, y esto EX ADIUNCTIS, i.e. según el rito en su conjunto, en su contexto.
-El tercero: Invalidez por defecto en la Intención.

I) INVALIDEZ por DEFECTO en las palabras utilizadas en la FORMA, por IMPOSIBILIDAD de SIGNIFICAR la gracia del sacramento del sacerdocio.3 Estudiaremos, en otra momento, si el cambio en las palabras de la Forma del rito moderno de sacerdotes, produce también esta imposibilidad de significar, según lo enseñado por el Papa León XIII.

II) INVALIDEZ por DEFECTO en las palabras utilizadas en la FORMA, ante LA SIGNIFICATIO EX ADIUNCTIS, y entonces por SIGNIFICACIÓN DISTINTA a la gracia del sacerdocio, su esencia y sus funciones; esto es: significación distinta al dogma y al rito católico, AUNQUE en su pura literalidad dichas palabras de la Forma pudieran parecer correctas.
-Status quaestionis: A la Forma de los anglicanos (o palabras necesarias para la validez), en su primera versión totalmente inválida: “Recibe el Espíritu Santo”, ellos mismos agregaron después otras palabras para salvar su defecto primero y su invalidez. Pero escuchemos al Papa León XIII:
“[dicha] forma [la primera de los anglicanos, e inválida] después se aumentó ciertamente con las palabras “para el oficio y obra de sacerdote” (“ad officium etopus presbyteri”). Mas esa misma añadidura, si acaso hubiera podido dar a la Forma SU LEGÍTIMA SIGNIFICACIÓN (legítimam significationem), fue introducida demasiado tarde…” [hoy no entramos en eso, el “demasiado tarde”, que también es importante]4. Y agrega: “Además inútilmente fue el auxilio traído en último término (novíssime) a este tema [de la Forma] a través de otras oraciones del mismo rito anglicano (nequidquam porro auxilium causae novissime arcessitum est ab aliis eiusdem Ordinalis précibus). Pues, como otras cosas son omitidas (Nam, ut cetera praetereantur)… este único argumento es el de mayor valor de todos: sobre estas cosas [lo que expresa el rito anglicano] deliberadamente fue quitado [de allí] todo lo que en el rito católico claramente muestra la dignidad y LOS OFICIOS DEL SACERDOTE (unum hoc argumentum sit instar ómnium, de ipsis consulto detractum esse quidquid in ritu catholico dignitatem et OFFICIA SACERDOTII perspicue designat).
Por lo tanto, esta Forma no puede ser apta, ni suficiente, para el sacramento [para la validez del sacramento] (non ea ígitur forma esse apta et sufficiens sacramento potest), la cual [la cual Forma] ciertamente no dice (reticet) AQUELLO ESENCIAL QUE DEBERÍA SIGNIFICAR (quae id nempe reticet quod deberet proprium significare)” [tomado de: ASS –Acta Sanctae Sedis-, tomo 29, pág 193-203; hic: pág 199].5
El Papa León XIII quiere decir que aunque la pura letra de la Forma pareciera correcta, esta Forma está dañada en su significación por todo lo que se ha quitado del verdadero rito católico y que hacía a la ESENCIA del sacerdocio y sus funciones u OFICIOS; es decir que hay un daño en la significación de la Forma, por haberse dañado el rito o la significación EX ADIUNCTIS.

-Hagamos ahora, UNA PRIMERA COMPARACIÓN, entre el rito católico de siempre, EL VERDADERO RITO CATÓLICO para la ordenación de sacerdotes, y el rito moderno creado por Paulo VI6:

-(1) En el rito moderno de sacerdotes, se han quitado muchos de los textos que tenía el anterior y verdadero rito católico de ordenación sacerdotal. No reseñaremos todo lo “cercenado y quitado”, sino aquellas partes que nos parecen más a propósito para nuestro tema de estudio.
-Un primer ejemplo, patético, es que ni una sola vez, en los textos de TODA la ceremonia moderna de sacerdocio, se encuentra la palabra “Misa”, ¡ni una sola!, siendo que es la función u oficio ESENCIAL del sacerdote. Sólo existe en una rúbrica, no en el texto propiamente de la ceremonia, la expresión “Misa”: Es una rúbrica de la página 105, de la edición del Pontifical moderno que utilizamos. Pero el detalle no queda allí, porque dicha rúbrica se refiere al correspondiente texto de la ceremonia moderna en esa parte, y en dicho texto de la ceremonia, además de no tener la palabra “Misa”, dice “Considera lo que realizas e imita lo que CONMEMORAS”:
La “misa” como conmemoración-recuerdo-memorial (“conmemoras”) son conceptos que entroncan con la herejía de Lutero y que no expresan la esencia o lo que es la Misa Católica; además, esos conceptos “se alejan de la Teología Católica de la Misa”: La Misa, la verdadera Misa Católica, es mucho más que una conmemoración recuerdo-memorial (ya diremos más de estos puntos en pocos momentos). Con lo recién expresado, en el rito moderno, sin duda que hay un DAÑO en la SIGNIFICACIÓN EX ADIUNCTIS, como hemos explicado, y entran a jugar su papel cuestiones en torno de la invalidez del sacerdocio moderno.

1 Basados en el libro “El Magisterio de la Iglesia”, Denzinger-Hünnerman, Editorial Herder, 2a edición en español, año 2000, página 844ss.
2 “…puesto que la materia es de por sí parte no determinada (cum materia sit pars per se non determinata), la cual es determinada por aquélla (quae per illam determinatur)…”; es determinada por la forma. Y dirá que la materia, siendo la imposición de manos, también se utiliza en otros ritos, por ejemplo en la Confirmación, y ello muestra que necesita ser determinada por la forma.
3 -Dice el Papa León XIII: “las palabras tenidas por los anglicanos como FORMA propia de la ordenación para el sacerdote (ordinationis presbyteralis), a saber “Recibe el Espíritu Santo”, sin duda DE NINGUNA MANERA (mínime sane) SIGNIFICAN definidamente el orden del sacerdocio o su gracia, y la potestad, la cual es principalmente potestad “de consagrar y ofrecer el verdadero Cuerpo y Sangre del Señor” (mínime sane SIGNIFICANT definite ordinem sacerdotii vel eius gratiam, et potestatem, quae praecipue est potestas “consecrandi et offerendi verum Corpus et Sanguinem Domini”), por medio de aquel sacrificio [se refiere al Sacrificio de la Cruz renovado en nuestros altares: la Santa Misa]”. Se deberá estudiar, en otra prédica, si el cambio en las palabras de la Forma del rito moderno de sacerdotes, producen también esta imposibilidad de significar, y por lo tanto la invalidez.
4 “demasiado tarde, pasado ya un siglo (elapso iam saeculo) después de aceptarse el Ordinal Eduardiano, cuando por eso (propterea), extinguida la jerarquía, ya no había potestad alguna de ordenar…” [tomado de Denzinger-Hünnerman].
5 -Inmediatamente después de lo anterior el Papa León XIII se referirá a los obispos, pero el argumento sirve también para el rito del sacerdocio. El Papa hablará sobre el agregado hecho a la primera Forma anglicana; dicho agregado es: “para el oficio y obra de obispo”; pero sobre ellas dirá León XIII: “de estas mismas palabras… debe juzgarse de manera distinta QUE EN EL RITO CATÓLICO (sed etiam de iisdem… iudicandum aliter est quam in ritu cathólico)…5 [De los textos del rito anglicano] se han CERCENADO las palabras que SIGNIFICAN [ o declaran ] el sumo sacerdocio [y el sacerdocio] (declarent)». Y también dirá el Papa: “EL SACRAMENTO DEL ORDEN Y EL VERDADERO SACERDOCIO DE CRISTO fue arrojado totalmente fuera del rito anglicano (sacramentum ordinis verumque Christi sacerdotium a ritu anglicano pénitus extrusum est), y por eso, en la consagración de obispo de este rito, DE NINGÚN MODO ES CONFERIDO EL SACERDOCIO [y lo mismo ocurre con el rito de sacerdote] (atque adeo in consecratione episcopali eiusdem ritus nullo modo sacerdotium confertur)…”.
6 Usaremos el “Pontifical Romano (moderno)”, promulgado por Paulo VI, revisado por Juan Pablo II, aprobado por la Conferencia Episcopal Española, reimpresión año 2011, páginas 85ss.

