24° Domingo después de Pentecostés 2016

La Medición del Templo – Visión del Apocalipsis.

(Domingo 20 de noviembre de 2016) P. Altamira.

(Introducción)

Queridos hijos:

Cada año enseñamos que a través de estos dos domingos, el de hoy: Domingo 24 y Último después de Pentecostés, y el de la próxima semana: Domingo Primero de Adviento, poniendo en sus Evangelios lo que se ha dado en llamar “El Apocalipsis Sucinto” (hoy San Mateo cap 24,15-35, en una semana San Lucas cap 21,25-33 ), la Santa Iglesia Católica quiere que sus sacerdotes prediquemos, ¡caramba, por lo menos dos veces al año!, sobre los temas del Apocalipsis, sobre los temas de “El Final de los Tiempos”.
Nosotros así deseamos hacerlo, con la gracia de Dios, y esperamos poder cumplir con esto cada año, y más de dos veces al año, si Dios así nos lo permite. Esto no sólo por la importancia del tema, sino porque todo parece indicar que estamos viviendo esa época, los tiempos previos a la Parusía.
Entre tantos temas interesantísimos, hoy queríamos desarrollar el tema de la visión de “LA MEDICIÓN DE TEMPLO”.
Seguiremos al gran Padre Leonardo Castellani (+1981), en lo que es tal vez el mejor libro sobre el Apocalipsis (al menos en lengua española), su obra “El Apokalypsis de San Juan” (4ª Edición, “Vórtice”, año 1980, Bs As) , la 1ª edición fue del año 1963.

(Cuerpo 1: Texto de la Sagrada Escritura: La Medición del Templo)

Nosotros pondremos primero el texto en latín de “La Vulgata” con su traducción; luego al Padre Castellani.
El texto de “La Vulgata de San Jerónimo”, que es el texto oficial de la Iglesia Católica; capítulo 11 del Apocalipsis (versículos 1 y 2):

1. Et datus est mihi calamus similis virgae, et dictum est mihi: Surge, et metire templum Dei, et altare, et adorantes in eo: Y me fue dado un caña similar a una vara, y me fue dicho: Levántate, a medir el templo, y el altar y a los que adoran en él. 2. Atrium autem, quod est foris templum, eiíce foras, et ne metiaris illud: quoniam datum est géntibus, et civitatem sanctam calcabunt mensibus quadraginta duobus: Pero el atrio, que está fuera del templo, arrójalo fuera, y no lo midas: puesto que ha sido entregado a las gentes [en latín “gentibus”, palabra que en lenguaje de la Sagrada Escritura significa: “los que no están en la verdadera Religión”, i.e.: el atrio arrójalo fuera y no lo midas puesto que ha sido entregado “a los que no están en la verdadera Religión”], y ellos pisotearán la Ciudad Santa por cuarenta y dos meses.

Ahora el texto del Padre Castellani traducido del griego:

1. Y dióseme una caña a modo de vara métrica. Y díjoseme: Levántate y mide el Templo de Dios y el Altar y los adorantes en él. 2. Pero el Atrio, defuera del Templo, arrójalo fuera y no lo mensures. Porque ha sido dado a los paganos, y la Ciudad Santa pisotearán cuarenta y dos meses.1

(Cuerpo: El comentario del Padre Leonardo Castellani: LA MEDICIÓN DEL TEMPLO)

En el libro “El Apokalypsis de San Juan”, el Padre Castellani comenta lo siguiente (es un resumen):
“Visión Séptima: LA MEDICIÓN DEL TEMPLO. Todos los Santos Padres han visto en esta visión el estado de la Iglesia en el tiempo de la Gran Apostasía: reducida a un grupo de fieles que resisten a los prestigios y poderes del Anticristo (mártires de los últimos tiempos), mientras la Religión en general es pisoteada durante 42 meses o 3 años y medio. Pisotear no es eliminar: El Catolicismo2 será adulterado [falsificado]. (…) El mismo Templo y la Ciudad Santa serán profanados, ni serán ya santos. No serán destruidos. La Religión será adulterada [falsificada], sus dogmas vaciados y rellenados de substancia idolátrica: no eliminada, pues en alguna parte debe estar el Templo en que se sentará el Anticristo “haciéndose adorar como Dios”, que dice San Pablo. La Gran Apostasía será una grande, la más grande herejía”.

