El Retrato del Anticristo, Prédica 1.
(Domingo 26 de noviembre de 2017) P. Altamira.
(Introducción)
Queridos fieles:
Todos los años enseñamos que la Santa Iglesia Católica, a través de su liturgia, muestra el deseo de que los sacerdotes prediquemos – decimos- al menos dos veces al año sobre los temas del Apocalipsis, “Los Tiempos Finales”. En estos dos domingos, el de hoy: Domingo 24 o Último después de Pentecostés, y el de la próxima semana: Domingo Primero de Adviento, la Liturgia Católica pone en sus Evangelios lo que se ha dado en llamar “El Apocalipsis Sucinto” (hoy según San Mateo cap 24,15-35, en una semana San Lucas cap 21,25-33).
El tránsito o época del final de los tiempos se muestra ser “nuestro” tiempo, con un Francisco que puede ser el famoso “Falso Profeta” de la profecía (Apocalipsis cap. 13), y con el Anticristo (líder político) que deberemos ver quién es (ídem cap. 13).
“La consumación del siglo” dice la Sagrada Escritura muchas veces. Pero también muchas veces se habla mal y se traduce mal diciendo “el fin del mundo”: El mundo no tendrá fin, sino que será transformado, transformado por Dios, “nuevos cielos y nueva tierra”, “he aquí que Yo hago nuevas todas las cosas”, “las cosas primeras habrán pasado”.
Pero volviendo al punto, tenemos el Anticristo Religioso, El Falso Profeta, y tenemos el Anticristo Político o Anticristo a secas. De éste queríamos hablar hoy; seguiremos a nuestro maestro, el querido Padre Leonardo Castellani (+1981).
(Cuerpo)
Nos basaremos entonces en el Padre Castellani. Utilizaremos uno de sus libros, ya mencionado, sobre el Apocalipsis, “Los Papeles de Benjamín Benavides”, libro escrito en el año 1947, en época del Papa Pío XII. El tema: “EL RETRATO DEL ANTICRISTO” (Parte 4ª del libro, capítulo II). Les leeremos un resumen que hicimos del texto del padre, con algunos agregados nuestros.
Todos los antiguos escritores eclesiásticos dijeron, o mejor dicho “tradiderunt” (transmitieron; eso es la Tradición), que en la consumación del siglo, cuando el Orden Romano será destruido, habrá diez reyes [o jerarcas de Estados] que la Sagrada Escritura llama los diez cuernos de la Fiera o de la Bestia, y de entre ellos, “cuerno undécimo”, surgirá el Anticristo. Esto leían los antiguos con toda claridad en el Apocalipsis y en Daniel. El undécimo cuerno, “un cuerno pequeño”, es decir tal vez un rey o jerarca oscuro y plebeyo, que crecerá quizás de golpe, que crecerá de en medio de ellos y a la vez como fuera de ellos, porque es “undécimo”, tal vez un parvenu: un advenedizo, y el cual vencerá a tres reyes o jerarcas de Estado, a los mayores o a los más cercanos, “y los otros se le someterán”. No se puede hablar de algo sucesivo, uno después de otro, de sucesión de sus reinados o gobiernos, claramente predican los Libros Santos la simultaneidad de éstos.
El Anticristo no será un demonio sino un hombre demoníaco, entregado al demonio y con culto hacia él. Tendrá los ojos levantados con la plenitud de la ciencia humana. HARÁ GALA DE HUMANIDAD Y DE HUMANISMO. Aplastará a los santos y abatirá la Ley. Triunfará tres años y medio hasta ser muerto sine manu, no por mano de hombre. Hará imperar “la abominación de la desolación”, o sea el sacrilegio máximo. Será soberbio, mentiroso y cruel, aunque se fingirá virtuoso. Reedificará quizás el Templo de Jerusalén para ganarse a los judíos, pero para sí mismo lo reedificará y para su ídolo Maozim, ídolo de la fuerza bruta y del poder bélico, que eso significa Maozim (fortalezas y munimentos), y quizás adorando al mismo demonio personal Mavorte o Marte. Pero él será ateo y pretenderá recibir él mismo los honores divinos como si él fuera dios, ¿en qué manera?, no lo sabemos, tal vez como “hijo del hombre”, tal vez como “verdadero mesías”, tal vez como “encarnación y flor de lo más excelente dentro de lo humano”, o como “lo humano soberbiamente divinizado”, tal vez como “verdadero salvador de los hombres”, todos títulos que intentará usurpar en contra de Dios Nuestro Señor Jesucristo y para arrastrar a las masas desorientadas y fluctuantes (aunque en esto hay pecado).
El Anticristo fingirá quizás haber resucitado de entre los muertos (“sanó de su herida de muerte”). Tal vez restaurará un imperio antiguo.
