3er Domingo después de Epifanía 2018

Fiesta de la Sagrada Familia, Educación católica de los hijos, 3a parte.

(Domingo 21 de enero de 2018) P. Altamira.

Queridos fieles:

Seguimos con estas prédicas en honor de LA SAGRADA FAMILIA: JESÚS, MARÍA Y JOSÉ, y -si se me permite expresarme así- como continuación de la Fiesta de la Sagrada Familia. Los temas son siempre sobre LA FAMILIA CATÓLICA.

-Ya habíamos hecho 2 prédicas sobre el Matrimonio: El fin del Matrimonio; el ideal y la gloria católica de la Familia Numerosa; el mundo feo y de pecado de la anticoncepción o planificación; la Indisolubilidad y la Fidelidad Matrimonial; el rol del hombre y de la mujer: Patrimonio y Matrimonio.

-Hoy es la tercera prédica. Será sobre LA EDUCACIÓN CATÓLICA DE LOS HIJOS.

-No sé si llegaremos a hacer otras prédicas sobre la fecundación in vitro (casi nadie sabe que ello es un pecado mortal), y sobre la donación de órganos (no se sabe que en la mayoría de los casos, ante Dios, eso no se puede hacer; y en Colombia tenemos una ley muy inicua al respecto).

(CUERPO: LA EDUCACIÓN CATÓLICA DE LOS HIJOS)

Comencemos la prédica sobre “La Educación Católica de los Hijos” recordando el fin primario y principal del Matrimonio y con una anécdota graciosa que ya habíamos contado en otra oportunidad.

-Primero: El fin primario y principal del Matrimonio es la procreación o generación de los hijos… Y LA EDUCACIÓN CATÓLICA DE ELLOS.

-La anécdota graciosa (ya se las he referido); puede haber alguna imprecisión por el tiempo transcurrido: En Argentina la costumbre es hacer la Misa de la Vigilia Pascual a las 12 de la noche, por lo cual uno se termina acostando tardísimo, tipo 2 de la mañana, y pocas horas después -esa misma mañana- tenemos todos la Misa del Domingo de Pascua de Resurrección… “y todos muy cansados”. En esa Misa había una joven esposa con su bebé pequeño (yo mismo -creo- la había casado), era el segundo hijo sin haber todavía llegado a los tres años de casada (muy bien por esa dama). Pero ese enano, esa mañana, y todos cansados por la Vigilia, ese enano “lloraba y lloraba y lloraba… y lloraba”. Uno intenta ser paciente, pero en un momento dado, durante la prédica (más el cansancio yo que tenía), ya no aguanté más, interrumpí la prédica y le dije: “Señora, por favor, saque de la Iglesia ese niño hasta que se tranquilice”. Se armó un pequeño tumulto al fondo, y salió la dama con el niño. Puede haber algún error por mi falta de memoria, pero después de la Misa, dicha dama pidió pasar a la sacristía y, un poco molesta, creo recordar me dijo algo así: “Padre, no lo entiendo: Usted todo el tiempo nos dice que tengamos muchos hijos, la Familia Numerosa, y ahora se queja”. Y yo le respondí: “Sí señora: Familia Numerosa: sí, y muchos hijos: sí… pero muchos y “santos, no se olvide de LA EDUCACIÓN CATÓLICA DE LOS HIJOS”; y agrego ahora: que muchas veces empieza por los padres mismos, entre tantas cosas, por las actitudes en la Misa. Pero el punto que quería recalcar es: Muchos y santos, LA EDUCACIÓN CATÓLICA DE LOS HIJOS.

Allí está esa parte importante de lo que es el fin primario del Matrimonio: LA EDUCACIÓN CATÓLICA DE LOS HIJOS, buscar criar hijos santos, intentar que los hijos lleguen a la santidad, y si lo consiguen en los hijos, probablemente los papás también habrán llegado a la santidad.