-(2) La Primera Monición del RITO CATÓLICO DE ORDENACIÓN7: Esta Monición se ha cercenado-quitado totalmente en el rito moderno de sacerdocio moderno, siendo reemplazada por una serie de preguntas.
En esta Monición Primera del RITO CATÓLICO leemos: “Sacerdotem étenim oportet OFFERRE, benedícere, praeesse, predicare et baptizare: Al sacerdote corresponde OFRECER, bendecir, mandar, predicar y bautizar”. El sacerdote debe, como principal función, OFRECER; y el verbo o acción de ofrecer está inmediatamente relacionado con el ofrecimiento de la Santa Misa, la cual es el Sacrificio de la Cruz renovado incruentamente, y en ella –en la Santa Misa- es ofrecida la Víctima sin mancha: Dios Nuestro Señor Jesucristo. La Misa es acción sacrificial, en propiciación y en reparación por nuestros pecados: realizar y OFRECER el Sacrificio de la Cruz.8

La herejía de Martín Lutero: En cuanto a la Misa, contra ese “ofrecer”, contra “la propiciación y pagar-reparación por los pecados”, ya se había expresado el hereje Martín Lutero diciendo “es un error manifiesto e impío el OFRECER o aplicar la misa por los pecados, como satisfacción [pago], o por los difuntos” (Lutero, De captivitate babylonica, 1520); e igualmente leemos otra herejía contra el Sacrificio de la Misa que dice “no fue instituida como un sacrificio OFRECIDO por el pecado, sino para despertar nuestra fe y consolar las consciencias” (Lutero, Confesión de Augsburgo, art. XXIV: de la Misa).

En el rito moderno no existe –como dijimos– esta Primera Monición, y por supuesto tampoco la frase de referencia.
-Lo más cercano es la pregunta “¿Estáis dispuestos a PRESIDIR… la celebración de los misterios de Cristo, especialmente el sacrificio de la EUCARISTÍA y el sacramento de la reconciliación… según la tradición de la Iglesia?”.
Atención: El sacerdote no hace la acción de “PRESIDIR” –la cual es un concepto de la herejía protestante-, sino que él, el sacerdote, OFRECE la Santa Misa o Santo Sacrificio de la Cruz incruentamente. En cuanto a “PRESIDIR”, recordemos la definición oficial de la falsa misa moderna, dada en 1969; allí está la expresión “bajo la PRESIDENCIA del sacerdote”.
En este rito moderno, además de usar el verbo “presidir”, tenemos que ello es para “el sacrificio de la EUCARISTÍA”, lo que equivale a un sacrificio de acción de gracias, expresión que también utilizaba el hereje Lutero, y la cual NO EXPRESA LA ESENCIA DE LA SANTA MISA.
-Frente a esto, sabemos por el dogma católico que la esencia de la Santa Misa es ser el Sacrificio de la Cruz renovado incruentamente, un sacrificio propiciatorio (para hacernos propicios ante Dios frente a nuestros pecados y para el perdón de ellos), sacrificio también expiatorio, i.e. para expiación y pago de nuestros pecados a través de la reparación VICARIA de Dios Nuestro Señor Jesucristo, lo cual es el carácter también reparador del Santo Sacrificio de la Misa. Por supuesto que nada de esto se encuentra en el rito moderno del sacerdocio moderno.
-Por otra parte, ya sabemos que la Misa no es la Eucaristía, palabra que en sí se traduce como “acción de gracias”, y que, si se toma con un sentido católico, sólo se le puede admitir como sinónimo de Santa Comunión. Pero la Santa Comunión no es la Misa sino un efecto de ella (gracias a que hay Misa, tenemos la Santa Comunión o Eucaristía). En esto, “Misa como Eucaristía”, entra en escena otra vez el hereje Martín Lutero, el cual no quería ni siquiera escuchar la palabra “Misa”, y en cambio decía: “La Misa no es un sacrificio, o la acción de un sacrificador… LlamémoslaEUCARISTÍA o memorial del Señor” (Lutero, Sermón del 1er domingo de Adviento). Haciendo un paréntesis: vean también que eso de ser “memorial del Señor” (el “conmemoras” ut supra), igualmente se encuentra en la definición de la falsa misa moderna dada en el texto oficial de Paulo VI (1969), donde decía: “para celebrar el MEMORIAL del Señor”. Mas la Santa Misa es mucho más que una memoria, pues en ella se realiza algo, se hace una acción, y esa acción es una acción sacrificial, un Sacrificio: se renueva EL SACRIFICIO DE LA CRUZ.

