Prédica 4: Fiesta de la Sagrada Familia 2017

(Bogotá, año 2017) – P. Altamira

Queridos fieles: 

 Los temas, detrás de tratar de enseñar lo que realmente es una Familia Católica, son tantos y tan bastos, que siempre nos falta tiempo, y  siempre nos faltará tiempo. Estábamos tratando LA EDUCACIÓN CATÓLICA DE LOS HIJOS; a penas si pudimos dar algunas enseñanzas la semana  pasada. Por otro lado, ya hemos dicho que todas estas prédicas las hacemos en honor de LA SAGRADA FAMILIA: JESÚS, MARÍA Y JOSÉ, como  continuaciones de su Fiesta. Por eso, creemos, y esperamos, que Dios Nuestro Señor Jesucristo no se va a molestar si hoy, a pesar de  comenzar la Septuagésima, seguimos todavía con estos temas de la Familia, en particular y para hoy: La Educación Católica de los Hijos

No sé si algún día llegaremos a predicar sobre la fecundación in vitro (la cual, por enésima vez, es un pecado mortal), y sobre la donación de órganos (que en casi todos los casos, ante Dios, no se puede hacer; y en Colombia tenemos una ley muy inicua sobre el tema). 

(CUERPO) 

Repitamos y retomemos dos conceptos, y avancemos. 

LA EDUCACIÓN CATÓLICA DE LOS HIJOS es parte del fin primario y principal del Matrimonio, buscar criar hijos santos, intentar que los hijos lleguen a  la santidad, y –habíamos dicho- si lo consiguen en los hijos, probablemente los papás también habrán llegado a la santidad. -Y -segundo concepto-: Con respecto a los hijos (y a todo, en realidad), debemos saber que LAS COSAS DE DIOS SON SIEMPRE HERMOSAS Y PERFECTAS:  Cantidad y Calidad. Muchos hijos… y santos hijos. Muchos… y buenos. Familia Numerosa… y santos niños, NIÑOS SÚPER “BIEN EDUCADOS”. La semana pasada habíamos enseñado sobre el Noviazgo. Avancemos ahora sobre otros temas. 

1. EDUCACIÓN INTEGRAL. La educación de sus hijos tiene que ser una educación “integral”, siempre, y evidentemente, según Dios y según su  Religión Católica. Somos alma y cuerpo… pues “alma y cuerpo” debe abarcar la educación. Por un lado, buenos hijos de Dios. Por el otro, el  varoncito debe ser bien varón, y las nenitas bien femeninas. Debemos hacer buenos ciudadanos para el Cielo, para Dios; y buenos ciudadanos 

aquí abajo en la tierra, buenos “patriotas”, para la Patria, para Colombia entendida según Dios, por supuesto. -Primero que nada el tema religioso, DIOS PRIMERO, NUESTRA SANTA RELIGIÓN CATÓLICA PRIMERO. Se relaciona con lo que decíamos de hacer hijos  santos. El buen ejemplo debe comenzar por el jefe de la Familia, por el papá: Si el papá no es religioso, si el papá es liberal, si el papá es medio ateo  (o peor: “ateo y medio”), si el papá nunca reza, si el papá no va a Misa, si el papá no reza el Rosario, si el papá se burla de la Religión Católica (o si el  papá está en cualquiera de las religiones falsas, la de los judíos, las sectas protestantes o cristianas, etc, etc): ¡Qué se puede pedir a los hijos!;  normalmente ellos saldrán iguales o peor que el papá. El papá tiene que ser “el primer buen católico”. El papá tiene que ser la máxima autoridad  religiosa dentro de la Familia, debe ser “el Papa” de esa Familia, y debe ser el primer interesado en cumplir con Dios: La oración de cada día, la  bendición de los alimentos, ver que todos y cada uno rece su Rosario diario (evidentemente eso no es para los niños pequeños), el papá debe ser el  primer interesado en llegar temprano al horario de la Santa Misa (con mayor razón los domingos). 

-Es importante hacer revivir esa vieja costumbre, tan sana y tan santa, de LEER LIBROS A LOS HIJOS, en especial VIDAS DE SANTOS, a los hijos pequeños  (¡y a los no tan pequeños!). También enseñar sobre la Crisis de la Iglesia, la Religión Moderna del Concilio Vaticano II (ya lo dijimos la semana pasada). -A los hijos se les debe exigir el desarrollo de sus facultades intelectuales; en vez de estar todo el día encerrados en su cuarto ¡y a veces toda la  noche! con los jueguitos electrónicos (que destruyen mucho o parte de las capacidades intelectuales); estar todo el día con el celular, con el  whatsapp o con el internet, con el youtube; y ni hablemos si ven basuras en esos lugares, o en el colegio con los celulares de los compañeros. Pero  qué y cómo podemos pretender que los hijos no se envicien con esos jueguitos electrónicos, celulares o videos, o con las películas del internet, si el  mismo padre de familia anda en lo mismo todo el día. “Las palabras empujan, PERO LOS EJEMPLOS… ARRASTRAN