LAS COSAS DE DIOS SON SIEMPRE HERMOSAS Y PERFECTAS. En este tema, los hijos, ello implica: CANTIDAD Y CALIDAD. Muchos hijos… y santos hijos. Muchos… y buenos. Familia Numerosa… y santos niños, NIÑOS SÚPER “BIEN EDUCADOS”.

-Dios da un papá y una mamá en forma muy principal para la educación de los hijos. Y si bien el papá es clave, la que más marca cómo serán esos hijos es la mamá: El sello y “la distinción” de cómo serán los hijos está más que nada marcado por el lado de la mamá.

-La influencia de la mamá siempre es muy grande. Por empezar, porque ella los ha tenido dentro de sí durante 9 meses (casi formando parte de sí misma). Que la mamá marque más cómo serán los hijos, tiene que ver también con aquello de los roles del Matrimonio que habíamos enseñado la semana pasada; respectivamente MATRIMONIO: OFICIO DE MADRE, y PATRIMONIO: OFICIO DE PADRE.

-En este sentido de “la marca” que deja la mamá en la educación de los hijos, escuchemos una frase de Santo Tomás de Aquino; él advierte que “aunque el padre sea más digno que la madre, ÉSTA, SIN EMBARGO, TIENE MÁS CUIDADO DE LOS HIJOS QUE AQUÉL” (Suppl. 44,2 ad 1).

-O aquella otra frase de San Agustín (Contra Faustum l.19 c.26; ML 42,365): “LA MUJER DEBE CASARSE PRINCIPALMENTE PARA SER MADRE; Y PORQUE ENGENDRAR, ALUMBRAR Y EDUCAR A LA PROLE -EDUCAR A LOS HIJOS– es OFICIO DE MADRE”.

-La que marca realmente a los hijos, la que da “la distinción” en la educación y en la forma de ser de los hijos: Es la mamá.

-De allí la importancia, atención caballeros, de la novia que escojan. Según cómo sea la candidata, según cómo sea la novia, cómo la esposa, ASÍ -CUANDO SE CASEN- SERÁN SUS HIJOS. Miren la importancia de saber elegir una buena mujer, una buena hija de Dios, una buena católica, para novia y para esposa.

Y ya que nombramos EL NOVIAZGO, enseñemos varios temas sobre él.

-El Noviazgo es la etapa previa al Matrimonio, para poder saber si tal o cual persona es la indicada para casarse, la indicada según Dios, la indicada según el Catolicismo; para saber si es la persona indicada para quedar ligado ante Dios para toda la vida, o diciéndolo mejor: hasta la muerte. Y es la etapa para saber si es la persona indicada para ayudarse entre los dos en el Matrimonio para que toda la Familia llegue al Cielo, para alcanzar la Salvación Eterna de toda la Familia. ¿Quién piensa en estas cosas al momento de estar de novio o de casarse? Nadie; o casi nadie.

De allí, veamos algunas de LAS CUALIDADES QUE SE DEBEN BUSCAR EN UN NOVIO O UNA NOVIA.

-Evidentemente que a cada uno le debe gustar su novio o su novia. Pero antes de ello, uno debe ver cómo es, y cómo va a ser esa persona en el Matrimonio, cómo va a ser ante Dios y ante su Catolicismo. Y, hoy en día, es necesidad ver y preguntarse cómo va a ser esa persona frente a la Crisis de la Iglesia, frente a toda esta falsa Religión Moderna que han creado con el Concilio Vaticano II. ¿Qué futuro le puede caber a un Matrimonio cuando una chica se pone de novia con un joven que no practica, que es ateo o casi ateo o ateo práctico al menos, con un joven que viene a Misa sólo por ahora y para complacer a su novia (y después de casados: “olvídalo”)? Si un joven o una joven no consiguen para el Noviazgo un buen católico “que ya venga así de fábrica”, pues tendrán que “fabricárselo” durante el Noviazgo, y asegurarse de que realmente sea así, asegurarse de que se haya hecho un buen católico antes del Matrimonio, pues no se deben casar con alguien para el cual Dios y su Catolicismo no importan, o casi no importan, y -como decíamos recién- se debe agregar ineludiblemente el tema de la Crisis de la Iglesia, el tema de la falsa Religión Moderna del Concilio Vaticano II y de Francisco. De lo contrario, todo será un problema: Dónde hacer la ceremonia del Matrimonio, dónde el Bautismo de los Niños, el número de hijos a tener, la anticoncepción, las Primeras Comuniones de los hijos, las Confirmaciones, e inclusive: A DÓNDE IR A MISA CADA SIMPLE DOMINGO.