II bis) Volvamos a lo enseñado por León XIII: SIGNIFICATIO EX ADIUNCTIS, continuación: El Papa seguirá insistiendo que, aun si con las palabras agregadas (tardíamente) se hubiera arreglado el defecto de la primera Forma anglicana, al estar insertadas EN UN RITO no católico, al cual rito se le han CERCENADO y QUITADO con esmero (“de industria”) las palabras y conceptos católicos sobre el sacerdocio (su esencia, sus funciones), al estar ellas insertadas EN UN CONTEXTO o CEREMONIAS de esas características, a pesar de que las palabras de una Forma así, en su pura literalidad podrían estar correctas, ellas NO SIGNIFICAN lo mismo que en el rito y dogma católico, y por lo tanto ellas no producen la verdadera significación del Sacramento -el sacerdocio-, el cual es INVÁLIDO. Es, nuevamente, la llamada SIGNIFICACIÓN EX ADIUNCTIS. Escuchemos a León XIII:
“[LOS ANGLICANOS] DEFORMARON DE MUCHAS MANERAS EL ORDEN DE LA LITURGIA (liturgiae ordinem… multis modis deformarunt) conduciéndolo hacia errores…”9; [y sigue el Papa:] “Por esta causa (quamobrem), en todo el Ordinal [en todo el rito anglicano] no sólo no hay ninguna clara mención (non modo nulla est aperta mentio):

ni del sacrificio (sacrificii), ni de la consagración (consecrationis), ni del sacerdocio (sacerdotii), ni del poder de consagrar (potestatisque consecrandi), ni del poder de ofrecer el sacrificio (et sacrificium offerendi), SINO QUE ES MÁS: todos los vestigios de estas cosas (sed immo omnia huiusmodi rerum vestigia) que abundaban en las oraciones del rito católico (y) que no habían sido quitadas totalmente (superessent in precationibus ritus catholici non plane reiectis), fueron retiradas y borradas con marcado esmero (sublata et deleta sunt de industria)…10”. Veremos que en el rito moderno del sacerdocio moderno, se hizo casi exactamente lo mismo: Los modernos y modernistas deformaron de muchas maneras el orden de la liturgia, conduciéndolo a errores, y no dejando ninguna clara mención ni del Sacrificio de la Cruz, ni de la Santa Misa, ni de la Consagración del Cuerpo y Sangre de Dios, ni de la esencia del oficio del sacerdote para celebrar y ofrecer el Sacrificio de la Misa, ni de otras funciones u oficios esenciales del sacerdote como el poder para la Confesión, el poder para perdonar los pecados.

