Las langostas del Apocalipsis.
(Domingo 2 de diciembre de 2018) P. Altamira.
(Introducción)
Queridos hijos:
Todos los años les enseñamos que, en dos domingos, la Santa Iglesia Católica a través de su Liturgia pone en sus Evangelios las palabras de Dios Nuestro Señor Jesucristo sobre los eventos del FINAL DE LA HISTORIA, LAS PROFECÍAS FINALES, lo que se ha dado en llamar EL APOCALIPSIS SUCINTO, consignado en dos textos de dos evangelistas: El domingo pasado fue según San Mateo (cap 24,15-35), y hoy, Primer Domingo de Adviento, es según San Lucas (cap 21,25-33). Ello así, la Iglesia Católica quiere que sus sacerdotes hablen a los fieles de los eventos finales, las profecías pendientes, profecías de las que parece seremos testigos y protagonistas. Este año, basándonos en la Sagrada Escritura, hemos escogido “LAS LANGOSTAS DEL APOCALIPSIS”, la cual visión-profecía corresponde al capítulo 9 del recién mencionado libro.
(Cuerpo)
Veamos, siguiendo al Padre Leonardo Castellani, la explicación de esta VISIÓN-PROFECÍA, nos basamos en su primer libro sobre el Apocalipsis, escrito en el año 1947, “Los Papeles de Benjamín Benavides” (Pte Primera, capítulo 6: Las Langostas). Veamos un resumen hecho por nosotros, al cual hemos agregado algunas palabras propias nuestras:
¿Qué son estas Langostas? “LAS LANGOSTAS DE LA TUBA QUINTA SON LOS GRANDES SOFISTAS QUE ENVENENAN A LAS MASAS DESCREÍDAS DEL MUNDO ACTUAL”. Los sofistas son los que enseñan y difunden errores y maldades haciéndolos pasar por cosas buenas, buenas para el hombre, buenas para el progreso, buenas para ser una persona al día, buenas para “la humanidad”.
Esas extravagantes “Langostas” de la Profecía del Apocalipsis, ¿serían Voltaire, Rousseau, Diderot, los Enciclopedistas, el Iluminismo francés? Las Langostas son más bien los que siguieron a éstos después de LA REVOLUCIÓN FRANCESA, la cual “libertó el pensamiento” (esto entre comillas), y dio rienda suelta para que, después de ella, y en el mundo entero, se publicara lo que se quisiera, bueno-malo, verdadero-falso.
LA REVOLUCIÓN FRANCESA por medio de la famosa LIBERTAD DE PRENSA dio a los falsificadores de la Verdad aquel poder, facilidad, movilidad, y alcance casi sobrehumanos, semejante a la narración con que el Profeta San Juan describe el poder de esas Langostas, semejante a la humareda y polvareda que ellas levantan o en medio de donde ellas se mueven, todo con un ruido y un aparato tremendo: el error, la falsedad, la mentira elevados al máximo: oscuridad, polvo, humareda, niebla, ruido, aturdir. Sólo la Verdad es luz, quietud, paz para el alma, sosiego.
Las Langostas parecen caballos munidos para la guerra, y tienen rostro como de hombres, y llevan coronas que parecen de oro, y tienen cabellos como cabellos de mujer, y dientes como dientes de león (por el poder destructivo y la fuerza de las palabras cuando éstas son mal usadas), y corazas como corazas de hierro, y ruido en las alas como el ruido de muchos carros yendo a la guerra, y colas como colas de escorpión, y aguijones en sus colas, con los cuales torturan cuando pican “pero no matan”, veneno de escorpiones para torturar a los hombres que no tienen el signo de Dios en sus frentes, y torturarlos “durante cinco meses” dice la Escritura.