-Y al joven moderno ni le interesan estas cosas: LA RELIGIÓN ES UN DETALLE SECUNDARIO. Y llegan hasta los noviazgos con una judía o con un judío, con una protestante (los mal llamados “cristianos”), con un ateo o casi ateo, con un musulmán. Y después vendrán los problemas entre ellos y con los hijos.

-Voy a contar una ANÉCDOTA MUY HERMOSA Y REAL, y que he conocido de cerca.     La cambiaré un poco. Supongamos el año 1920. Había una vez una jovencita, hija de militares, que en edad oportuna quería conseguir un novio y hacer una familia. Como su papá era militar, ella también quería casarse con un militar. Pero a esa jovencita Dios le importaba, y por lo visto le importaba mucho. En uno de los destinos que tuvo su papá como militar, preguntándose ella, quién podría ser un candidato para casarse tal vez entre los jóvenes militares recién graduados, entre los tenientes, ella se dijo: “Voy a fijarme entre los jóvenes tenientes que vayan más Misa, me fijaré cuáles son los que van más a rezar a la Iglesia dentro del Barrio Militar del Destacamento”. Y allí vio uno que iba mucho a Misa, un teniente que iba mucho a rezar a la Iglesia. Y como en esos ambientes no son tantas las familias y se dan bastantes posibilidades de compartir eventos para conocerse (festejos, reuniones sociales de militares), así, “charlando y charlando”, a esa joven se le dio, y se puso de novia, y se terminó casando con el que ella había visto que iba más a Misa: ¡Ése fue su criterio de selección! Además, ella era una candidata solicitada… “porque era la hija del General” (broma: porque creo que su papá todavía no era General en ese entonces). Pero miren el caso de esa joven, y cómo lo que primó no fue sólo que le gustara el candidato, si no cómo era él ante Dios, si él iba a Misa, si él iba a la Iglesia a rezar. Y así deberían hacer “todos” y “todas”. Y nadie hace así. La Religión no importa; nuestro Catolicismo es tan sólo un artículo decorativo, algo de pura costumbre social, ¡Y ESO NO DEBE SER ASÍ! DIOS DEBE SER, Y ES, LO MÁS IMPORTANTE, JUNTO CON SU ÚNICA RELIGIÓN VERDADERA: EL CATOLICISMO. Y ése debe ser el primer criterio o cualidades en la selección de la novia o del novio, y no solamente que “a uno le guste”.

Ya que hablamos, hace unos momentos, de LA FALSA RELIGIÓN MODERNA, DEL CONCILIO VATICANO II, DE LA CRISIS DE LA IGLESIA, hagamos un paréntesis sobre el Noviazgo, y toquemos ese tema, ya que también entra dentro de la educación de los hijos:

-No puede ser que nuestros padres de familia no enseñen a sus hijos sobre LA CRISIS DE LA IGLESIA, que no enseñen por qué vienen aquí a Misa en latín, y por qué no van a la misa moderna en la parroquia del barrio, o a las Misas del Indulto o Ecclesia Dei. Se da el fenómeno de que sus hijos vienen aquí “solamente porque su papá y su mamá los traen”, que sus hijos no tienen ni conocimientos ni convicciones de nada, SIN SABER DAR “RAZÓN O RAZONES DE SU FE CATÓLICA  Y POR QUÉ LA  PRACTICAN  ASÍ”. Estos hijos, “sus” hijos, al no tener conocimientos ni convicciones en esta Crisis de la Iglesia, llegan a la adolescencia o a la juventud y se alejan, o no practican más o casi no practican, o hasta se van a la Iglesia Moderna, o a los grupos de las Misas del Indulto o “Ecclesia Dei”. Ésa es una falencia por no dar la adecuada educación a sus hijos.