-Y remata el Papa León XIII: “[y] si algunas palabras en el rito anglicano se presentan en un lenguaje ambiguo (porrigant se in ambiguum), éstas sin embargo (ea tamen) ESTÁN IMPOSIBILITADAS DE TENER EL MISMO SIGNIFICADO QUE TIENEN EN EL RITO CATÓLICO (súmere sensum eumdem nequeant quem habent in ritu catholico). Pues, como hemos visto, una vez cambiado el rito (Nam semel novato ritu), por medio del cual, a saber (quo nempe), ES NEGADO O ADULTERADO EL SACRAMENTO DEL ORDEN (negetur ver adulteretur sacramentum ordinis) y por medio del cual SE HA RECHAZADO CUALQUIER NOCIÓN DE CONSAGRACIÓN Y DE SACRIFICIO (a quo quaevis notio repudiata sit consecrationis et sacrificii)…11 [entonces las palabras y conceptos católicos que todavía se encuentran en un rito así] perduran como PUROS NOMBRES SIN LA REALIDAD QUE CRISTO INSTITUYÓ (quae restant nomina sine re quam instituit Christus)”.

-Hagamos ahora, UNA SEGUNDA COMPARACIÓN, entre el rito católico de siempre, EL VERDADERO RITO CATÓLICO para la ordenación de sacerdotes, y el rito moderno creado por Paulo VI en 196812. Primera y segunda comparación sumarán en total 9 puntos. Vimos los dos primeros, continuaremos desde el 3 hasta el 9°.

-(3) Prefacio Consecratorio del RITO CATÓLICO DE SACERDOCIO: Aquí está la Forma, o palabras esenciales para la validez del rito; mas en otra prédica hablaremos en detalle de la Forma: Sería la Prédica n° 3. Adelantamos, como ya dijimos, que en el rito moderno de sacerdocio, en la Forma, se ha quitado una palabra: El “ut” latino.

-(4) Oración, en el RITO CATÓLICO, por los sacerdotes ordenados: En esta Oración, en la parte de imposición de los ornamentos, se pide la bendición de Dios para que esos nuevos sacerdotes “panem et vinum in Corpus et Sánguinem Filii tui immaculata benedictione transforment: transformen el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de tu Hijo por medio de la bendición inmaculada [i.e. por medio de la Consagración o transustanciación]”. En el rito moderno del sacerdocio, esta clara oración, que ayudaba a la significación ex adiunctis, fue quitada y cercenada; lo cual daña la mencionada significación, y entran así temas de invalidez del rito moderno.

-(5) Entrega del cáliz en EL RITO CATÓLICO: Las expresiones aquí, en el Rito Católico, son muy fuertes y muy claras, clarísimas en cuanto a la función esencial del sacerdote: celebrar la Santa Misa; pues al entregar el cáliz con vino y agua (y la patena con la hostia), el obispo dice: “Accipe potestatem offerre sacrificium Deo, Missasque celebráre, tam pro vivis, quam pro defunctis: Recibe la potestad de ofrecer el Sacrificio a Dios, y celebrar Misas, tanto por los vivos, como por los difuntos”, la cual fórmula expresa –como hemos dicho– la esencia de la función u oficio del sacerdote.
En el rito moderno: Las palabras o fórmula utilizada allí, en la parte equivalente, dice: “Recibe la ofrenda del pueblo santo para PRESENTARLA a Dios [donde ya hay errores o ambigüedades; y sigue:] Considera lo que realizas e imita LO QUE CONMEMORAS…”. VALE DECIR QUE: En aquella sección en que el verdadero Rito Católico del Sacerdocio expresa la esencia de la función del sacerdote, que es la potestad de ofrecer y celebrar Misas por vivos y difuntos, renovando in persona Christi el Sacrificio de la Cruz (el sacerdote católico es un “sacrificador”), y los cuales conceptos (del verdadero Rito Católico) ayudan a la verdadera significación ex adiunctis; allí, en ese núcleo y esencia que había antes, el rito moderno habla de CONMEMORACIÓN, allí dice: “conmemoras”; ya explicamos más arriba el error de estos extremos, e inclusive trajimos a colación al hereje Lutero. Así, en el rito moderno, al estar quitado o cercenado lo que antes tenía el verdadero Rito Católico, se daña la significación ex adiunctis y entran temas de invalidez del sacerdocio moderno.