¿Qué son esos “cinco meses”? Esos cinco meses parecen “cinco meses de años”. ¿Cuántos años corren desde la Revolución Francesa hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial? Año 1789 y año 1939: Son 150 años, o cinco meses de años. No nos hacemos fuertes en ello, es una coincidencia, es una pura conjetura, pero no deja de ser curiosa.
Lo que sí es cierto es que la Revolución Francesa “libertó” de Dios, de la Verdad, del Catolicismo y del Orden Civil (el Antiguo Régimen), al escritor, al falso filosofante, al mal periodista, al pésimo político, al artista, para hacer lo que quisieran. Mas la Segunda Guerra Mundial los volvió a encadenar, y esta vez para siempre, no ante Dios, no ante la Verdad, no ante el Bien Común, sino encadenados para siempre (y a veces con inconsciencia) AL YUGO VIL DE LA PROPAGANDA DE UN NUEVO SISTEMA, un sistema nuevo de signo totalmente contrario a Dios Nuestro Señor Jesucristo, a la Verdad y a la Religión de Dios: El Catolicismo, sistema que terminará en el Gobierno Mundial del Falso Profeta y del Anticristo.
Pero durante esos “cinco meses de años”, 150 años, en la difusión del error y del mal, de la falsedad, de lo inmoral, el sofista -cuando era de talentofue en el mundo una especie de rey (coronas como de oro), una bestia alada de alcance inmenso y de gran estrépito (como las alas de esas Langostas y el poder de ellas, con las alas de su papel impreso), una ruidosa máquina de guerra gracias al poder de la imprenta y del comercio editorial (como el sonido de sus alas, como el ruido de muchos carros que van a la guerra: LA GUERRA CONTRA DIOS). Mostraban o tenían rostro como rostro de hombre: la soberbia, el hombre engreído, sintiéndose gran cosa, el Humanismo, la razón endiosada, la elegante lógica francesa usada falsamente en los sofismas. Cabellos como cabellos de mujer: el meretricio o la prostitución literaria y de las ideas, sea porque no sirven ni a Dios ni a la Verdad, sea también porque fomentan el pecado y lo inmoral en todo sentido. Pero cabellos como cabellos de mujer también por el gusto, la finura, la gracia, la belleza de estilo y de las palabras, mas éstas usadas en una mala causa y para la difusión del mal. Corazas como corazas de hierro: por estar protegidos, la impunidad, el poder decir lo que quieran, “lo que se tenga ganas”, sin ser molestado, no importa sea error, falsedad, maldad, inmoralidad, corrupción, mentira, desprecio a Dios y a su Catolicismo, el insulto y la blasfemia contra ellos. Corazas de hierro también por el poder y la fuerza al difundir sus escritos en los mejores medios y prensa, a través de las mejores organizaciones mercantiles y de publicidad de todo el mundo, usado todo ello para el mal, para el error y la mentira. ESTO ES LA FAMOSA LIBERTAD DE PRENSA. Nunca, en la Historia de la Humanidad, se había visto una cosa así.1
Y el sofista “tortura” al mundo con sus venenos, con sus mentiras, “como el poder y veneno del escorpión cuando pica al hombre”.
Que las Langostas son los grandes “escribidores” y falsarios, antiguos y modernos, esto se relaciona con lo que dijo ya San Agustín en el Siglo IV y otros: LAS LANGOSTAS SON LOS HEREJES Y LOS QUE DIFUNDEN LAS HEREJÍAS, son LOS FALSOS PROFETAS. Con esta Quinta Tuba, se oscurece ya no un tercio del sol como en la cuarta, sino el sol todo entero, ¡y hasta el mismo aire que respiramos!, todo está enrarecido, todo oscuro, la Verdad tapada y sin brillo2.