Hijos: Lo que padecemos hoy en esa falsificación o adulteración del Catolicismo de que habla el Padre Castellani.
El medio último y más profundo para llegar a esta falsificación, fue llamado por el Papa San Pío X –y por otros- “La Herejía del Modernismo”, la palabra “modernismo” está usada aquí en el sentido técnico de la teología para designar esta herejía actual. De ella, el Papa San Pío X llegó a decir que “es la suma de todas las herejías”, en lo cual concuerda con la expresión del Padre Castellani que recién leíamos: “la más grade herejía”.

Sigamos con la lectura de nuestro resumen:
“¿Qué es lo que puede corromper a la Iglesia? Lo mismo que corrompió a la Sinagoga, el Fariseísmo. Si la Iglesia hoy no atrae como en otros tiempos, tiene que ser porque ha perdido su hermosura interna: “Toda la hermosura de la Hija del Rey es interior” [hijos, fíjense: todos esos ritos modernos no tienen nada por dentro, son pura exterioridad, son huecos por dentro, ¡la misa moderna!]. Las exterioridades pueden quedar, aumentadas incluso… Poco le importará al Anticristo [que] le pongan una faja con los colores nacionales –que entonces han de ser los suyos- a una imagen fea de la venerable señora que dicen fue la madre de Jesús de Nazareth… [y poniendo algo –o mucho- de duda en la Virgen, y poniendo algo –o mucho- de duda en Jesús, “él no es Dios, fue sólo un gran romántico y una personalidad genial”].
Hay actualmente obras “católicas” que trabajan, se esfuerzan y se desgañitan para el Príncipe de este mundo…

1 En tercer lugar, ponemos la traducción de Monseñor Juan Straubinger, que también es del griego (si no nos equivocamos): 1. Fuéme dada una caña, semejante a una vara, y se me dijo: Levántate y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran allí. 2. Mas el atrio exterior del templo déjalo fuera, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, los cuales hollarán la Ciudad santa durante cuarenta y dos meses.
2 Allí decía “Cristianismo” pero como hoy en día esa palabra es muy usada por los protestantes (falsamente “cristianos”) para significar su Protestantismo (falsamente “Cristianismo”), hemos querido poner allí la palabra “Catolicismo” para que no haya confusión ni duda sobre a qué se está refiriendo el Padre (no olvidemos que esta obra fue escrita a principios de los años sesenta, donde prácticamente no existía este problema, por lo menos no en los pueblos católicos de Hispanoamérica).

Lo que denunció el filósofo danés3 fue simplemente una adulteración [una falsificación] –la más sutil y terrible- del Evangelio, no en la letra mas en la práctica y la predicación [hoy en día podemos decir que esa adulteración está hasta en la letra con las malas traducciones y “cortes” de “las biblias de la Iglesia de Francisco”].
Sólo el Tabernáculo (o Sancta Sanctorum) será preservado [es decir, como dice la visión, sólo será preservado “el Altar y los que adoran en él”]: un grupo pequeño de católicos4 fieles y perseguidos; el Atrio, que comprende también las naves –no las había en el Templo de Jerusalén- será pisoteado [es decir, estará pisoteado y falsificado, el enorme grueso de ese cuerpo moral de la falsa Iglesia y del número de los católicos engañados; así muchos de estos en su buena fe, estarán “en otra cosa” que no es el Catolicismo]. Y ésa es “la abominación de la desolación” que dijo Daniel y repitió Cristo”.

(Cuerpo 3: Una palabras relacionadas con lo anterior)

Alguna vez, nosotros escribimos lo siguiente:
“siendo que la Iglesia Católica se reconoce por “las cuatro notas”, o señales, que siempre ha dado para su visibilidad (una, santa, católica y apostólica), manifestamos que esta nueva falsa iglesia, “la Iglesia Conciliar”, no posee más estas cuatro notas.
¿Dónde está entonces la Iglesia Católica? La Iglesia Católica se encuentra y se encontrará en cualquier católico que guarde las cuatro notas, esté donde esté (Dios sabe sobre ellos).
¿Qué tan reducida puede verse dicha visibilidad? No se pueden dar aquí reglas fijas, simplemente recordamos que muchos han dicho que “los finales serán semejantes a los comienzos”. Cuando la Iglesia sale del costado abierto de Nuestro Señor en la Cruz, Ella estaba constituida por algo más de una o dos decenas de almas fieles. En el momento en que se manifiesta la plenitud del Espíritu Santo, el día de Pentecostés, eran algo más de cien. Con la prédica de San Pedro se convierten tres mil almas. La Iglesia para entonces ni siquiera estaba diseminada por todo el mundo sino sólo en esa pequeña región del planeta. Y, sin embargo, había Iglesia Católica, y por lo tanto estaban las cuatro notas.