-A los hijos se les debe fomentar todo aquello que les haga crecer una personalidad de verdadero “hombre”, de “varón”. Los deportes –por  ejemplo- siempre hacen un buen influjo en este sentido, y son necesarios para la salud del cuerpo; o salir a cazar con su papá; o salir a subir cerros con su papá; o hacer largas caminatas por las montañas o por el campo; tener buenas, largas y santas charlas con el papá; etc. -A las nenitas, en ese fomentarles que lleguen a ser verdaderas “damas”: Fomentarles todo lo que es femenino, todo lo que es delicado, todos los  buenos modales, el ser elegantes para caminar, para estar en la mesa, el andar bien erguidas, el saber sentarse como verdaderas damas, etc (todo  lo contrario a lo que, en nuestro hermoso idioma español, llamamos “un marimacho”). Por otro lado, como lo común es ser mamá, fomentarles  desde niñitas, como hicieron con nuestras madres y abuelas, TODOS ESOS HERMOSOS SENTIMIENTOS “MATERNALES”, para que desde niñas los tengan y  quieran ser mamás (v.gr. cuando les compren sus muñecas, comprarles siempre –como era antes- los bebes o bebotes que les fomentan todo lo  más hermoso y maternal, y no les compren los prototipos de la mujer moderna: Las muñecas “Barbie” o parecidas). 

-Las nenitas, las adolescentes, las jóvenes, deben aprender a cocinar, Y A COCINAR BIEN. A todo hombre le gusta que su esposa cocine bien rico; y  para eso las debe “entrenar” su mama desde pequeñas. El problema es que a veces ni la mamá sabe cocinar… 

2. QUÉ ES SER UN BUEN PAPÁ Y SER UNA BUENA MAMÁ. Si bien, evidentemente lo serán aquéllos que consigan criar hijos santos, como ya  dijimos, no obstante veamos qué piensa la gente en este tema: ¿Qué es ser un buen papá o una buena mamá? -“Yo respondo, Padre, yo respondo”. “A ver, alumno”. “Ser un buen papá o una buena mamá es darle al hijo todos los gustos”. PÉSIMO. Y lo felicito:  usted hará de su hijo un buen “bobo” y un total malcriado, jamás un santo ni un caballero de Dios Nuestro Señor Jesucristo”. -Somos naturalezas caídas, hemos tenido el pecado original y llevaremos hasta nuestras tumbas las malas tendencias que cargamos. Frente a ello, el buen  hijo de Dios, el buen católico, se hace en la virtud, en el esfuerzo, en el sacrificio, como Cristo en la Cruz; y no en la vida regalada y cómoda (o la vida  muelle: que además hace medio-afeminados a los varones). Debemos toda la vida corregir y tener a raya nuestras malas tendencias. -“Yo también quiero responder, Padre”. “A ver, este otro alumno”. “Ser un buen papá o una buena mamá es comprarle al hijo todo lo que él quiera, y  darle todo lo material”. “Otra vez: PÉSIMO; y lo felicito: aquí hay otro que hará de su hijo un “bobo” total, y un bobo muy materialista, y no sé si  avariento. Aun si Dios me da un buen pasar, hay que entender que LA VIDA AUSTERA, sin estar comprando de todo, eso es lo que nos hace bien, sin el  materialismo, aunque guardando siempre la debida proporción según el estado y condición social de cada uno”. V.gr.: Cuidado con exagerar en la  cantidad de ropa que compran a sus hijos o “hijas”, o exagerar en la compra de los juguetes; ya les conté sobre esa casa de Familia a donde fui una vez, y  no se veía el piso en la habitación del niño, todo de punta a punta repleto de juguetes (muy mal por esos padres). 