Reducirá la Iglesia Católica a su máxima tribulación, pusillus grex: el pequeño rebaño, y “AL MISMO TIEMPO FOMENTARÁ UNA FALSA IGLESIA” (sic literalmente el Padre Castellani). Matará a los verdaderos profetas, y tendrá a favor de sí una manga de profetoides, de vaticinadores y cantores del progresismo y de la euforia de “la (falsa) salud o salvación del hombre por el hombre mismo”, un especie de “cielo” en la tierra conseguido por el solo hombre, profetoides éstos que serán los hierofantes para proclamar “la plenitud de los tiempos humanos”, y una felicidad humanista, falsa y nefanda.
El Anticristo perseguirá sobre todo la interpretación y la predicación del Apocalipsis, y odiará con furia la mención siquiera de la Parusía. En su tiempo habrá verdaderos monstruos que ocuparán sedes episcopales y cátedras de la Verdad, que son las cátedras de la Iglesia Católica, y esos mismos usurpadores pasarán por varones píos y religiosos, y serán tomados aun por santos, porque el Anticristo tolerará y fomentará un “catolicismo adulterado y falsificado” que beneficiará y ensalzará a los anteriores. No impugnará el Catolicismo como Lutero y sus secuaces, sino que aprovechará y reducirá a sí mismo todo el catolicismo falso que existirá entonces.
Impondrá por la fuerza, por el control de un Estado policíaco y por las más acerbas penas, un culto malvado, que implicará actos de apostasía y de sacrilegio, y en ninguna región del mundo podrán los hombres escapar a la coacción de este culto.
La sombría doctrina del bolchevismo, del comunismo, no será la última herejía, sino su etapa preparatoria y destructiva.
LA ÚLTIMA HEREJÍA será optimista y eufórica, mesiánica [el estilo de Francisco es así]. EL BOLCHEVISMO, EL COMUNISMO, SE INCORPORARÁ A ESTA ÚLTIMA HEREJÍA, SERÁ INTEGRADO EN ELLA.
El Anticristo tendrá por todas partes ejércitos potentes, disciplinados y crueles. Impondrá universalmente el reino de la iniquidad y de la mentira, un Gobierno Mundial puramente exterior y tiránico.
Impondrá una libertad desenfrenada de placeres y diversiones [eso ya está hoy: pornografía, sexo, en el internet, en el whatsapp, homosexualidad, lesbianismo, aborto, anticoncepción, drogas, borracheras: todos los extremos y todos los excesos]. Impondrá la explotación del hombre por el hombre. Habrá en su reinado o gobierno una estrepitosa alegría falsa y exterior, cubriendo la más profunda desesperación.
Reinará apoyado en el Asia y sujetará al Occidente. Gog es un rey, y Magog es su tierra. Los hebreos entendieron siempre, según refiere la Tradición, por Magog a los escitas, “tan blancos como crueles”, es decir a la gente del Cáucaso y más allá de los Urales, a la gente de la actual Rusia, principalmente. Pero igualmente el ejército de Magog se compondrá de gente de toda la tierra, pues el profeta Ezequiel enumera en él nominalmente a los persas, los etíopes, los de Tubal (la zona de España o los hispanos) y los nórdicos (Togormá). Este ejército será destruido por fuego según está escrito: “Fuego y azufre lloveré sobre él y sobre el ejército suyo”.
El Anticristo probablemente será de origen judío, subido al poder supremo por demagogia, intrigas, maquiavelismo, y los más fríos y calculados crímenes. También probablemente los judíos serán su guardia de corps y el instrumento de su potencia, al principio por lo menos. VENDRÁ DE LOS JUDÍOS Y SERÁ DE ELLOS RECIBIDO COMO MESÍAS (en parte al menos). Que será judío de nacimiento, circunciso y que observará el sábado (también al menos por un tiempo), y que su ciudad capital será Jerusalén: San Roberto Belarmino lo da como cierto; Lactancio, San Jerónimo, Teodoreto y San Ireneo, lo dan como lo más probable.
[…] Algunos hacen un punto controvertido dentro de la figura del Anticristo. ¿El Anticristo será un individuo, o será un Anticristo moral, una persona colectiva, el conjunto de todo el movimiento contra la Iglesia Católica, un cuerpo colectivo? El viejo responde [se refiere a su personaje “el viejo” Benjamín Benavides, que es el que enseña sobre el Apocalipsis en el texto del P. Castellani], el viejo responde que será ambas cosas en causalidad recíproca. El Anticristo será el jefe de una gran herejía mundial y un gran movimiento, y todo movimiento tiene su jefe o lo engendra. Pero como eso es una ley histórica constante, el viejo [otra vez: su personaje Benjamín Benavides] se decide por la sentencia tradicional de “EL ANTICRISTO-PERSONAL”, en contra de la opinión contraria (el Anticristo colectivo), que data del tiempo de Lutero, aunque había sido ya bosquejada por los intérpretes alegoristas.