-Pero como “nadie da lo que no tiene”, los padres de familia deben ser los primeros en saber estas cosas, y a veces ni ellos las saben, o no las saben bien. Los mismos padres de familia deben formarse bien ante esta Crisis de la Iglesia.

-El católico de hoy en día, si se me permite otra vez la expresión, debe ser todavía “más intelectual” que en otras épocas, y superar aquello de “la fe del carbonero”. El combate hoy en día es en primer lugar un combate en el ámbito de la Fe; y por lo tanto es en primer lugar un combate en ámbito de la Doctrina; y por lo tanto es UN COMBATE INTELECTUAL, de LA INTELIGENCIA DE LA FE. Insistimos: Hay que formarse. El sacerdote, el que hace las veces de párroco, no puede darles todo; hay un esfuerzo personal que deben poner ustedes mismos para tener la adecuada formación que piden nuestras épocas.

Habiendo hecho ese paréntesis, volvamos a los temas del Noviazgo. Ahora: LA VIRGINIDAD, LA VIRGINIDAD HASTA EL MATRIMONIO.

-Por supuesto que lo correcto y lo que corresponde es “LLEG R VIRGEN H ST  EL M TRIMONIO”. Y no solamente la mujer, como -perdón que sea duro otra vez- estúpidamente dicen los liberales, sino el hombre también: Tanto el hombre como la mujer deben llegar vírgenes y puros hasta el Matrimonio.

-Por eso, ahora dentro de la educación de los hijos, decimos que es una vergüenza que los padres modernos ya no enseñen a sus hijas mujeres “y” a sus hijos varones que ambos deben llegar vírgenes hasta el Matrimonio; y, por lo mismo, que no enseñen de la obligación de tener un Noviazgo puro y casto. Hablemos claro: Los novios no pueden tener relaciones antes casarse, eso es un pecado mortal y manda al Infierno, la eternidad del Infierno.

“Padre, pero todo el mundo lo hace, todos los novios tienen relaciones antes del Matrimonio, y nadie llega virgen”. Respondemos: ¡Falso!: No todo el mundo lo hace, y si así fuera, ello no justifica nada. Por otro lado, sí hay gente que llega virgen hasta el Matrimonio. Y en esos “malos” estilos modernos, enseñemos otras cosas con claridad: La Teología Católica también nos enseña que los famosos BESOS DE LAS NOVELAS DE LA TELEVISIÓN, O BESOS PASIONALES, O BESOS COLUMBINOS, no corresponden entre novios, esos besos son para los casados, no para los novios, y peor aun si se hacen otras cosas.

Otro tema para enseñar: CUÁL ES LA EDAD OPORTUNA PARA BUSCAR NOVIO.

-No hay reglas absolutas. Pero en esto interviene un primer principio rector que nos dice: “las cosas son por un fin”: La finalidad del Noviazgo es el Matrimonio. El Noviazgo no es porque sí. El noviazgo no es “para pasarla bien” en el estilo y según los cánones modernos. Repetimos: La finalidad del Noviazgo es el Matrimonio, es decir, para terminar de ver si ésa es la persona adecuada para casarse. ¿Cuándo entonces buscar novio o novia? La respuesta es cuando uno está listo para contraer Matrimonio espiritual, psíquica y físicamente.

-Y aquí interviene, entre otros, un segundo principio rector que depende de las costumbres de cada época. En otras épocas la gente se casaba más joven
que en la actualidad (pero eran jóvenes mucho más maduros psicológicamente que hoy). Las costumbres sociales en nuestra época y en nuestros países muestran que casi todo el mundo se casa después de los 20 años de edad o más. Pues bien, cercano a esas edades es cuándo se debe buscar novio o novia.