“¿Otro alumno? A ver allí hay una dama que quiere responder; diga usted”. “Ser una buena mamá, en el tema de los alimentos, es cocinarle al hijo y  hacerle SOLAMENTE LO QUE A ÉL LE GUSTA”. “La felicito, mamá, usted va a hacer otro bobo de su hijo, y jamás un santo”. En una verdadera Familia  Católica, en el tema de los alimentos, el famoso “no me gustadebería ser una palabra absolutamente prohibida. Perdón, pero sobre mi propio papá, él  jamás nos permitió decir “no me gusta”, “se come todo, se come lo que se sirva en la mesa”. E inclusive para la buena salud del niño es importante acostumbrarlo a comer de todo. (*) Sobre esto, ya les he contado una anécdota: En Argentina, yo me encargué de los campamentos de niños durante 

unos siete años; duraban 3 semanas; los hacíamos en el campo en medio de la nada; había que comer “LO QUE HAY… Y LO QUE HAY”; y ahí se veía cómo –por  supuesto- aun nuestras mamás, feligresas “tradicionalistas”, malcrían a sus hijos con los alimentos. Primer almuerzo “campamental”, UN MONTÓN DE NIÑOS  SALÍAN CON “EL NO ME GUSTA”; pero con las actividades del campamento, los trabajos en medio del campo, así el hambre pueden más, y “el no me gusta” les duraba como mucho hasta la cena inclusive, y después del primer día comían de todo (SI UNO LES TIRABA “BULONES”, PUES “BULONES” COMÍAN). Pero  después llegaban a sus casas, y el resto de los 11 meses del año sus mamás los volvían a malcriar… En fin. 

-Miren: Todo se relaciona con todo: LA FAMILIA NUMEROSA Y LA VIDA VIRTUOSA. Es fácil malcriar al hijo cuando, ¡viva la planificación y la anticoncepción!,  se tiene uno o dos hijos. Vaya usted a malcriarlos si usted tiene una Familia Numerosa. Es fácil decirle al hijo único o a la parejita, todos los días, “¿qué  quieres que te haga de comer?”, y “yo les hago solamente lo que a ellos les gusta”. “Sí. Tenga usted 10 niños… a ver si se anima siquiera, a ver si se  atreve, a decirles a cada uno: «¿qué quieres que te haga de comer?», y «solamente lo que a ellos les gusta» ”; de ser así, en dos semanas la mamá ha  sido llevada al manicomio, pobre. Fíjense entonces que, al final de cuentas, LA FAMILIA NUMEROSA, CASI QUE A LA FUERZA, HACE CRECER EN LA VIRTUD HASTA A LA  PROPIA MAMÁ, ¡A TODA LA FAMILIA!: hace virtuosa a la mamá, y hace virtuosos a los mismos hijos; si no: es un caos la vida familiar. 

3. SER RESPETUOSOS. Los católicos siempre nos habíamos caracterizado por lograr que nuestros hijos sean bien respetuosos, por lograr que  nuestros hijos sean gente muy educada y de muy buenos modales: “Bienvenidos a una nueva especie en extinción”. -Apuntando al ideal de la educación, el respeto que hay que conseguir de nuestros hijos es escalonado: En primer lugar hacia Dios; luego hacia los  padres y la familia en sentido amplio (hermanos, tíos, abuelos, etc); luego algo que siempre fue “una distinción” entre nosotros y mucho se ha  perdido: tener respeto hacia las personas mayores; y finalmente (o relacionado con lo anterior) tener respeto hacia toda otra persona. -(1) Respeto hacia Dios y hacia su Religión Católica: Enseñando a tomar en serio las cosas de Dios y del Catolicismo; respeto hacia los sacerdotes; enseñando a tener una postura respetuosa al rezar, con mayor razón cuando los hijos se dirigen a recibir la Comunión (no estar en las nubes,  mirando para todos lados); igualmente ser muy respetuosos cuando se está dentro de una Iglesia o Capilla, guardar silencio allí adentro y  comportarse bien (siempre lo decimos: cuando nosotros, actuales adultos, éramos niños, no nos dejaban “ni respirar dentro de la Iglesia” por la  exigencia del buen comportamiento, y no salíamos ni acomplejados, ni nada; y hoy en día no se exige mucho el respeto en el lugar sagrado; si el bebé llora o hace mucho ruido, se lo saca –o se va allí al fondo donde el padre confiesa-, y al papá y a la mamá igualmente les vale la Misa). -(2) El respeto hacia el papá y la mamá. A nosotros nunca se nos permitió ser maleducados con nuestros padres; el respeto que se exigía era muy  grande y debemos volver a eso. Hoy uno ve que los hijos son muy irrespetuosos con sus padres, e inclusive delante de otras personas. -(3) A los hermanos y familiares. Enseñar a los niños a ser correctos con sus hermanitos (también a saber compartir con ellos, a no ser egoístas y no  pensar siempre en sí antes que en los otros: para todo ello ayuda la Familia Numerosa). TAMBIÉN SER MUY RESPETUOSOS CON LOS ABUELOS, CON LOS TÍOS. -(3 bis) Otra tema, que creo que es muy importante en la educación de los hijos, y sobre el cual ya no se insiste. Corríjanme si me equivoco, pero  cuando nosotros éramos niños nos enseñaban que cuando uno llega a un lugar (una reunión familiar, una reunión de amigos, o cualquier reunión o  evento de personas grandes o adultas), uno tenía que saludar a todo el mundo como una persona educada. Hoy no se ve eso, y está mal; uno ve  que los niños y adolescentes llegan y no saludan a nadie (peor si esto lo hacen los adolescentes, porque ya están más crecidos). -(4) Y finalmente el respeto hacia el resto de las personas, sea quien sea, sin despreciar a nadie; y con mayor razón el respeto hacia las personas  mayores. Un ejemplo entre mil que se podrían dar: Ceder o dar el asiento en el bus a los ancianos y a las mujeres embarazadas. ¡Volvamos a las  sanas costumbres de la buena educación! ¡Los católicos nos caracterizábamos por ser gente muy educada! 