Las Langostas tienen poder para dañar solamente a los hombres que no tienen el signo de Dios en sus frentes. No sobre la hierba verde que son las masas de trabajadores y gentes sencillas. Sin poder sobre los árboles verdes que son los verdaderos doctores de la Verdad que aún restan y quedan en el mundo (un Chesterton, un Belloc, un Claudel, por nombrar algunos seglares, sin olvidar a los eclesiásticos). Las Langostas no tienen poder sobre todo lo que está verde aún, es decir sobre los que aún conservan la Fe Católica verdadera, y cuya Fe aún está viva por la Caridad y las buenas obras.3
Detrás de estas cosas, el Pesimismo es inevitable, es forzoso en el hombre que está “sine Deo in hoc mundo”, en el hombre que está “sin Dios en este mundo” (San Pablo). El Pesimismo tiene –además de otras facetas que son más violentas y hasta suicidas- la actitud del hombre que no da nada por la vida y sin embargo sigue viviendo, agobiado por el “toedium vitae” (el tedio de la vida), o haciendo inútiles y frenéticas salidas hacia el placer, buscando el placer para aturdirse, como un falso sustituto de su nada.
Estos 150 años de que hablamos han producido a Leopardi, a Musset, a Schopenhauer, a Nietzche, a Ibsen, a Baudelaire, a Byron, a Hardy, y muchos más, en definitiva: A LOS MÁS GRANDES DOCTORES Y CANTORES DE LA DESESPERACIÓN IMPOTENTE. Víctor Hugo -supuesto cantor del Optimismo-, Whalt Wittman, Carducci, éstos no se presentan como Pesimismo, pero son morfina pura: “Cabellos como cabellos de mujer”. Es un Optimismo de tapadera, que cubre los abismos de odio de Carducci y los de pánico de Víctor Hugo. Optimismo superficial y forzado, basado en las falsas ilusiones del “Progreso Indefinido”, y hasta en la puerilidad, tal vez esto es “el querer morirse y no poder” que dice allí la Escritura Sacra.
En la Antigüedad, Lucrecio y Séneca iban hasta el fin de sus principios y se abrían las venas. Pero hoy, “LOS FELIGRESES DE LA NADA” se fabrican colosales sonajeros o distractivos, distractivos con la Ciencia Moderna, el falso Progreso y la Democracia. Y hacen ruido con ellos para aturdirse, mientras que la desesperanza acecha por detrás, cada vez más implacable. ¡Recuerde la muerte de Víctor Hugo! ¡Recuerde la vejez de Carducci!
ESTOS PSEUDODOCTORES DEL MUNDO MODERNO, TROMPETEROS DEL ANTICRISTO, de tremenda imaginación, eufóricos de juventud, grandes poetas y detestables filósofos al servicio del Siglo y de la época moderna y enferma, son LOS ADORADORES DEL PARAÍSO EN LA TIERRA HECHO POR LAS SOLAS FUERZAS DEL HOMBRE. Esto mismo será la gran promesa del Anticristo.
¿Queremos más distractivos? Los “avances” de la medicina, el mundo del arte y de la danza, el culto a nuestros propios cuerpos, nuestra vuelta a Dionisio, vuelven las Olimpíadas, los estadios tronitruantes y multitudinosos, los modernos deportes y campeonatos mundiales y nacionales (globales), el hombre-apolo bajo el beso del sol, una inmensa (falsa) regeneración del hombre y de la raza humana, “yo te enseñaré a vivir –decía el haitiano Antonio Machín-, no se vive más que una vez. Flor de amor… aprovecha la primavera”, las vanidades, la moda, perversiones, drogas y alcohol, como nunca los pecados de impureza y de lujuria, todo el año, todo el día, todos los días. Y la repetición de tantas ideas falsas y malas, repetidas hasta las náuseas, por la radio, las revistas, los diarios, los fonógrafos, el cine, las tertulias de familia, gondoleros, obreros de fábrica, las señoritas de la alta sociedad, a lo que tenemos que sumar la TV, el internet, el whatsapp, y mil cosas más: producen y son toda una epidemia, QUE EN SU CONJUNTO, REPETICIÓN Y PROLONGACIÓN DURANTE AÑOS, forman una tal barahúnda que sólo es comparable con las referidas Langostas del Apocalipsis, su difusión, su poder, su ruido y su fuerza”.
