Situación de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, FSSPX.
(Domingo 12 de agosto de 2018) P. Pío Vázquez.
(Introducción)
Queridos fieles:
El día de hoy dejaremos de lado el Evangelio del día para hablar de un tema de actualidad: La Fraternidad Sacerdotal San Pío X, obra que fundara Mons. Marcel Lefebvre, pues hace escasas semanas tuvo lugar el 4º Capítulo General de dicha congregación. El Capítulo duró 10 días, desde el 11 hasta el 21 de julio. Muchos estaban expectantes y ansiosos, porque llegaba a su término el mandato del entonces Superior General, Mons. Bernard Fellay, y de sus dos Asistentes generales, los Padres Pfluger y Nély, por lo cual habría nuevas elecciones para ocupar dichos cargos.
Había mucha expectación sobre quiénes serían elegidos, y sobre qué rumbo tomaría la Fraternidad, pues, como es sabido, el antiguo Superior General, Mons. Bernard Fellay, sostenía o mantuvo una política acuerdista, esto es, de querer hacer un acuerdo con la falsa Iglesia del Concilio Vaticano II; un acuerdo por el cual serían allí incorporados y “reconocidos”.
Tan verdadero es esto que Mons. Fellay, en una entrevista el mes anterior al Capítulo, habla como si nada de él, del acuerdo, ¡y esto está publicado en el sitio mismo de la Fraternidad1 ! Antes los que lo defendían y decían que todo estaba perfecto en la Fraternidad, que no había pasado nada, que todo estaba bien, sostenían que lo del acuerdo era una mentira, una calumnia, una mala interpretación de lo que decía o hacía el Superior; en definitiva, que no habría un tal acuerdo… y ahora se lo nombra al acuerdo como si nada y nadie “chilla”, nadie se queja, nadie objeta. Ahora cambian el discurso: “Bueno, si nos dejan seguir como somos, entonces no hay problema”.
Y, volviendo al Capítulo, tanta —repetimos— era la expectación respecto de él que, incluso sacerdotes y personas que han salido de la Fraternidad por estos problemas que decimos, ponían una especie de esperanza en él; una esperanza de que fuese elegido alguien antiliberal y anti-acuerdo que diera marcha atrás a la política anterior…
Nuestra intención hoy, para evitar que sean engañados o que se forjen ilusiones, es hacer notar que la situación, tristemente hasta donde uno puede ver, no ha cambiado ni cambiará, sino que seguirá el mismo curso; ya diremos por qué tenemos esta impresión.
(Cuerpo 1: Superior y Asistentes Nuevos)
Primeramente, recordemos quién salió elegido como Superior General para los próximos 12 años: El Padre Davide Pagliarani, de nacionalidad italiana. Él fue ordenado sacerdote en 1996 por Mons. Fellay, y ejerció su apostolado primero en Rímini, Italia, y luego en Singapur, antes de ser nombrado Superior del Distrito de Italia y, desde el 2012, fue el rector o director del Seminario de la Fraternidad, ubicado en La Reja, Argentina. En el Capítulo, fueron también elegidos los dos Asistentes generales que forman parte del Consejo del Superior General, los cuales asimismo tienen un mandato que dura 12 años. Pero respecto a este hecho o elección ocurrió algo muy curioso, si lo podemos llamar así: pues después de haber sido elegido el P. Pagliarani como Superior, se hizo un comunicado que lo daba a conocer y que decía que procederían a la elección de los dos Asistentes generales al día siguiente, 12 de julio…
Pero en un sitio de internet, llamado Vatican Insider, apareció, ese mismo día, 11 de julio, un artículo de un tal Andrea Tornielli, el cual hablaba y comentaba la elección del P. Pagliarani, y decía sobre los Asistentes textualmente lo siguiente: “Mañana, jueves 12 de julio, el capítulo proseguirá con la elección de los dos nuevos asistentes del superior. Salvo sorpresas de última hora, serán el obispo Alfonso de Galarreta (…) y el superior del distrito francés, Christian Bouchacourt”2. Y, ¡oh, sorpresa!, después apareció un comunicado de la Fraternidad, diciendo que, de común acuerdo, el Superior General y los capitulares habían decidido adelantar las elecciones de los Asistentes generales a ese mismo día, por la tarde, y anunciaban que habían sido elegidos…
Mons. de Galarreta y el P. Bouchacourt.
¡Increíble!, ya sabía el vaticanista Andrea Tornielli quiénes iban a ser los dos Asistentes generales. Sin duda, esto deja mucho que pensar…
(Cuerpo 2: Qué pensar)
Ahora para formarnos una idea del Padre Pagliarani o qué pensar o esperar de él en todos estos problemas, será útil recordar algo que ocurrió en el anterior Capítulo General del año 2012.