4. LA FORMACIÓN ACADÉMICA, el estado de los Colegios, de las escuelas, y de las Universidades. 

-La corrupción que reina en los ambientes de la educación en los países modernos es gigantesca y a nadie se le oculta. 

-Hay una enorme CORRUPCIÓN INTELECTUAL, la cual es la peor porque daña nuestra facultad más noble e importante que es: nuestra inteligencia.  Por otro lado, el nivel académico o la exigencia en los colegios suele ser nula o casi nula, por lo cual ni siquiera hay un gran desarrollo intelectual ni  cultural. Pero hagamos un breve listado sobre las cosas falsas y malas con que se alimentó nuestra inteligencia, y con que más aun se alimenta hoy  la de vuestros hijos: “Dios no existe, no hay que ser bobo creyendo en esas cosas”, “el Catolicismo es lo peor”, “España fue lo peor”, “el Ateísmo, el  Comunismo, el Socialismo, el Liberalismo son cosas buenas y magníficas”, “el poder no viene de Dios sino del pueblo, soberanía popular”, “Dios no  creó el mundo, sino que venimos de la Evolución y del mono o del lagarto”, “la Revolución Francesa fue el más grande evento de la humanidad”. 

-Luego tenemos LA CORRUPCIÓN MORAL O DE LA VOLUNTAD, diciendo falsamente y promoviendo que los vicios y perversiones morales son cosas  buenas: “Tengan relaciones sexuales antes del Matrimonio, pero cuídense”, “vivan en unión libre o concubinato”, “hagan anticoncepción y  planificación, no vayan a tener muchos hijos”, “ser homosexual o lesbiana está muy bien”, “el matrimonio homosexual está muy bien”, “dar niños  en adopción por los homosexuales está muy bien”, etc, etc. 

-Y los papás hacen el esfuerzo y pagan la pensión o la cuota mensual en los colegios (a veces carísimos), para que encima de ello les arruinen a sus  hijos intelectual y moralmente. Eso es ser muy bobo. -¿QUÉ HACER ENTONCES? Pensar seriamente en los sistemas de “Home School”, educación en la  casa, que hoy en día hay muchos (y de hecho, cada vez más), los cuales están aprobados por el Gobierno (un feligrés nuestro de Pereira tiene uno  aprobado por el Gobierno; pregunten en la Librería), y son sistemas donde la mamá y el papá pueden tener mucho control sobre qué cosa se  enseña a sus hijos; por otro lado son bastante baratos, son mejores para la protección de los hijos y para que ellos estén seguros pues no salen de  su propio hogar, son menos los gastos y los riesgos, no hay gasto en los uniformes ni en el transporte, y no hay nada de pérdida de tiempo en esos  transportes hasta el colegio pues están en su propia casa (conocí una mamá que me decía que su niña de 10 años –creo que tenía- se tardaba en el transporte o ruta escolar de cada día, debido los trancones o embotellamientos, creo que más de 2 horas de ida y 2 horas de vuelta para ir y volver  del colegio: ¡Eso es inhumano!). Pero para esto, para el Home School o educación en la casa, evidentemente que hace falta que la mamá esté en la  casa, y otra vez caemos en los roles del hombre y de la mujer: PATRIMONIO Y MATRIMONIO, OFICIO DE MADRE Y OFICIO DE PADRE respectivamente. 

 En fin, se podría estar enseñando durante un mes seguido sobre cosas importantes para la Educación Católica de los Hijos, pero creo que  con estas prédicas ya tienen un buen material para pensar y reflexionar. 

 Y siempre rematamos con lo mismo: TODO ESTO LO HACEMOS POR LA SANTIDAD DE LA VIDA CATÓLICA, PARA SER BUENOS HIJOS DE DIOS,  POR LA SANTIDAD DEL MATRIMONIO Y DE LOS ESPOSOS, POR LA SANTIDAD DE LOS HIJOS, POR UNA SANTA EDUCACIÓN CATÓLICA DE ELLOS. AVE MARÍA PURÍSIMA.