7 Usamos el “Pontifical Romano Católico”, en la edición H. Dessain, Bélgica, año 1873.
8 En la Primera Monición del rito católico también se dice esta hermosa expresión: “Agnóscite quod ágitis: imitámini quod tractatis: quátenus mortis Domínicae mysterium celebrantes, mortificare membra vestra a vitiis et concupiscentiis ómnibus procuretis: Conoced lo que hacéis, imitad lo que tratáis: en cuanto que celebráis el misterio-sacramento de la muerte del Señor…”, etc.
9CON LA EXCUSA (specie: con la especie) de volverla a su forma primitiva (redintegrandae eius fomae primaevae)”; ya lo dijimos: ¡Toda coincidencia con lo que nos pasó a los católicos y con lo que nos hicieron con el Concilio Vaticano II –“volver a la forma primitiva de la liturgia”- es pura casualidad!
10 “[Frente a esta realidad] obraron inútilmente aquéllos que, desde los tiempos de Carlos I, intentaron introducir algo del sacrificio y del sacerdocio (conati sunt admittere aliquid sacrificii et sacerdotii) [en esa época introdujeron lo del “oficio de sacerdote” y “oficio de obispo”]… Inútiles, decimos, han sido y son tales intentos…”, y sigue arriba.
11 “ya no se mantiene para nada la expresión “Recibe el Espíritu Santo” (iam mínime constat “Accipe Spíritum Sanctum”)… ni quedan en pie en lo más mínimo aquellas palabras de “para el oficio y obra de sacerdote” o “de obispo”, ni otras semejantes (minimeque constant verba illa “ad officium et opus presbyteri” ver “epíscopi” ac similia), las cuales perduran como puros nombres…”.
12 Usaremos el “Pontifical Romano (moderno)”, promulgado por Paulo VI, revisado por Juan Pablo II, aprobado por la Conferencia Episcopal Española, reimpresión año 2011, páginas 85ss.

-(6) El poder de confesar en EL RITO CATÓLICO: En los ritos que siguen después de que todos han recibido la Comunión, se dice la siguiente fórmula: “Accipe Spíritum Sanctum, quórum remisseris peccata, remittuntur eis; et quórum retinúeris, reténta sunt: Recibe el Espíritu Santo, a quienes perdonéis los pecados, les son perdonados; y a quien se los retengáis, les son retenidos”.13
En el rito moderno, en la parte equivalente, dentro del llamado “Rito de conclusión”, debemos distinguir:
1°) La rúbrica de allí dice que (página 112, edición mencionada): “En vez de la acostumbrada, PUEDE darse la siguiente bendición”; por lo cual vemos es un rito opcional y que “puede” también no darse y omitirse, prevaleciendo en ese caso “la acostumbrada bendición” –dice la rúbrica-. Siendo entonces que se puede omitir, para el caso, aunque tampoco expresa “poder de confesar” (lo veremos), sería otra parte que se ha quitado y cercenado en comparación con el verdadero Rito Católico del sacerdocio, y hablamos –otra vez- de palabras que expresan otra de las funciones más esenciales del sacerdote: confesar, dañando así la significación ex adiunctis, y con lo cual entran temas de invalidez para el rito moderno, del sacerdocio moderno.
2°) Supongamos que sí se dice ese texto opcional, en cuyo caso las palabras del rito moderno son: “Que Él [que Dios] os haga… ministros fieles de la reconciliación [“reconciliación”: palabra moderna que antes no se usaba]”; de donde demos decir:

a) Sabiendo que es un rito opcional, en primer lugar, se menoscaba la importancia de lo que sí expresa el verdadero rito católico, esa función también esencial del sacerdote: confesar; EN EL VERDADERO RITO CATÓLICO, ello sí está claramente expresado en cuanto “potestad de perdonar o retener los pecados”, y por lo tanto allí sí se ayuda a la significación ex adiunctis.
b) En segundo lugar, nuevamente si se utiliza dicho rito opcional, las palabras usadas, ser “ministros fieles de la reconciliación”, no expresan con claridad ningún poder ni otorgamiento de poder para confesar. La expresión del rito moderno, “que Dios os haga ministros de la reconciliación”, además de ser un término ambiguo que no expresa bien el dogma católico de la Confesión, ni poderes para ello, es un término –como dijimosmoderno que antes no se usaba.
Así, esta opcional parte del rito moderno no tiene ni las palabras, ni la claridad del verdadero Rito Católico (“Recibe el Espíritu Santo, a quienes perdonéis los pecados, les son perdonados…”); y al no tenerlas se daña la significación ex adiunctis, y entran temas de invalidez sobre el sacerdocio moderno.

En el rito moderno, de sacerdotes modernos, con ese rito opcional, con lo anterior, TERMINA LA CEREMONIA; por lo que nos encontramos con una buena cantidad de ritos y fórmulas que estaban en el verdadero Rito Católico, y que nuevamente han sido quitados y cercenados. Los enumeremos:
-(7) Nueva Monición a los nuevos sacerdotes, dada EN EL RITO CATÓLICO: Después del poder de confesar y de la promesa de obediencia, en el rito católico tenemos las palabras de la siguiente Monición: “moneo vos, ut diligenter totius Missae ordinem, atque Hostiae consecrationem, ac fractionem et communionem, ab aliis jam doctis sacerdotibus discatis, priusquam ad celebrandum Missam accedatis: os amonesto a que aprendáis –discatis- con diligencia, de otros sacerdotes ya doctos, el orden de toda la Misa, y la Consagración de la Hostia, y la fracción, y la Comunión, antes de que os acerquéis a celebrar la Misa”; ante palabras tan claras, que hacen a la función más esencial del sacerdote: decir la Misa, sin duda que en el verdadero Rito Católico esto ayudaba y ayuda a la significación ex adiunctis.
En el rito moderno, esta parte se ha sido totalmente quitada y cercenada, dañando de esta manera la mencionada significatio ex adiunctis, y entrando así temas de invalidez del sacerdocio moderno.

-(8) Bendición a los sacerdotes EN EL RITO CATÓLICO: Después de lo anterior, el obispo imparte una bendición; diciéndoles: “ut sitis benedicti in órdine Sacerdotali; et OFFERATIS PLACÁBILES HOSTIAS PRO PECCATIS, ATQUE OFFENSIÓNIBUS POPULI omnipotenti Deo: que seáis bendecidos en el orden sacerdotal; y que OFREZCÁIS HOSTIAS PROPICIATORIAS –“PLACABILES”- POR LOS PECADOS Y OFENSAS DEL PUEBLO al omnipotente Dios”; nuevamente, la claridad de estas palabras del verdadero Rito Católico ayudaba y ayuda a la significación ex adiunctis, pues expresan -otra vez- la función más esencial del sacerdote y el carácter propiciatorio de la Misa: “hostias propiciatorias por los pecados y ofensas del pueblo”. En el rito moderno, esto ha sido totalmente quitado y cercenado: se daña la significación ex adiunctis, y entran así temas de invalidez.

-(9) Última Monición del RITO CATÓLICO: Después de la bendición final de la Misa, el obispo da una última Monición, donde dice: “Ad Presbyteratum autem ordinati post primam vestram Missam, tres alias Missas, vidélicet, unam de Spíritu Sancto, aliam de beata María semper Vírginem, tertiam pro fidélibus defunctis dícite…: Los ordenados al Sacerdocio, después de vuestra primera Misa, decid otras tres Misas, a saber: una del Espíritu Santo, otra de la bienaventurada siempre Virgen María, la tercera por los fieles difuntos”; otra vez, en nuestro verdadero Rito Católico, la claridad de estas palabras expresa la función más esencial del sacerdote, que es celebrar la Santa Misa, e incluso agregamos aquí EN SUFRAGIO POR LOS DIFUNTOS, remarcando y ayudando a la significación ex adiunctis. En el rito moderno, esto ha sido totalmente quitado y cercenado; se daña así dicha significación, y entran temas de invalidez.