Mons. Faure —si bien él y los de su grupo no andan bien por mantener muchos principios de acción idénticos a los de la FSSPX, lo cual, tarde o temprano, los llevará a lo mismo: a iguales causas, iguales efectos—, sin embargo, relata en una entrevista que le hicieron en el 2013 —cuando era simple sacerdote—, que el P. Pagliarani tuvo allí, en ese Capítulo, una intervención, en la cual y por la cual, por decirlo así, le salvó “el pellejo” a Mons. Fellay. Mons. Faure dice:
“Durante el Capítulo de 2012, el Padre Jorna distribuyó y comentó una hoja (anverso y reverso), demostrando ante todos los capitulares (excepto Monseñor Williamson, quien fue excluido del capítulo) que la Declaración de Monseñor Fellay no era otra cosa que la hermenéutica de la continuidad.
Después de esta exposición del director del seminario de Ecône, la cual se hizo sin una reacción y en medio del más profundo silencio, la conclusión se impuso por sí misma: esta Declaración debía ser condenada por su autor.
Después de un momento, el director del seminario de La Reja se levantó para romper el silencio. El Padre Pagliarani (¿en concierto con la Casa General? [pregunta Mons. Faure]) intervino entonces en favor de Monseñor Fellay [diciendo]: ‘¡Estimados cofrades! No vamos a infligirle una bofetada a nuestro superior exigiéndole una retractación; esto se hará implícitamente por la Declaración final del Capítulo’.
Luego de esta intervención, un capitular hizo alguna broma y el Capítulo pasó a otro asunto” 3.
1 http://fsspx.news/es/news-events/news/entrevista-con-mons-fellay-somos-un-factor-inquietante-en-la-iglesia-39516
2 http://www.lastampa.it/2018/07/11/vaticaninsider/es-italiano-el-nuevo-superior-de-los-lefebvrianos-el-acuerdo-se-aleja-fsz2Tkucc03nkWR2Sj2KLP/pagina.html
3 http://nonpossumus-vcr.blogspot.com/2018/07/mons-faure-sobre-el-p-pagliariani-en-el.html
Entonces, gracias al Padre Pagliarani, Mons. Fellay no se retractó de la Declaración Doctrinal de abril de 2012, la cual era y es gravísima; él allí cita Vaticano II, ¡a Vaticano II!, para sostener lo que afirma, apoyándose, por ejemplo, en la Lumen Gentium (!); allí dice que los siete sacramentos cambiados —y muchos de ellos invalidados— han sido legítimamente promulgados por Pablo VI y Juan Pablo II; allí acepta como magisterio de la Iglesia Católica, no sólo el Vaticano II, sino también todo lo que después vino… por sólo nombrar unas cosas, pues hay muchas más.
Esto fue y es gravísimo, y si Mons. Fellay no se retractó en ese entonces —lo cual tal vez, tal vez, hubiera podido ayudar a enderezar el rumbo—, influyó bastante esta intervención del P. Pagliarani en favor de él, diciendo que sería como abofetearlo esperar de él una retractación.
Y puede que alguien diga u objete: “Bueno, Padre, está bien. En su momento cometió ese error el P. Pagliarani al defenderlo, pero eso no quiere decir que esté a favor de un acuerdo”.
Sí, es cierto; ese hecho aisladamente no significa que esté a favor de un acuerdo para ingresar en la falsa Iglesia del Concilio Vaticano II. Pero sí tenemos una manifestación de él, de hace unos años, en la que afirma que si un acuerdo fuera propuesto a la Fraternidad, podría ser tomado en consideración. Dicha manifestación es de una entrevista que le fue hecha el 26 de julio de 2011, por un tal Marco Bongi, la cual aparece en el sitio oficial del Distrito de Italia4 de la Fraternidad, entrevista que le fue hecha cuando todavía era Superior de dicho Distrito, en la cual se le hace la siguiente pregunta:
“Si el Vaticano, hipotéticamente, ofreciera a la Fraternidad la posibilidad de estructurarse en un ordinariato directamente dependiente de la Santa Sede, ¿cómo podría recibirse esta propuesta?
Podría ser tomada serenamente en consideración, sobre la base de principios y prioridades, y especialmente con la prudencia sobrenatural en la que siempre se han inspirado los Superiores de la Fraternidad”.