(Conclusión)
Tenemos así la explicación de LAS LANGOSTAS; como cuando en el campo, se veían venir las langostas, nubes de ellas, arrasaban con todo, incontables, las mangas de langostas, miles: Así es el daño de la mala prensa.
Ya el Papa Gregorio XVI, en su famosa Encíclica “MIRARI VOS”, nos daba similares palabras sobre estas Langostas, aplicando las palabras de la profecía a LA MODERNA LIBERTAD DE PRENSA, y lo hacía con 115 años de anticipación. Expresaba el Papa:
“¡QUÉ MUERTE PEOR HAY PARA EL ALMA QUE LA LIBERTAD DEL ERROR!, decía ya San Agustín [S. Agustín, epíst. 166, cap II; en Migne PL 33, Epist 105, 10, col 400]… con verdad decimos que está abierto EL POZO DEL ABISMO [Apo 9,3] del cual vio subir San Juan el humo que oscureció el sol, y salir LAS LANGOSTAS que invadieron la amplitud de la tierra. Porque de allí [de la libertad de expresar el error] nacen la turbación de los ánimos, la corrupción de los jóvenes, de allí se infiltra en el pueblo el desprecio de las cosas santas y de las leyes más sagradas… [naciones y países] cayeron con sólo este mal… Aquí tiene su lugar [dice el Papa] aquella PÉSIMA Y NUNCA SUFICIENTEMENTE EXECRADA Y DETESTADA LIBERTAD DE PRENSA para la difusión de cualesquiera escritos, libertad que con tanto clamor se atreven algunos a pedir y promover. Nos horrorizamos, venerables hermanos, al contemplar con qué monstruos de doctrinas, o mejor con qué monstruos de errores nos vemos sepultados, con qué profusión se difunden por doquiera errores en innumerable cantidad de libros, folletos y escritos…”: LA PRENSA MODERNA, LAS LANGOSTAS DEL APOCALIPSIS.
Terminamos aquí nuestra prédica.
AVE MARÍA PURÍSIMA.
1 El mismo Voltaire, “le roi Voltaire”: el rey Voltaire –como se le decía-, fue combatido y molestado toda su vida, y sus libros tenían que ser editados fuera de Francia, en Holanda, y traídos de contrabando, y leídos a oscuras. Es durante el siglo y medio que sigue a Voltaire, cuando el sofista recibe finalmente “su corona”, y durante ese tiempo tiene poder quasi regio “con coronas como de oro” para aturdir de estrépito al mundo… con sus falsedades y mentiras.
2 El Cardenal San Roberto Belarmino identificó las Langostas con Lutero y sus secuaces. Aunque para el Padre Castellani, Lutero cae mucho mejor dentro de la Cuarta Tuba (su revuelta fue profunda pero parcial: la Cuarta Tuba enseña que la tercera parte del sol se oscureció, y –curiosamente- la tercera parte de Europa se fue de la Iglesia Católica hacia el protestantismo). Aquí estamos en la Quinta Tuba. Los escorpiones con alas, con libertad para envenenar por todo el mundo, eso vino después de Lutero, y todo esto se da en medio de una colosal humareda que ya no oscurece un tercio o tercera parte del sol, sino –como arriba decimos – el sol todo entero y el mismo aire que respiramos: TODO ESTÁ ENRARECIDO, FALSIFICADO Y ENVENENADO.
3 Cuando alguien se convierte de verdad a Dios, es el tránsito de un alma moderna tocada mortalmente del toedium vitae, un alma demasiado triste para vivir, un alma demasiado débil para morir, que va desde ser alma envenenada por el alacrán o escorpión y sus venenos modernos, hacia ser “árbol verde” por la Fe Verdadera y por las obras.