¿Cuántos serán hoy en día los católicos que guardan las notas? Suponemos que algunas decenas de miles, difícil saberlo con exactitud: Dios es quien sabe quiénes son y su número [y el número, estrictamente hablando, no es lo que interesa].
¿Qué ocurre con los que están en la Nueva Iglesia? “Objetivamente” están equivocados y están en algo que no es la Iglesia Católica; pero en cuanto a la culpa, el buen Dios también sabe quiénes están de buena fe en falsa Iglesia Conciliar (i.e. sin culpa) [almas engañadas y traicionadas en su buena fe, engañadas por la falsa Iglesia del Concilio].
¿Puede haber verdaderos católicos allí, católicos que guarden las cuatro notas A PESAR DE la falsa Iglesia Conciliar? Tal vez sí (nosotros no lo sabemos); en definitiva, ésta es otra respuesta difícil de dar; Dios es el que sabe quiénes son y DÓNDE ESTÁN.

Por otro lado, con estas consideraciones no queremos afirmar que los que están en la falsa Iglesia se condenen (todos sabemos que ése es otro tema y que depende de la culpa; de igual manera, “los tradicionalistas” no tenemos bajo ningún aspecto asegurada nuestra salvación). Nosotros simplemente expresamos que un católico debe tener y mantener las cuatro notas de la Iglesia” [y si no, uno no es católico].
Esas cuatro notas del Catolicismo no están en la falsa Iglesia que han creado con el Concilio Vaticano II. Esa falsa religión e iglesia probablemente terminará en la Religión e Iglesia del Anticristo, la Religión Mundial, con Francisco a la cabeza. Por otro lado, Francisco puede ser “El Falso Profeta” de la profecía del Apocalipsis. Francisco no es católico y no está en el Catolicismo; y vale “como muestra”, entre tantísimas cosas, repetir lo que dijo en Suecia el pasado 31 de octubre para festejar el nacimiento del Protestantismo, en los 500 años de La Reforma (ahora los católicos festejamos la herejía del Protestantismo, festejamos La Reforma y a Martín Lutero):
Declaración firmada por Francisco: “Declaración conjunta con ocasión de la Conmemoración conjunta Católico–Luterana de la Reforma (Lund, 31 de octubre de 2016): Con corazones agradecidos. Con esta Declaración Conjunta, expresamos gratitud gozosa a Dios por este momento de oración en común… cuando comenzamos el año en el que se conmemora el quinientos aniversario de la Reformaestamos agradecidos profundamente por los dones espirituales y teológicos recibidos a través de la Reforma…”; http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=27670 .
Ahora sobre el Discurso de Francisco allí: http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=27668 “(…) Ahora, en el contexto de la conmemoración común de la Reforma de 1517, tenemos una nueva oportunidad para acoger un camino común… Con gratitud reconocemos que la Reforma ha contribuido a dar mayor centralidad a la Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia… Lutero: La experiencia espiritual de Martín Lutero nos interpela y nos recuerda que no podemos hacer nada sin Dios…”.

(Conclusión)

Queridos hijos: Cristo no debe estar lejos. El Evangelio de hoy dice: Si los tiempos, “si aquellos días”, no fueran abreviados, nadie se salvaría: “nisi breviati fuissent dies illi, non fíeret salva omnis caro”, pero a causa de los elegidos se abreviarán aquellos días: “sed propter electos breviabuntur dies illi”. Debemos aguantar un “poco” más; tratar de ser buenos católicos, guardar LA FE CATÓLICA sin cambiarla (es decir: la Doctrina Católica sin cambiarla). Y tratar de vivir como buenos hijos de Dios aun en medio de este mundo, es decir, tratar de vivir según LA CARIDAD, amando a Dios (por nuestras vidas, por nuestro tipo de vida), y haciendo el bien y amando al prójimo.
Quiera Dios Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima darnos la perseverancia y el poder “aguantar”, soportar, el “sustinere”, hasta que Él venga, hasta que Él reine. Veni Dómine Iesu: Ven Señor Jesús.

AVE MARÍA PURÍSIMA.

3 Se refiere a Kirkegor, que denunció eso de la Iglesia Luterana de Dinamarca, religión falsa evidentemente, pero que el Padre Castellani quiere comparar por las observaciones de esa adulteración y lo que nos puede pasar y nos pasa a los católicos.
4 Ídem aclaración que nota 1.