E inmediatamente agrega, dejando aún más claro que un acuerdo es algo posible, o al menos no en principio rechazado, lo siguiente:
“(…) la posibilidad de que la Fraternidad se acerque a una situación canónica regular [esto es, a un acuerdo] no depende de nosotros, sino de la aceptación por parte de la jerarquía de la contribución que la Tradición puede hacer a la restauración de la Iglesia. Si no se prevé una regularización canónica, significa simplemente que la jerarquía no está suficientemente convencida de la necesidad y urgencia de esta contribución. En este caso, tendremos que esperar unos años más (…)”.
Es decir, que para el P. Pagliarani basta que los llamen y les digan que necesitan su ayuda, aunque no haya habido antes conversión y vuelta a la Tradición de la Iglesia, a la verdadera Fe católica; y el momento sería cuando la Iglesia del Concilio “esté convencida” de que necesita esa ayuda, esa “contribución”.
“Bueno, —quizá diga el mismo objetor— pero sus Asistentes seguramente o puede ser lo aconsejarán bien, en contra del acuerdo”. Respondemos: Por desgracia, parece no será así. Pues hasta donde tenemos entendido ni Mons. de Galarreta ni el Padre Bouchacourt están en contra del acuerdo. El mismo P. Altamira nos lo ha dicho y nos ha comentado sobre el P. Bouchacourt —pues éste fue su superior— cómo constantemente defendía a Mons. Fellay, cuando discutía personalmente con él sobre el tema.
Alguien más dirá tal vez: “Bueno, pero Mons. Fellay ya no está más; puede que esto se arregle”; y aquí es donde se pone buena la cosa, porque, como muchos ya se habrán enterado, el 20 de julio, ¡el día antes de finalizar el Capítulo!, deciden añadir otros dos Asistentes, llamados “Consejeros generales”, para formar parte del Consejo del Superior General. ¿Y quiénes fueron elegidos?: Mons. Fellay y el P. Schmidberger. Es decir, quitan a Mons. Fellay para poner a Mons. Fellay. Él todavía, por tanto, tendrá injerencia, o cierta injerencia, en el gobierno de la Fraternidad. Y el P. Schmidberger, ex Superior General, que lo fue después de Mons. Lefebvre, según tenemos entendido, también ha tenido su parte en todo este movimiento de integración en la Iglesia Conciliar, en la falsa Iglesia de Vaticano II.
¿Cuál será, por tanto, el rumbo que seguirá la Fraternidad en este nuevo gobierno? Nos parece que la respuesta es evidente: el mismo.
(Conclusión)
Para concluir y no extendernos más, simplemente queríamos aclarar que en la Fraternidad todavía hay buenos sacerdotes, pero el problema no son ellos sino la institución a la que pertenecen, la cual tristemente está desviada. Muchos de esos sacerdotes ven estos problemas, el problema que significa ser integrado en la Iglesia Conciliar, pero por debilidad o miedos humanos, no se atreven a salir de ella, a alzar su voz…
Recemos por todos ellos, para que tengan ánimo y hagan algo, pues algo se debe hacer. Es cierto que por fuera la cosa no está fácil: hay problemas, hay mucha confusión, pero algo se tiene que hacer… uno no puede quedarse con los brazos cruzados, pues de ello hemos de dar cuenta al final de nuestras vidas.
Pidamos, por tanto, —insistimos— porque Dios les dé fortaleza para obrar, para alzar su voz.
Pidamos también por los fieles de la Fraternidad, para que asimismo vean y actúen en consecuencia. Y seamos nosotros firmes y coherentes. Si Dios nos ha dado la gracia de ver estos problemas —y muchos otros—, entonces actuemos en consecuencia, no yendo, por ejemplo, más las Misas de la Fraternidad, máxime si uno tiene algún sacerdote fiel por medio del cual recibir los sacramentos, que no tenga ni quiera tener nada que ver con la falsa Iglesia.
Recordemos que las acciones dicen más que las palabras. Lo repetimos, allí, en la Fraternidad, todavía hay buenos sacerdotes, pero la institución a la que pertenecen, en cuanto tal, ya está viciada, desviada; y por esto hemos de apartarnos de ella.
Hay fieles en otras partes que sólo tienen Misas de la Fraternidad y han decidido no asistir más a ellas por estos problemas, prefiriendo esperar la visita de algún otro sacerdote fiel y sin compromisos con la falsa Iglesia. Muy meritorio ante Dios.
Recemos, por tanto; recemos para que Dios, por medio de la Santísima Virgen, nos dé luz y fortaleza en estos tiempos que nos ha tocado vivir, que parecen, acorde a las profecías, los últimos.
Ave María Purísima. Padre Pío Vázquez.
4 https://www.sanpiox.it/vita-del-distretto/380-intervista-a-don-davide-pagliarani10