(Conclusión)

Final abrupto de nuevo; la prédica quedó larguísima. Falta el tercer punto de invalidez dado por León XIII:
III) INVALIDEZ por DEFECTO en “LA INTENCIÓN”, también ante LA SIGNIFICATIO EX ADIUNCTIS. Acabamos de explicar que se ha dañado la correcta SIGNIFICACIÓN de la Forma, A TRAVÉS del daño realizado EN EL RITO EN SU CONJUNTO, quitando y cercenando. Pero León XIII agregará que eso mismo produce EL DEFECTO o DAÑO EN LA INTENCIÓN. Producido el defecto-daño en la INTENCIÓN, también se produce la INVALIDEZ del sacramento, aquí el sacerdocio. Dice el Papa:
-“con este íntimo defecto de la formaque León XIII ya explicó– (Cum hoc ígitur íntimo formae defectu) está unido EL DEFECTO DE LA INTENCIÓN (coniunctus est defectus intentionis), la cual se requiere igualmente de manera necesaria (quam aeque necesario póstulat) PARA QUE HAYA SACRAMENTO [para que sea VÁLIDO el sacramento: «UT SIT SACRAMENTUM»] (…)14 [Y así,] si el rito es cambiado (si ritus immutetur)… para introducir otro (ut alius inducatur)…15 y esto –este nuevo rito- QUITA LO QUE HACE LA IGLESIA, Y QUITA LO QUE SEGÚN LA INSTITUCIÓN DE CRISTO CORRESPONDE A LA NATURALEZA DEL SACRAMENTO [aquí EL SACERDOCIO] (utque id repellatur quod facit Ecclesia et quod ex institutione Christi ad naturam attinget sacramenti), entonces es evidente que NO SÓLO FALTA LA INTENCIÓN NECESARIA PARA EL SACRAMENTO [para su validez] (TUNC PALAM EST, NON SOLUM NECESSARIAM SACRAMENTO INTENTIONEM DEESSE), sino que incluso habría UNA INTENSIÓN CONTRARIA Y OPUESTA AL SACRAMENTO (sed intentionem immo haberi sacramento adversam et repugnantem)…[Y SE PRODUCE LA INVALIDEZ]”.

Lo dicho aquí sobre la Intención también compete al sacerdocio moderno. Junto con esto, hemos remarcado numerosos temas en torno a problemas de invalidez. Haremos, con el favor de Dios una tercera y última prédica, en ella veremos las propias palabras de la Forma moderna, y daremos una conclusión teológica final.

AVE MARÍA PURÍSIMA.

13 Inmediatamente después, les despliega la casulla diciendo “Stola innocentiae induat te Domine”.
14 Allí continuaba: “Ahora bien, cuando alguien para realizar y conferir un sacramento ha empleado seriamente y debidamente la materia y la forma requeridas (Iamvero cum quis ad sacramentum conficiendum et conferendum materiam formamque debitam serio ac rite adhibuit), por eso mismo se considera que ha intentado ciertamente hacer lo que hace la Iglesia (eo ipso censetur id nimirum facere intendisse quod facit Ecclesia)… Pero al contrario (Contra):” y aquí sigue lo de arriba (vide ut supra).
15 “para introducir otro no aprobado –“non receptus”- por la Iglesia (ab Ecclesia non receptus)”: Aquí entra también en discusión el tema de toda esa falsa Iglesia creada con el Concilio Vaticano II, la cual NO ES LA IGLESIA CATÓLICA (cf. tantas expresiones tan fuertes y tan claras de Mons. Lefebvre al respecto), lo cual podría dar otro argumento más contra la validez de todos estos ritos modernos, al ser extraños, no católicos, y que creó Paulo VI. Y aun abonaría también este tema de ritos no católicos y extraños, la realidad de estos falsos Papas modernos