(Conclusión)
Hasta allí la parte del resumen que queríamos dar este domingo sobre el Padre Castellani y su “RETRATO DEL ANTICRISTO”. La semana que viene daremos, Dios mediante, la otra parte. Pero hoy queríamos terminar con ese -perdón que lo diga así- desvarío de Mons. Williamson, antiguo hijo de Mons. Lefebvre: Todo el estado de confusión que Mons. Williamson ha causado, y el descrédito en que ha puesto a los sacerdotes de Mons. Lefebvre que quieren luchar contra la falsa Iglesia Moderna. El descrédito en que nos ha colocado es por muchos puntos, por el desorden y confusión que él ha causado. Pero hoy queríamos quedarnos en uno en particular. Y para ello, repitamos primero una enseñanza del Padre Castellani que dábamos recién:
El Anticristo reinará apoyado en el Asia y sujetará al Occidente. Gog es un rey, y Magog es su tierra. Los hebreos entendieron siempre, según refiere la Tradición, por Magog a los escitas, “tan blancos como crueles”, es decir a la gente del Cáucaso y más allá de los Urales, a la gente de la actual Rusia, principalmente.
Uno no sabe si Putin tal vez sea el Anticristo político. Y Mons. Williamson, en ese -perdón nuevamente que lo diga así- desvarío, hace grandes elogios para Putin, el jerarca de Rusia, y pone esperanzas a favor de Putin en los pocos católicos que aún combaten. Esto es una falta de sentido común total, cuando no algo fríamente calculado por un espíritu maquiavélico y malvado; sabrá Dios. Nosotros mismos, hace ya más de 2 años (en agosto de 2015), hacíamos notar estas cosas de Mons. Williamson, y de los obispos y sacerdotes que lo siguen o lo justifican o lo encubren: Mons. Faure, Mons. Tomás, Mons. Zendejas, el Padre Trincado y su sitio Non póssumus. Las hacíamos notar, en esa época, tratando de que cambien, tratando de enderezar el mal rumbo. Pondremos todo un punto que habíamos escrito, aunque en realidad el que tiene que ver con elogiar a Putin se encuentra al final. Decíamos en el año 2015:
[Era el Punto 7 de nuestro texto de entonces: Temas varios] “a) Mons. Fellay y compañía no dicen nada o casi nada sobre Francisco y sus “brutalidades”; entre nosotros, al menos en 2 publicaciones importantes (creo son más) [una de ellas son los Comentarios Eleison de Mons. Williamson], no se dice nada o casi nada de Francisco (indirectamente lo estamos beneficiando haciendo así). b) El Motu Proprio de Benedicto: Mons. Fellay lo defiende; entre nosotros, un padre lo ha defendido insistentemente ante mí [ese padre, es el P. Trincado]. c) La ambigüedad en el lenguaje: Mons. Fellay es un ambiguo; entre nosotros: varias de nuestras publicaciones, sitios, etc, etc, son ambiguos [Mons. Williamson es tremendamente ambiguo, igual o más que Mons. Fellay]. d) Aparicionismo: Akita y otros [Mons. Williamson defiende las apariciones de Akita, las de Garabandal, las revelaciones de María Valtorta, y otras apariciones, visiones, falsos milagros, etc]. [Y aquí viene el tema específico de Putin; decíamos ya en el año 2015 sobre Mons. Williamson:] e) Estar [Mons. Williamson] elogiando a Putin: ¡Por favor, es de sentido común! Por lo menos, por prudencia, no habría que decir nada. En principio, Putin y Obama [en esa época estaba todavía Obama de presidente] son los dos mejores “gerentes” del demonio y de su Gobierno Mundial aquí en la tierra”.
Pero, por supuesto, nada de esto sirvió. El último elogio público que Mons. Williamson ha hecho a favor de Putin, ha sido muy reciente, con fecha 14 de octubre de este año, en su Comentario Eleison 535. Y Mons. Williamson también anda elogiando a Trump: Este obispo está mal, muy mal; el mal y confusión que él ha hecho es gigantesco. Y siempre decimos lo mismo:
Frente a todo esto, uno de los mejores aliados que Mons. Fellay ha tenido y tiene, para que los hijos de Mons. Lefebvre no hagan nada, para que esos sacerdotes no reaccionen, es, sin duda, Mons. Williamson. Porque Mons. Williamson ha logrado que todo esto, resistir y combatir la Falsa Iglesia de Francisco, y combatir las maniobras de Mons. Fellay para meterse dentro de esa falsa Iglesia Moderna, Mons. Williamosn – decíamos- ha conseguido que todo esto sea visto por esos sacerdotes como UNA GRAN PAYASADA. Y es cierto: Mons. Williamson ha logrado que todo esto sea visto como UNA GRAN PAYASADA. Él ha sido el mejor ayudante de Mons. Fellay.
AVE MARÍA PURÍSIMA.