-Y si un caballero se quiere casar, lo cual está muy bien, no puede -perdón que lo diga así- “ser un bobo que vive porque es gratis”, ser un inmaduro total (como la mayoría). Debe ser un joven sensato y criterioso, sacrificado, esforzado, serio, capaz de ser papá por su madurez psicológica, y capaz de sostener su casa económicamente a través de su trabajo y/o de sus estudios para conseguir trabajo. PATRIMONIO: OFICIO DE PADRE. -Y la joven debe ser lo suficientemente madura para ser mamá, y educar católica y santamente a sus niños. MATRIMONIO: OFICIO DE MADRE.

Relacionado con lo anterior, veamos ahora: CUÁNTO HA DE DURAR UN NOVIAZGO.

-No están bien “LOS NOVIAZGOS ETERNOS”, “los eternamente novios” (con 7; 8 años de novios; 10 años de novios; más aun). Todo tiene que tener una “razonabilidad”. Si bien tampoco hay reglas absolutas, la respuesta es: El Noviazgo ha de durar lo suficiente para estar seguro de que es la persona adecuada para el Matrimonio. [Entre paréntesis: Tampoco es sano ni correcto los novios que están todo el día visitándose o hablando por teléfono o en el whatsapp, o lo que sea]. Pero volviendo al tema de la duración del Noviazgo, sin reglas absolutamente fijas, y por dar una aproximación: Dos o tres años son suficientes, y ¡a casarse! ¿Por qué? Porque en el Noviazgo, para saber si es la persona correcta para el Matrimonio, está bien hablar “de las florcitas y de los pajaritos”, pero NO SOLAMENTE DE LAS FLORCITAS Y LOS PAJARITOS, y para saber de los temas serios bastan unos dos o tres años.

-En el Noviazgo, se debe hablar, para saber si es la persona correcta, de las cosas serias de la vida: De Dios, de su Catolicismo, de la práctica religiosa, de la Crisis de la Iglesia, de qué entiende el otro por Matrimonio, de tener un Noviazgo y un Matrimonio como Dios manda, un Noviazgo puro y casto hasta el Altar. Y hablar de un futuro Matrimonio también puro y casto, lo cual significa -comúnmente- teniendo niños, y muchos niños, ojalá la Familia Numerosa.

Miren sobre esto último: Entre las cosas que definen, no únicamente pero sí marcadamente, que un Matrimonio sea lleno de santidad o que un Matrimonio sea lleno de pecados, está el tema de tener niños. El tema de tener niños, y “el NO a la planificación”, y “el NO a la anticoncepción”, SE DEBE HABLAR durante el Noviazgo, y no recién después de casados, cuando ya no hay nada que hacer. Porque, si una joven no quiere tener los hijos que Dios manda, y quiere hacer anticoncepción después -pongamos- del tercer hijo; o si una joven, por darle el gusto al marido, acepta la anticoncepción o planificación (de él o de ella): Calculen ustedes la tonelada de pecados mortales que ello significa durante el Matrimonio. ¿Por qué? Porque, con el mayor respeto hacia las damas presentes, para que, en unos 20 años de fertilidad de la mujer después del Matrimonio, se tenga sólo un hijo, para tener sólo la famosa parejita colombiana, para tener sólo y máximo tres hijos, en general no hay que hacer uno SINO MIL pecados mortales en la intimidad. Y al revés, dos novios, con unión de espíritus católicos, queriendo cumplir con Dios Nuestro Señor Jesucristo y con su Religión Católica, dispuestos y deseando tener muchos niñitos, la Familia Numerosa, ¡cuánta santidad matrimonial! Insistimos: No que dependa sólo de ello la santidad, pero sí en un grado muy importante.

Nos faltaron muchos temas sobre la Educación en general. Seguiremos, Dios mediante, la semana que viene: POR LA SANTIDAD DE LA VIDA CATÓLICA, POR LA SANTIDAD DEL MATRIMONIO CATÓLICO, Y POR LA EDUCACIÓN CATÓLICA DE LOS HIJOS.

AVE MARÍA PURÍSIMA.